La alfabetización digital, la adaptabilidad, la inserción en un mundo cada vez más conectado, pueden definir las posibilidades de conseguir un futuro más próspero para todo, según la Fundación Orange.
La mayoría de los niños españoles tiene móvil y accede a la red, pero eso no garantiza que mejoren su formación. El reto, y más después de la pandemia, reside en poder ofrecer en las escuelas una educación digital que garantice la formación de unos adultos y trabajadores competentes.
En este sentido, la conectividad digital y la eliminación de la brecha no está necesariamente relacionada, de forma directa, con la posesión de dispositivos: “La accesibilidad es un derecho con el que es necesario desarrollar un compromiso, porque nos ayuda a avanzar como sociedad, pero es cierto que ahora que nuestros niños tienen un acceso casi total y pueden poseer multitud de dispositivos a su alcance, deben aprender a utilizar y beneficiarse de su utilización y de la red”, asegura Daniel Morales director de la Fundación Orange.
En este sentido, la Fundación Orange ha lanzado recientemente una nueva plataforma educativa y online, Orange Digital Center, que pretende fomentar las competencias digitales a través de la educación y la inclusión digital, la innovación y el emprendimiento. Poniendo a disposición de todos los colectivos un fácil acceso a internet y un aprendizaje de su uso, más necesario que nunca, el curso de Competencias digitales para la vida y el empleo, invita a aprender todo sobre la adaptación al entorno online para todos los aspectos de la vida y potenciar la usabilidad.
alfabetización digital, un reto colectivo
Y es que, el reto de la alfabetización digital va más allá de la posesión de aparatos y dispositivos. La educación y formación de los más pequeños en competencias digitales, para que puedan cortar distancias y aprender a un ritmo más personalizado, es también un desafío del mundo moderno y un factor para poder valorar el crecimiento económico. Así, las zonas globales con menos crecimiento o un entorno más rural, carecen de una formación digital y por tanto, a la larga, disminuyen tanto su productividad laboral como las posibilidades de desarrollo.
“Durante la pandemia que hemos atravesado, además, hemos comprobado cómo la accesibilidad digital se volvía cada vez más imprescindible para poder afrontar nuestras tareas cotidianas. Ahora, tanto el acceso a la banca, poder mostrar los pasaportes de vacunación, contactar con nuestras familias o acceder, aquí y ahora, a cualquier tipo de información, nos ha hecho darnos cuenta de que la alfabetización digital es un reto que tenemos que superar, y con nota, en los próximos meses”, señala Morales.
“En las escuelas -añade- hay que enseñar a los niños a conectarse, a desarrollar las competencias en el entorno digital, aunque sin olvidar otras enseñanzas más tradicionales. Se hace imprescindible así, motivar su acceso, sus destrezas digitales, porque una mejora de la conectividad está relacionada con las oportunidades del futuro y con las facilidades a las que puedan acceder. El acceso digital, garantiza así, una mayor productividad y una garantía de crecimiento económico”.
Además de la importancia del acceso en las escuelas, tal y como afirma el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, el 14% de las zonas rurales no cuenta con un servicio de más de 30 Mbps, más de la mitad no tiene acceso de red de más de 100 Mbps, y en contraposición, hay zonas de nuestro país desplegando la red 5G. “El desafío es poder evolucionar a la vez, para que los niños de las escuelas de Madrid no tengan un desequilibrio con los que estudien en un pueblo de Huesca. Las brechas sociales, educativas y territoriales, deben ser eliminadas en pro del desarrollo económico y social del país», concluye el director de la Fundación Orange.