La escasez de agua afecta al 40% de la población mundial, una problemática que está incluida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la ONU. Para ayudar a paliar esta situación y dar respuesta a una de las mayores pobrezas que existen hoy en día, la falta de acceso al agua, se creó AUARA.
Esta empresa nació en España en 2015 con vocación de generar impacto social. Dedican por completo sus beneficios a desarrollar proyectos de acceso a agua potable para quienes más lo necesitan. Para financiarlos, además de colaboraciones que llevan a cabo con varias empresas, venden agua embotellada que da valor a su causa. Se trata de productos únicos por su diseño y sostenibilidad.
Uno de sus fundadores y CEO, Antonio Espinosa de los Monteros, cuenta a Nobbot cuál es el origen de AUARA, en qué consiste ser una empresa social y cuáles son los proyectos que han llevado a cabo en estos tres años para facilitar el acceso al agua y saneamiento a más de 28.000 personas.
– ¿Cuáles fueron los motivos de iniciar este proyecto?
La idea surgió después de varias experiencias de voluntariado mientras estudiaba la carrera de Arquitectura. Primero en Perú y Camboya, y después en Etiopía, donde participé en la construcción de un hospital y comprobé que la mayor causa de pobreza era la falta de agua. Sin este recurso no hay posibilidad de desarrollo y era el principal motivo por el que la población acudía al hospital.
A mi regreso a España me encontré con un amigo del colegio, Pablo Urbano, actual director de Operaciones de AUARA, que también había sido voluntario y al que le habían explicado, mientras estudiaba, la diferencia entre las empresas [convencionales] y las sociales. Así que nos decidimos a montar una empresa social destinada a financiar proyectos de agua a través de la venta de este producto.
Pero nos dimos cuenta de que ninguno de los dos controlábamos las cuestiones económicas, así que se unió a nosotros Luis de Sande, el actual director financiero. Los tres somos cofundadores de AUARA y nos seguimos ilusionando cada día con poder llevar agua a personas que carecen de este recurso.
– ¿Qué significa ser una empresa social?
Una empresa social es aquella que invierte todos o parte de sus beneficios en sus compromisos sociales o medioambientales, aprobados y definidos por la propia empresa para generar un impacto positivo en las personas y en el planeta. Además, debe ser coherente con su visión de impacto positivo en toda su cadena de valor.
Una empresa social es aquella que invierte todos o parte de sus beneficios en sus compromisos sociales o medioambientales, aprobados y definidos por la propia empresa, para generar un impacto positivo en las personas y en el planeta.
En España no existe esta figura jurídica, pero desde nuestro nacimiento no queríamos desvirtuar el propósito original. Por eso nos fijamos en el sello Social Enterprise Mark (SEM) de Reino Unido para garantizar en nuestro pacto de socios que no nos desviaríamos del compromiso fundacional, que recoge que destinamos el 100% de los dividendos a proveer de agua potable a poblaciones que carecen de ella.
– ¿Cuáles son las condiciones que hay que cumplir para conseguir la calificación SEM?
Hay que cumplir con, al menos, cinco requisitos principales. Hay que tener unos objetivos sociales y/o ambientales muy claros y reconocidos al más alto nivel de la organización; esto es, dentro del objeto social de la compañía, estatutos y acuerdos de socios. Es imprescindible ser una empresa privada e independiente, sin que exista ningún grupo u organización que pueda influenciar de manera relevante la toma de decisiones.
Los otros tres requisitos son: al menos el 50% de sus ingresos provenga de actividades comerciales; más del 50% de los beneficios se dediquen al cumplimiento de los objetivos sociales o ambientales definidos en la empresa, y, en caso de disolución de la empresa, los activos residuales de la misma se inviertan en proyectos destinados a cubrir los objetivos sociales o ambientales de la empresa.
– Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el ODS6, es “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y saneamiento para todos”. ¿Cómo impacta el acceso al agua limpia en la vida de las personas?
El acceso al agua te cambia la vida. En la actualidad, más de 700 millones de personas, una de cada diez en el mundo, carecen de ella, según la ONU, y más de 4.200 millones de personas no disponen de acceso a sistemas seguros de saneamiento, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Como decía antes, no tener acceso a agua es la mayor de las pobrezas porque no permite el desarrollo de las comunidades y de la sociedad.
El 80% de las enfermedades se transmiten a través del agua en las comunidades más pobres y su consumo en mal estado es el primer causante de mortalidad infantil. Además, las mujeres y los niños, sobre todo las niñas, son los encargados de ir a buscar agua. Un trabajo para el que pueden emplear una media de cuatro horas al día, lo que les priva de asistir a la escuela.
Como nos recuerda el ODS6, la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos sigue siendo un desafío mayúsculo, pero cuando se consigue cambia la vida de las personas: la mortalidad infantil disminuye, los niños y niñas pueden ir a la escuela y aspirar a un futuro mejor y las mujeres trabajar para mejorar la economía familiar.
– Según la ONU, la escasez de agua afecta al 40% de la población mundial, ¿cuáles son los principales motivos de esta creciente escasez de recursos?
La falta de agua potable es un problema que afecta en mayor medida a las poblaciones más desfavorecidas y depende del lugar en el que naces. La ONU reconoció explícitamente, el 28 de julio de 2010, el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que el agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
El cambio climático y la falta de lluvias son dos de las causas por las que el 40% de la población mundial se enfrenta a la escasez de agua y afecta, especialmente, a los países menos desarrollados.
Entre las causas por las que el 40% de la población mundial se enfrenta a escasez de agua, destaca el cambio climático y la falta de lluvias que afecta, especialmente, a los países menos desarrollados, que diezman las cosechas y producen hambrunas. Por otra parte, el gran crecimiento de la población mundial en África, el sudeste asiático o en Latinoamérica ha generado desigualdades, pobreza y falta de oportunidades. Y, por último, con motivo del Día Mundial del Agua del pasado 22 de marzo, lanzamos una campaña de sensibilización en la que informábamos que la falta de agua causa más mortalidad que la peor de las guerras: acaba con la vida de 3,5 millones de personas y la muerte de más de 1.000 niños al día.
– ¿De qué manera contribuye AUARA a corregir el problema de la escasez de agua limpia y saneamientos?
Cada litro de agua que ponemos en el mercado genera cuatro litros de agua potable en países en vías de desarrollo. Esa es nuestra particular contribución al acceso al agua y al saneamiento. A nivel de modelo de empresa, nuestro compromiso es destinar el 100% del dividendo generado a nuestros proyectos.
– Hasta la fecha habéis desarrollado 50 proyectos en poblaciones de pobreza extrema en 15 países de África, Asia y América Central. ¿Cómo seleccionáis los planes en los que participáis?
De lo que más orgullosos nos podemos sentir es de haber aportado desde 2016 más de 21,6 millones de litros de agua potable a poblaciones de 15 países en vías de desarrollo de África, Asia y América del Sur, a través de 50 proyectos que han beneficiado de forma directa a más de 28.400 personas. Y nuestro objetivo es impactar directamente en 200.000 personas en 2023.
Desde 2016 hemos aportado más de 21,6 millones de litros de agua potable a poblaciones de 15 países en vías de desarrollo, a través de 50 proyectos que han beneficiado de forma directa a más de 28.400 personas. Nuestro objetivo es impactar directamente en 200.000 personas en 2023.
Trabajamos en iniciativas individuales con socios y organizaciones que tengan experiencia contrastada en proyectos de agua, presencia local y que conozcan la población y sus necesidades. Buscamos también la fiabilidad económico-financiera y que sean capaces de reportar, medir el impacto y hacer un seguimiento a largo plazo del proyecto porque tienen una duración de cinco años de media, y que sean capaces de involucrar a la población local. Además, nunca realizamos una donación genérica, sino que trabajamos en proyectos concretos para dar valor a los pozos de agua, saneamientos o tanques de almacenamiento que se construyen. Para implementarlos colaboramos con 10 organizaciones: África Directo, Ayuda en Acción, Zerca y Lejos, Fundación Acción Geoda, Fundación Esperanza y Alegría, Fundación Kirira, Fundación Promoción Social, Sauce ONG, Ongawa y Manos Unidas.
– ¿De qué forma conseguís los fondos que necesitáis para la puesta en marcha de estas iniciativas?
Los proyectos se financian a través de tres vías. Por una parte, mediante la compra directa de nuestras botellas de agua y de la nueva línea de refrescos ecológicos, funcionales y de comercio justo del mundo, Planet Drinks, que acabamos de lanzar. Además, con varios de nuestros clientes hacemos campañas especiales (eventos, colaboraciones, carreras, fundraings o aportaciones directas) con los que generamos una mayor recaudación que va directa a nuestros proyectos sin ningún coste indirecto o de gestión.
– ¿Cómo ha sido el crecimiento y desarrollo de AUARA durante estos tres años?
El desarrollo de AUARA se ha basado en la ilusión del equipo, conformado por 18 personas, y que nos contagiamos entre todos para cumplir con nuestro propósito. En octubre anunciamos que en nuestro tercer año operativo (2018) hemos conseguido entrar en break even, con más de un millón de euros de ventas. De esta forma, alcanzamos el umbral de equilibrio entre los ingresos y los costes. Esto representa el punto de partida para alcanzar beneficios y refrenda la viabilidad de la empresa social como tal, en la que la rentabilidad es el camino para generar impacto social.
– ¿Cuáles son vuestros planes de futuro?
Si en 2018 hemos alcanzado nuestro equilibrio financiero, 2019 ha sido el año de los lanzamientos. En junio presentamos el agua mineral natural con gas envasada en lata de 330 ml. Con ella ampliamos nuestro portfolio y se sumó a las de 501 ml y 1.501 ml de agua mineral natural. Este proceso de diversificación ha continuado en noviembre con el lanzamiento de Planet Drinks, los primeros refrescos ecológicos, funcionales y de comercio justo del mundo, que cuentan con dos variedades: Selva y Oceana.
2020 se presenta como un año muy ilusionante para que AUARA continúe generando impacto social y facilitando el acceso a agua a las personas y comunidades que carecen de él. Para ello, tenemos previsto la apertura a nuevos mercados fuera de España, la búsqueda de nuevas alianzas orientadas al desarrollo de nuevas categorías de productos y la apuesta por nuevos materiales sostenibles.
En Nobbot |«No podemos aceptar que nuestro desarrollo se base en la destrucción»
Imágenes | AUARA