El telescopio James Web de la NASA, que recientemente ofreció impresionantes imágenes de lo que podría ser el futuro del Sol, vuelve a sorprendernos.
En esta ocasión, el motivo de la sorpresa, también de cierta inquietud inicial, ha sido la imagen de lo que parece ser un signo de interrogación en el espacio. Esta fotografía, compartida por la NASA, ha corrido como pólvora por las redes sociales donde hay quien ha especulado sobre su origen alienígena. ¿Será la prueba definitiva de que los extraterrestres nos observan?
De momento se sabe que se trata de un objeto situado cerca de par de estrellas en formación activa, conocidas como Herbig-Haro 46/47 ubicadas en la constelación de Vela, a unos 1.470 años luz de distancia de la Tierra.
un cerebro imaginativo
Dicho así, no parece que nos hallemos ante nada emocionante y más teniendo en cuenta la capacidad del ser humano de dar explicaciones antropocentristas a fenómenos que nada tienen que ver con nuestra especie. Nuestro cerebro toma estímulos y los combina con experiencias previas para otorgarles un sentido. La neurociencia ya dice que las ilusiones del cerebro son prácticas y, por encima de todo, nos permiten sobrevivir. En definitiva, lo que entendemos como ‘realidad’ son, en esencia, acuerdos generales entre los humanos.
Un ejemplo de la capacidad de nuestro cerebro para dejarse engañar con imágenes es la pareidolia, que no es más que el esfuerzo de nuestro cerebro por encontrar significado en formas que no lo tienen, convirtiendo así un “mensaje” abstracto en algo que nuestra mente pueda asimilar. Este podría ser el caso del signo de interrogación captado por el telescopio de la NASA. La pareidoila, nos lleva a reconocer como rostros humanos imágenes que nada tienen que ver con ellos porque nuestros cerebros están preparados para reconocer caras más que ninguna otra cosa en el mundo.
la nasa seguirá investigando
Descartada la posibilidad de que nos hallemos ante un descomunal anuncio luminoso instalado junto al hotel de una autopista galáctica, habrá que dejar que la NASA siga investigando. De momento, el color y forma de este gran signo de interrogación ofrecen algunas pistas sobre lo que puede ser.
Según el Instituto Científico del Telescopio Espacial (STScI) de Baltimore, responsable de las operaciones del telescopio James Webb, la explicación más probable es que represente una galaxia remota o posiblemente un par de galaxias enredadas por la atracción gravitatoria de la otra, dando lugar a una imagen que se asemeja a un signo de interrogación.
Space Explored informa de que algunos investigadores también han señalado que el color del objeto con signo de interrogación es similar al de otras galaxias distantes en la misma imagen.
¿Misterio resuelto? Bueno, mantengamos viva la llama de la ilusión, por lo menos hasta que la NASA la apague con nuevos datos.