Estamos tan acostumbrados a leer y a escribir desde bien niños, que muchas veces podemos perder de vista que la ausencia de alfabetización es aún un grave problema que acucia a una parte muy importante de nuestra sociedad. Internet, tecnología, dispositivos digitales… todas esas herramientas que nos sirven para divertirnos y para estar comunicados pueden ser fundamentales para cambiar esta situación.
Día Internacional de la Alfabetización
No lo olvidemos nunca. En el mundo aún hay muchos millones de personas a los que les faltan herramientas tan básicas para su desarrollo personal y social como es la lectura y la escritura. Según datos de la ONU, hay 750 millones de analfabetos en el mundo. De ellos, 102 millones son jóvenes de entre 15 a 24 años y más de la mitad corresponden al sexo femenino. Pero no sólo debemos hablar de personas que no tienen ninguna noción de alfabetización, también existen muchos individuos que, a pesar de tener conocimientos básicos, éstos resultan insuficientes para poder moverse con el mundo con total autonomía, sabiendo qué quiere decir un texto o cómo expresarse en un escrito para hacerse comprender.
En 1965, la UNESCO declaró el 8 de septiembre como el Día Internacional de la Alfabetización. Aprender a leer y escribir es básico para la evolución de un ser humano y le dota de las capacidades primordiales para poder interactuar de forma libre, así como para desarrollar un pensamiento crítico y constructivo. En este 2017, la estrategia de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) de cara a solucionar el problema del analfabetismo quiere hacer hincapié en las soluciones digitales, esos recursos que han mejorado nuestra vida y que pueden también hacer mucho por los más desfavorecidos.
El papel de la UNESCO
En 2015, la ONU puso en marcha un proyecto llamado Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Se trata de un plan para mejorar la vida de las personas y del planeta, anclado en 17 objetivos fundamentales. El punto número 4 es ‘Educación de calidad», una apuesta que, por supuesto, pasa por la alfabetización inclusiva y equitativa.
La UNESCO dedica este año la jornada del 8 de septiembre a las soluciones en la era digital. Así explica Irina Bokova, directora general del organismo, la importancia de la cita: «Las tecnologías digitales están presentes en todas las esferas de la vida, y configuran de manera sustancial el modo en que vivimos, trabajamos, aprendemos y socializamos”.
Desde 1967, este organismo entrega premios de forma anual a los proyectos y soluciones que más hacen por erradicar el analfabetismo y, en este 2017, las herramientas tecnológicas están más presentes que nunca, con unos galardones que se entregarán en el día de hoy y que nos hablan de interesantes propuestas que hacen servir el mundo de la tecnología para mejorar la vida de muchos.
Por un lado, tenemos el proyecto ‘Utilización de las tecnologías educativas con miras a desarrollar las competencias pedagógicas en África Subsahariana’ de la Universidad de Concordia en Canadá. Learning Toolkit son un conjunto de herramientas y aplicaciones multimedia como ‘Abracadabra’, ‘Reads’ o ‘Elm’ que se ofrecen de forma gratuita y que fomentan el aprendizaje autorregulado.
Otro de los proyectos premiados viene desde Jordania y se trata de una comunidad virtual que funciona de manera online y que se basa en la lectura en voz alta. Se llama ‘We Love Reading‘ y nació impulsada por la preocupantes cifras que decían que en los países de Oriente Medio, la media de lectura por placer era de media página al año, mientras que en Estados Unidos la media sube a once libros anuales. Su propósito es establecer una biblioteca en cada barrio y fomentar los foros de lectura en los que los narradores lean libros en voz alta para niños de entre 4 a 10 años.
Colombia también ha sido premiada por la UNESCO y, más concretamente, la Secretaría de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones de la Alcaldía de Armenia por el programa AdulTICo. En este caso, 800 adultos se han beneficiado de un programa que se preocupa de un nuevo tipo de alfabetización que será más y más importante en los próximos años: la digital.
The Citizens Foundation se lleva otro de los galardones por el proyecto Alfabetización Aagahi para mujeres y niñas no escolarizadas, en Pakistán. Su LitBase se presenta como una selección de recursos digitales para la alfabetización. Su propósito se fija principalmente en las madres pues así, ellas aprenderán la importancia de la educación y transmitirán este valor a sus hijos.
Y, por último, tenemos la plataforma en línea de FunDza, en Sudáfrica, que busca fomentar la lectoescritura por placer a través de diferentes cursos, seminarios, concursos… que se hacen de manera digital, construyendo una potente e integrada comunidad. Y es que despertar el gusanillo del placer de la lectura puede ser la mejor «medicina» para luchar contra una lacra como el analfabetismo. Y, por supuesto, una manera de empoderar a cualquier individuo.
Muchas herramientas
La tecnología es una herramienta de lujo para que la alfabetización llegue a más personas y tenemos muchos ejemplos que así lo evidencian.
Hace unos años, la ONG Literary Bridge lanzó un curioso gadget para fomentar el aprendizaje en todas las regiones. Es el Talking Book Program, en castellano, el «libro parlante». Se trata de un ordenador que ofrece enseñanzas e instrucciones de una forma sencilla y práctica, para que personas que no saben leer ni escribir puedan aprender nociones básicas para combatir enfermedades o elaborar recursos de autogestión, conocimientos que les sean realmente prácticos para su día a día. Está diseñado para soportar golpes o condiciones climáticas adversas, no necesita de «cobertura» y también resulta muy útil para los profesores, que pueden grabar sus lecciones como mensajes didácticos que pueden repetirse una y otra vez.
En 2015, se presentaba Worldreader, el primer proyecto en colaboración con la UNESCO para fomentar la lectura a través de ese aparato que nos acompaña a cada momento: el móvil. Los fundadores de esta ONG vieron la oportunidad que brindaba la tecnología y lo explicaban así: mientras que en nuestro mundo occidentalizado, la tecnología se ve en algunos sectores como un enemigo del soporte de papel más clasico; en las regiones desfavorecidas, el uso de móviles puede ser la herramienta idónea para paliar la falta de libros. Según palabras de Elizabeth Wood, directora europea de Worldreader: «Prácticamente la mitad de la población mundial tiene móviles, que con acceso a internet pueden descargar apps de lectura«. En la actualidad trabajan en 50 países, con más de 40.000 títulos traducidos a 43 idiomas.
La alfabetización no es simplemente aprender las letras. Muchas personas saben leer o escribir, pero de una forma tan rudimentaria que se encuentran muy limitados para realizar algunas tareas o incluso encontrar un trabajo. Por eso, para terminar, queremos fijarnos en el Premio de Alfabetización para Adultos que se otorga en Estados Unidos. Según las cifras, más de 36 millones de estadounidenses tiene un nivel de lectura de un niño de tercer grado. Lo que les impide tener un desarrollo social satisfactorio. Este galardón premia a las aplicaciones móviles que ayuden a mejorar esta situación y entrega a sus creadores 7 millones de dólares. Las ocho apps finalistas serán testadas por instituciones locales y organizaciones comunitarias, y llegarán a 12.000 adultos que probarán (o no) su eficacia.
La educación es uno de los derechos fundamentales recogidos por la Organización de las Naciones Unidas. Ahora bien, millones de personas en todo el mundo no saben leer ni escribir y viven limitados por las carencias que ello implica. La tecnología, que tan bien nos lo hace pasar, puede hacer aquí una labor clave y ayudar a que la alfabetización llegue a cada rincón del planeta.
Imagen | Pixabay
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