“Toma este ramo de flores de plástico, inmarchitables como nuestro amor”. Como declaración romántica suena bastante cursi, pero el receptor o receptora del presente floral por lo menos tendrá constancia de que su pretendiente es hábil con los dedos y tiene paciencia. De esta forma, crear una flor con piezas de LEGO puede ser el primer paso para hipotecarse y regar el jardín de un chalet adosado en los suburbios de la ciudad.
El caso es que LEGO ha lanzado un nuevo kit de construcción que permite crear un ramo de flores personalizado a partir de piezas de plástico. Dicho así, suena un poco frío pero, por lo menos, ese plástico es de origen vegetal producido con caña de azúcar así que, aunque sea en audaz carambola, podemos decir que esa flores brotaron en la tierra (“Aaahhh”, exclama, aliviado, el lector).
Este ramillete forma parte de la colección LEGO Botanical, que también incluye un bonsái. Según la compañía, ambos kits de construcción están pensados para relajarnos focalizando nuestra atención, lo que no viene mal en esta época de sobrestimulación. De hecho, hasta han creado una lista de reproducción musical con melodías que transportarán al aficionado a la botánica de plástico a una dimensión mental de relajación o aburrimiento. Pero no todo va a ser perreo en esta vida, tengan paciencia y respiren profundamente.
un ramillete de lego creado por una joven autista
El origen de este ramillete de plástico sostenible es curioso. La idea surgió de la imaginación de la joven autista Astrid Christensen, que forma parte del programa ATE, creado hace casi 30 años con el fin de brindar asistencia a los empleados de la compañía con necesidades laborales específicas. Poco después de su ingreso, los compañeros de Astrid se dieron cuenta de que tenía una habilidad especial para crear flores con elementos LEGO.
Y así, a partir de alas de pterodáctilo, cubiertas de motor e incluso cabezas de robot, la joven Astrid creó para esta pieza de jardinería tan adecuada para jurar amor eterno. Por solo 50 euros, podremos estar seguros de que la prueba de nuestro amor se marchitará más tarde que el amor que la hizo crecer. Solo echamos a faltar un frasquito de perfume de tonos florales para acompañar este kit y aportar mayor veracidad a la ofrenda romática.
Por lo demás, la creación de LEGO nos parece que puede contribuir a prepararnos para futuros periodos de sequía derivamos del cambio climático. El agua que nos ahorremos en regar estas flores es agua que no merma en nuestros embalses. Amor, relajación y sostenibilidad, ¿qué más podemos pedir?