Seguro que te sabes la dirección en la que vives. Si eres de los que gasta vehículo propio, quizá recuerdes sin problema su matrícula. Puede, incluso, que seas de esos que todavía se sabe de memoria el teléfono de media familia. Pero, ¿conoces tu dirección IP? En el mundo online, es más importante que cualquier información de las anteriores. Así que vamos a ver qué es esta dirección, para qué nos hace falta saberla y cómo podemos localizar una dirección IP.
Dirección IP: qué es y para qué debo conocerla
Las siglas de Internet Protocol (IP) esconden nuestra matrícula en internet. Básicamente, se trata de un número que escoges o que te asigna la operadora y que te mantiene identificado mientras estás en línea. Es un quién es quién para internet. Direcciones IP las hay públicas y privadas. Las primeras son las que nos asigna la compañía de telecomunicaciones para navegar por la red. Pueden ser fijas o (las más habituales) dinámicas; es decir, que cambian cada cierto tiempo. Las IPs privadas son las que se usan en redes cerradas. Son, por ejemplo, las que usan los distintos dispositivos para comunicarse en una red wifi dentro de una casa.
Las direcciones IP lo son todo en internet. Nadie puede navegar ni estar online sin una. Cuando escribimos una dirección o URL, esta esconde, en realidad, una IP, que es la dirección real. Una dirección IP está formada por cuatro cifras separadas por un punto. El valor de cada cifra puede variar de 0 a 255. Así, por ejemplo, una IP al azar sería 37.168.52.11. Pero basta de teoría. La gran pregunta es, ¿para qué debo conocer mi dirección IP? Si he sobrevivido hasta ahora sin saberla…
La respuesta obvia es para conocer tu matrícula en internet. Pero hay muchas más razones. Conocer una IP te permite manejar un dispositivo de forma remota. Te permite también registrarte y utilizar servicios de red privada virtual o VPN. Es útil a la hora de identificar problemas de conexión o en la red. Puedes conocer la localización de los servidores que estas utilizando (o de los que utilizan otras personas). La lista es larga e incluye también un puñado de propósitos maliciosos que no vamos a explicar en este artículo.
Dónde puedo buscar la dirección IP de mi ordenador
Vamos al meollo del asunto. Te hace falta saber tu dirección IP en este momento. Aquí te explicamos varios métodos para conseguirlo:
- Acude a internet. Abre tu navegador y tu buscador de confianza y escribe “dirección IP”. El resultado reflejará multitud de webs que te muestran los cuatro números que estás buscando. Algunas de estas páginas son Ver mi IP, Cuál es mi IP, Find ur IP o What is my IP. Estás a un clic de conocer tu IP pública, su localización y el proveedor de internet (ISP) que te la facilita.
- A través de tu rúter. A la mayoría de ellos se puede acceder a través de una interfaz web. Para eso, tendrás que buscar en el manual de tu rúter su dirección IP específica (la del aparato) y la contraseña. Las más habituales son 168.1.1, 192.168.0.1 y 192.168.2.1. El usuario, si no lo has cambiado, suele ser admin, y la contraseña, 1234. Una vez dentro, en una de las pestañas (normalmente Status o Configuración avanzada) encontrarás tu dirección IP.
- Usa la consola de comandos. Abre la aplicación ejecutar (tecla Windows + R) en tu ordenador, introduce «cmd» y dale a enter. Ahora estás dentro de la consola de comandos. Escribe «ipconfig», enter y aparecerá toda la información de la configuración IP de tu ordenador. Más o menos así.
- En las propiedades de red. En el menú de configuración de Windows, accedemos al apartado de redes y a sus propiedades. Allí volvemos a tener acceso a la misma información que obtuvimos mediante la consola de comandos.
- ¿Y la IP privada? Entre la información que aparece tanto en la consola de comandos como en las propiedades de red, también se encuentra la IP privada de tu ordenador. En un smartphone o una tablet la puedes encontrar en el menú de ajustes, dentro del apartado de información del dispositivo.
Cómo localizar una dirección IP
Vale, ya tienes tu dirección IP controlada. Ahora demos un paso más e imaginemos que tienes otra dirección IP en tus manos. O que alguien tiene la tuya. ¿Hasta qué punto se puede localizar geográficamente una dirección IP? Cada IP pública lleva asignada un país, región y/o ciudad, una latitud y longitud y el nombre de la operadora que la asigna. Existen organizaciones como Ripe NCC, en el caso europeo, que mantienen un registro actualizado de esta información.
Como usuario estándar, no siempre se tiene acceso a todos los datos de forma abierta y gratuita. Para geolocalizar una dirección IP existen varias bases de datos (como MaxMind o Tamo Soft) y plataformas web como InfoSniper, Geotool o Digital.com. Todas funcionan de forma similar y tienen una precisión de entre el 50% y el 95%, en función de la base de datos a la que se tenga acceso y la IP que se quiera localizar.
A modo de ejemplo, vamos a usar Geotool. En la parte inferior de la página encontramos un recuadro para introducir la dirección IP. Una vez registrada nos proporciona información sobre el país y la ciudad, el código postal, el ISP y una posición GPS aproximada (en este caso, la latitud y longitud recibidas nos colocan en un punto intermedio entre Valencia y Palma de Mallorca, a pesar de que la información de la IP dice que está en Barcelona).
Cómo de exacta es la geolocalización de una dirección IP
Tal como acabamos de ver, todas las IP públicas llevan asociados una serie de datos que permiten geolocalizarlas. Estos se utilizan, por ejemplo, para conocer de dónde viene el tráfico que recibe una página web o para identificar transacciones que pueden ser fraudulentas (por ejemplo, una solicitud de compra con una tarjeta española desde un país asiático). Pero ¿cómo de exacta es esta geolocalización?
Hagamos una prueba. Volvamos a Geotool y comprobemos si la localización de nuestra IP es exacta. Si tenemos el domicilio en una gran ciudad, es probable que acierte, con mayor o menor precisión. Sin embargo, no se puede confiar al 100% en estos sistemas de localización. Su precisión nunca es total y, en función de la base de datos utilizada, podemos esperar entre un 50% o un 98% de exactitud. Hay que tener en cuenta que normalmente no vamos a obtener una dirección concreta, pero sí podemos lograr identificar un barrio.
Sin embargo, existe un riesgo elevado de que geolocalización de la IP no sea precisa. Y esto sucede por una simple razón. Cuando tenemos una IP pública y dinámica, el caso más habitual, la IP es la que ofrece nuestro proveedor de servicios de internet o ISP. Es decir, la dirección estará registrada bajo una localización que ofrece el ISP.
Por lo general, si se trata de una población medianamente grande, el ISP tendrá oficinas en la localidad, por lo que será sencillo identificar la zona de origen de la IP. Sin embargo, si se trata de una población pequeña, lo normal será que la geolocalización de la IP nos indique un lugar diferente. Y eso sin tener en cuenta que muchos usuarios apuestan por enmascarar esta información mediante una VPN o red privada virtual.
Cómo saber la IP desde la que se ha enviado un email
Ya sabemos cómo conocer nuestra propia IP y cómo localizarla y posicionarla en un mapa. ¿Cómo podemos conocer las direcciones IP de otras personas o compañías? El método más sencillo es a través de un email. Tanto la dirección desde la que se envía (remitente) como la del que lo recibe (destinatario) están registradas en el código del email.
Para encontrarlas, los procedimientos varían en función de la plataforma web o software gestor de correo que utilices. El objetivo es acceder a la información en la cabecera del email. Seleccionamos el correo en cuestión y buscamos la opción Propiedades, Mostrar original (Gmail), Ver original o Ver código fuente (Thunderbird).
Una vez dentro podremos ver un buen bloque de código en formato texto. Allí tendremos que buscar donde diga “Recibido: de” o “Received: from”. La dirección IP deberá aparecer señalada entre corchetes de la siguiente forma [000.000.00.00]. Y listo, ya puedes usar cualquiera de las herramientas anteriores para conocer más detalles de la procedencia del email.
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Ojalá m sirva
Voy a probarlo
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