Probablemente lo has visto millones de veces y, sin embargo, nunca te has dado cuenta de que el logo de Google no es simétricamente perfecto. Te vamos a contar porqué.
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Lo cierto es que alrededor del gigante del buscador hay muchas anécdotas, como que un vestido verde de Jenniffer López fue el germen de Google Imágenes. Pero que el logo de una empresa tan sumamente famosa como es Google no sea “perfecto” no debe ser algo que se haya hecho a la ligera.
Más cuando, como todo el mundo sabe, el logo de una empresa forma parte de su identidad corporativa y debe resumir la razón de ser de la compañía. Por tanto, su diseño es algo muy importante, pero ¿significa eso que tiene que ser perfectamente simétrico? Parece que no.
El diseño del logo de Google
El logo en cuestión data del año 2015 y es el sexto rediseño de un logotipo que se ha ido adaptando a los tiempos, modificando su aspecto para adecuarse a las nuevas tendencias de diseño.
Sin embargo, tal y como cuenta el diseñador Arun Jangra a través de Medium, lo cierto es que este último logotipo tiene bastante poco de simétrico y proporcionado como se puede ver perfectamente en la imagen de arriba. En ella, se puede comparar el logo tal y como es, a la izquierda, con cómo debería ser si mantuviera la simetría y se atuviera a lo matemáticamente perfecto.
Y con esto no nos referimos solo a que el círculo que forma la “G” fuera perfecto sino, como se puede ver claramente abajo, a que sus líneas diagonales tampoco están alineadas y a que los cuatro colores presentes no tienen la misma proporción. Porque, si nos fijamos bien, es muy evidente que en el logo final hay mucha menos presencia de amarillo de lo que dictarían las normas de la simetría.
Una cuestión de percepción
¿Cuál es la razón para que el logo no sea simétrico? Cualquier diseñador sabe que a la hora de realizar un logo hay que tener en cuenta una serie de condicionantes que hacen que las imágenes no siempre deban ajustarse a la perfección matemática, sino que lo más importante es que funcionen visualmente.
En el caso del logo de Google, según Jangra la respuesta pasó por buscar un resultado que, sin ser geométrico, sí reforzara la sensación de geometría. Esto se explica porque nuestro cerebro interpreta la realidad a su manera, y ante la gran cantidad de estímulos visuales que nos rodean, intenta organizar los componentes visuales en grupos unificando elementos.
Para entenderlo hay que hablar de las teorías de la Gestalt, muchas de cuyas leyes se pueden aplicar al diseño de logotipos (y que también explican los ‘déjà vu’). Hablamos de cosas como la ley de semejanza, de simetría, de continuidad, del cierre, de proximidad o de figura y fondo.
Para entenderlo, Jangra pone un ejemplo muy clarificador: Si nos fijamos en el conocido logo de WWF ¿qué vemos? Un oso panda ¿no es cierto? Pero ahora fijémonos bien en su diseño y nos daremos cuenta de que en realidad son varias formas separadas que nuestro ojo interpreta como una que nos resulta familiar gracias a las leyes de cierre (sobre todo en lo referido a la cabeza del panda) y a la de semejanza. Curioso ¿no?
Pues con el logo de Google ocurre algo similar. Si se hubiera mantenido la proporción perfecta, la parte azul de la derecha daría la impresión de sobresalir demasiado y el amarillo de la izquierda haría que pareciera que el logo es más gordo de lo que realmente es, ya que al ser un color muy brillante tiende a dominar visualmente al resto.
Sin embargo, con las proporciones modificadas, aunque estén desproporcionadas, ofrecen un logotipo agradable a la vista y que visualmente parece totalmente equilibrado.
Si todavía estáis dudando echa un vistazo a este estudio de la American Marketing Association sobre el diseño de logotipos que echa por tierra lo que en principio parecería ser lo más lógico: que los logotipos simétricos son mejores que los asimétricos.
Según los resultados del estudio, los logotipos simétricos pueden ser más agradables estéticamente, pero los asimétricos son más coherentes con las marcas que quieren ofrecer una personalidad distinta y más carismática, logrando una mejor imagen de marca.
En el caso del logo de Google no sabemos sí la persona encargada del rediseño pensó de esta manera, lo que sí parece quedar claro es que el logotipo fue muy trabajado y su diseño asimétrico no fue, en absoluto, un descuido.