El 54% de la población española utiliza actualmente la tecnología de voz para realizar alguna acción en sus aparatos inteligentes. Además, un 13% de los no usuarios se muestra abierto a su uso en un futuro próximo.
¿Nos interesa la tecnología de voz?
El estudio sobre tecnología de voz en nuestro país ha tomado como muestra a 1.029 personas que representan todas las franjas de edad y cubren la totalidad del territorio. Los españoles muestran un grado de interés por la tecnología bastante alto, puntuándolo en 7.32/10.
Andalucía se posiciona como la CC.AA que presenta un interés más alto con un 7,56%, seguida de Madrid con un 7,41%. Si analizamos la penetración de dispositivos en la población española, el smartphone es sin duda el elemento más conocido a la par que poseído, con un 98% y un 95% respectivamente. Es aquí donde los ciudadanos utilizan mayormente la tecnología de voz (87%), seguido del dispositivo de voz del coche (22%) y el altavoz inteligente (21%).
Estos últimos muestran una amplia diferencia entre el porcentaje de conocimiento (69%) y la tasa de posesión (15%). 7 de cada 10 conocen lo que es un altavoz inteligente pero tan solo posee uno 2 de cada 10.
En palabras de Aida Méndez, Head of Innovation en Webedia, «los altavoces inteligentes son el caballo de Troya. La tecnología de voz ha entrado a través de ellos pero es probable que en el futuro sea algo líquido que esté presente en todos los dispositivos».
¿Por qué no usamos un altavoz inteligente?
El análisis realizado por ISDI y Webedia sitúa la falta de utilidad, el bajo nivel de domotización de los hogares y el precio actual de los dispositivos como las principales razones que hacen que la penetración del altavoz inteligente se sitúe en el 15%. Además, un 21% de los usuarios encuestados tiene miedo a perder privacidad mientras que un 6% asegura no saber para qué sirven.
En lo que a la tecnología de voz como concepto se refiere, la seguridad y la privacidad se erigen como las dos grandes limitaciones. Además, 3 de cada 4 usuarios declaran que el haber experimentado fallos en el reconocimiento de comandos les supone uno de los mayores inconvenientes para la realización de un uso más extensivo.
En la otra mano, los usuarios identifican como principales beneficios de la tecnología de voz la practicidad de la interacción verbal (67%), la posibilidad de realización de multitareas (65%) y el ahorro de tiempo (62%).
¿NOS DAN LOS ALTAVOCES INTELIGENTES LO QUE QUEREMOS?
Uno de los puntos fuertes del estudio es la extracción de conclusiones acerca de la calidad de respuesta que se ofrece desde los principales players. El estudio ha analizado dos de los altavoces inteligentes con mayor penetración en el mercado, Google Home Mini y Alexa. Al contar con toda la potencia de su buscador web, Google es capaz de ofrecer respuestas en muchos más casos de uso que Alexa. Los datos arrojan que el primero es 18 puntos más listo que el segundo.
En cuanto al origen de la información, resulta interesante ver que en el caso de Google hasta un 43% de las respuestas dependen de contenido web, es decir, son de fuentes externas. Alexa sitúa este porcentaje en el 15%, siendo el restante respuestas nativas, es decir, fruto de la programación que hacen los equipos internos de cada plataforma.
En el caso de las fuentes externas, Amazon recurre sobre todo a skills desarrolladas por terceros y sites participados o partners de la misma plataforma. Por su parte, Google recurre a fuentes especializadas y blogs como bancos de información. En este aspecto, las cuestiones relacionadas con familia y gran consumo son los campos con mayor dependencia de contenido externo.
Analizando la calidad de respuesta entre los diferentes sectores, extraemos que el entretenimiento y las finanzas son las temáticas con un mayor porcentaje de acierto, con un 84% y un 63% respectivamente.
Y EL FUTURO ¿QUÉ?
Aunque la tecnología de voz se ha desarrollado considerablemente, aún queda mucho camino por recorrer. A pesar de ello, los datos extraídos del estudio, no se aprecia un grado de interés destacable por parte del no usuario a la hora de incorporar la tecnología de voz en su rutina a corto plazo: tan solo el 13% lo considera. En el caso de los altavoces inteligentes se alcanza una intención de compra del 12%.
Cabe destacar que, de una forma espontánea, se observa una proyección del potencial de uso de la tecnología de voz en la mejora de la vida de personas pertenecientes a colectivos vulnerables. El segmento de invidentes, personas con discapacidad y personas de movilidad reducida ocupan los tres primeros puestos en la pregunta sobre usos interesantes y futuros de esta tecnología.