Los viajes a otros planetas, que serán cada vez más frecuentes, podrían comprometer los ecosistemas de la Tierra por su impacto sobre la estratosfera y la capa de ozono.
un nuevo estudio realizado por un equipo de investigadores del Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales de EE.UU. Si continuamos aumentando la frecuencia en los viajes a otros planetas según las proyecciones actuales, se incrementaría las temperaturas de la estratosfera afectando a la capa de ozono que protege a todos los seres vivos de la Tierra de los impactos dañinos de la radiación ultravioleta.
Por lo menos es lo que afirmaEl subproducto más problemático de los lanzamientos de cohetes en el que se centraron los investigadores es el hollín, que absorbe la luz solar y retiene el calor. Según la NOAA, los cohetes utilizados en vuelos espaciales actualmente liberan unas 1.000 toneladas de material por año.
Suponiendo un aumento de diez veces en los lanzamientos alimentados por hidrocarburos en los próximos 20 años, que está en línea con las tasas actuales de crecimiento previstas, los investigadores estiman que el aumento resultante de la temperatura podría causar cambios en la circulación atmosférica y reducciones del ozono, particularmente en el hemisferio norte.
viajes a otros planetas cada vez más frecuentes
El equipo de investigación utilizó un modelo climático para simular el impacto de aproximadamente 10,000 toneladas métricas de contaminación por hollín inyectadas en la estratosfera sobre el hemisferio norte cada año durante 50 años.
Encontraron que este nivel de actividad aumentaría las temperaturas anuales en la estratosfera entre 0.5 y 2° Celsius y se reduciría la velocidad de las corrientes de chorro subtropicales, las bandas de fuertes vientos que rodean al planeta en el borde de la estratósfera y que tienen influencia en los vientos estacionales (o monzones) de verano en África e India.
«La conclusión es que los aumentos proyectados en los lanzamientos de cohetes podrían exponer a las personas en el hemisferio norte a una mayor radiación UV dañina», afirma Christopher Maloney, que dirige esta investigación.
«Las emisiones de combustión de los diferentes tipos de cohetes deberán ser evaluadas, dijeron. El hollín y otras partículas generadas por los satélites que se queman cuando caen fuera de órbita también es una fuente creciente y poco conocida de emisiones en la atmósfera media a alta. Estos y otros temas necesitarán más investigación para producir una imagen completa de las emisiones de la industria espacial y sus impactos en el clima y el ozono de la Tierra«, concluye el comunicado hecho publico por estos investigadores.
la importancia del ozono
El ozono constituye una parte muy pequeña de la atmósfera, pero su papel es fundamental para garantizar la vida de los ecosistemas terrestres. Por ello, cuando en la década de los ochenta se detectó un agujero, se activaron todas las alarmas.
De acuerdo con los resultados de un estudio científico realizado en 2018 por la Organización Meteorológica Mundial y la ONU Medio Ambiente, se espera que el ozono se recupere por completo en 2030 en el hemisferio norte y las zonas de latitud media, en 2050 en el hemisferio sur y en 2060 en las regiones polares.
Sin embargo, otros investigadores son menos optimistas y señalan que, a pesar de los logros alcanzados, queda mucho por hacer. A esa lista de deberes hay que añadir ahora el desarrollo de nuevos proyectos espaciales con menor impacto medioambiental. Como en toda actividad humana, los viajes a otros planetas también deberán ser verdes.