La genética está a la orden del día. Sistemas como Crispr/Cas9 o la mejora de alimentos copan titulares en los periódicos. Grandes proyectos como los mencionados llegan al gran público, pero a veces olvidamos que la investigación es una carrera de resistencia y hay quien lleva trabajando décadas en ella, como es el caso de la bioquímica Margarita Salas Falgueras.
Imposible de sintetizar aquí, el currículum de esta científica asturiana ocupa 56 páginas. En él encontramos más de 400 artículos científicos, cientos de conferencias y no pocos premios o reconocimientos a su trabajo. Actualmente es profesora ad honorem del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC). Sobran los motivos para hablar con ella. Para muestra, esta charla.
– Margarita, ¿imaginaba en 1961 una proyección así o una producción científica de este calibre? ¿Ha sido algo buscado?
He ido a dar el máximo. Lo que pasa es que no puedes predecir al principio a dónde vas a llegar, o si vas a llegar a mucho, a poco, a menos…
“Siempre hay algo nuevo que estudiar”
– En junio la European Inventor Award 2019 le otorgó el premio Popular Prize and Lifetime achievement por su trabajo con Amplificación de ADN para genómica. No es el primer premio, ni será el último.
El método consiste en que hay una enzima (la ADN polimerasa, abajo) que produce el fago phi29 cuando infecta una bacteria. Esta ADN polimerasa tiene unas propiedades idóneas para la amplificación del ADN.
Esto quiere decir que partiendo de cantidades muy bajas de ADN, se pueden producir con este ADN polimerasa millones de copias para su posterior estudio, secuenciación, análisis, etc.
– ¿En qué se utiliza esto?
Análisis genéticos, análisis de tipo forense, análisis de tipo arqueológico… Normalmente hay cantidades muy pequeñas de ADN que por sí solas no se podrían estudiar. Con la ADN polimerasa se amplifica millones de veces el ADN para poderlo estudiar.
– De modo que es una aplicación muy bajada a tierra.
Sí, muy directa. Se emplea mucho la ADN polimerasa del phi29.
– Para alguien que no sepa nada del virus phi29…
Es un virus bacteriano: un virus que infecta bacterias.
– Lleva cinco décadas trabajando con él.
Efectivamente, desde que volví de Estados Unidos en el año 67.
– ¿No es aburrido trabajar siempre en el mismo segmento?
No porque siempre han surgido cosas novedosas y siempre hay algo nuevo que estudiar. No nos hemos aburrido.
– ¿Hay algún logro científico del cual se sienta particularmente orgullosa?
Creo que el logro científico más relevante desde el punto de vista aplicado es precisamente la ADN polimerasa para la amplificación del ADN, que es el logro por el que me dieron el premio de la Oficina Europea de Patentes.
“La patente de la polimerasa phi29 ha sido muy rentable, pero en el año 2009 expiró”
– Además de esta patente, tiene alguna otra. ¿Da dinero?
Sí, hemos procurado patentar lo que iba saliendo con interés aplicado. La patente de la polimerasa phi29 ha sido muy rentable, pero en el año 2009 expiró. Las patentes tienen una vida de 20 años y la hicimos en 1989. Lo que hemos estado haciendo es hacer otras variantes de la ADN polimerasa para mejorar las propiedades.
– ¿Y sobre qué está investigando en la actualidad?
Fundamentalmente sobre los mecanismos de duplicación de ADN. También haciendo nuevas variantes del ADN polimerasa que incluso mejoran sus propiedades.
– ¿Qué veremos en los próximos años en biología molecular e investigación química?
Creo que una base importante que espero que consigamos es averiguar cómo funciona el cerebro. Es decir, la clave del cerebro: cómo se producen los pensamientos, palabras, sentimientos.
“La genética tiene un lenguaje”
– Además de su carrera científica, ocupa la letra «i» en la Real Academia Española. Parecen dos mundos separados, aunque con el discurso ‘Genética y lenguaje’ tendió un puente.
En el discurso comparo el lenguaje de la genética con la genética del lenguaje. La genética tiene un lenguaje, el de las cuatro letras adenina, timina, guanina y citosina. Se combinan de forma que cada tres letras dan lugar a un aminoácido.
Ese es el lenguaje de la genética, cómo se combinan estas letras para dar lugar a una proteína. Comparo esto con la genética del lenguaje: qué se conoce sobre ella. El lenguaje va cambiando, mejorando, modificándose.
Es lo que estudiamos en la Real Academia Española, donde vamos introduciendo nuevos términos en el diccionario o definiéndolos para poner al día el diccionario.
– ¿Hay alguna palabra que haya conseguido incluir en el diccionario?
Por ejemplo, está el famoso pendrive. Lo hemos introducido como «lápiz de memoria» o «memoria USB». Pero realmente yo creo que la gente sigue utilizando «el pendrive» o «el pincho» de modo coloquial. Es difícil que la gente que ya está acostumbrada a usar «pendrive» pase a usar lápiz de memoria. En el laboratorio seguimos utilizando «pendrive» o «pincho»: “Pásame el pincho”.
“En el año 67 en España no había financiación para hacer investigación”
– Cuando en 1967 viajó de Nueva York a Madrid hablaba de llegar a un “desierto” de investigación. Nueva York era el lugar donde se hacían cosas, y Madrid estaba más bien parado. ¿Ha cambiado España?
Es que en el año 67 en España no había financiación para hacer investigación. Nosotros (mi marido Eladio Viñuela y yo) nos tuvimos que traer una ayuda económica de Estados Unidos para poder trabajar en España. Si no, no hubiésemos podido volver. Gracias a esta ayuda de cinco años pudimos empezar nuestra aventura aquí.
Ha cambiado mucho, por supuesto, pero estamos en muy mala situación económica desde el punto de vista de la financiación de la investigación. Estamos al mínimo, a la cola de la Unión Europea en financiación de la investigación. Es decir, que estamos pasando por momentos muy malos.
– Y sin embargo suele usar la frase “No concibo la vida sin investigación” en diferentes apariciones públicas. ¿Ve esta pasión en sus colegas más jóvenes?
Los colegas que empiezan tienen el afán de meterse en la investigación y descubrir. Lo que pasa es que hoy día la situación es complicada y los jóvenes, que realmente hacen muy buenas tesis doctorales, si salen al extranjero a hacer una formación posdoctoral, el problema que tienen es que no pueden volver por falta de financiación.
Nosotros formamos muy buenos doctores. Se hace muy buena investigación en España a pesar de la poca financiación, y se forman muy buenos doctores.
– ¿Algún consejo a alguien que esté dando los primeros pasos en ciencia?
Que si a uno le gusta la investigación no se eche para atrás. Debe seguir adelante a pesar de las dificultades.
En Nobbot | Valle Palomo Ruiz: «La colaboración entre personal científico es uno de los pilares de la investigación»
Imágenes | Margarita Salas, Yikrazuul, Dr Graham Beards, Miguelsierra