En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha cobrado una importancia cada vez mayor en la industria tecnológica y ha sido objeto de una amplia investigación en diferentes campos.
Se trata de una tecnología que se basa en la simulación de la inteligencia humana en máquinas, y que puede realizar tareas que antes eran exclusivas de los seres humanos, como la toma de decisiones, el reconocimiento de patrones y el aprendizaje automático.
El reciente lanzamiento de la nueva versión de ChatGPT o la incorporación de Inteligencia artificial a Gmail, de Google, han vuelto a generar ríos de tinta sobre estos avances.
Un poco de historia
La historia de la inteligencia artificial se remonta a los años 40, cuando los científicos comenzaron a desarrollar algoritmos y modelos matemáticos para simular la inteligencia humana. En el artículo «A Logical Calculus of Ideas Immanent in Nervous Activity», publicado por Warren McCullough y Walter Pitts en 1943, estos científicos presentaron el primer modelo matemático para la creación de una red neuronal.
El primer ordenador de red neuronal, Snarc, fue creado en 1950 por dos alumnos de Harvard: Marvin Minsky y Dean Edmonds. Ese mismo año, Alan Turing publicó el Test de Turing, que todavía se utiliza hoy para valorar las IA.
En 1952, Arthur Samuel creó un software capaz de aprender a jugar al ajedrez de forma autónoma. El término inteligencia artificial fue utilizado por primera vez en la conferencia «Dartmouth Summer Research Project on Artificial Intelligence» de John McCarthy en 1956. En ese acto, los investigadores presentaron los objetivos y la visión de la IA y se considera esta conferencia como el verdadero nacimiento de la inteligencia artificial, tal y como se conoce hoy en día.
Uno de los primeros proyectos de IA fue el «Programa de ajedrez» de IBM, Deep Thought, que fue diseñado para jugar al ajedrez contra un oponente humano. A lo largo de los siguientes años, los investigadores han desarrollado diferentes enfoques y técnicas para la IA, como las redes neuronales o el aprendizaje profundo que hoy son utilizadas en infinidad de aplicaciones.
ChatGPT y bard popularizan la inteligencia artificial
Una de las tendencias más importantes en la IA en los últimos años ha sido el creciente uso de algoritmos de aprendizaje automático. Estos algoritmos permiten a las máquinas aprender de manera autónoma a partir de grandes conjuntos de datos, lo que les permite mejorar su rendimiento en una amplia gama de tareas.
Algunas de las aplicaciones más comunes de los algoritmos de aprendizaje automático incluyen la clasificación de imágenes, el reconocimiento de voz y el análisis de texto. Este sería el caso de ChatGPT4, de Microsoft y Open AI; o Bard, de Google que están popularizando el uso de la Inteligencia Artificial.
Preguntado por las diferencia de ChatGPT4 respecto a su versión anterior, su respuesta fue: «Lo siento, como modelo de lenguaje no tengo conocimiento sobre versiones específicas de mí mismo. Soy un modelo entrenado y mejorado con nuevos datos, pero no tengo conciencia de versiones específicas». Lo cual nos hace pensar que no tiene conciencia de sí misma y esa es una significativa diferencia respecto a la inteligencia humana. O no.
ChatGPT4 detecta algo raro
Fuente: hmmm (Reddit)
La imagen muestra un paquete para un adaptador «Lightning Cable» con tres paneles.
Panel 1: Un teléfono inteligente con un conector VGA (un conector grande, azul de 15 pines que generalmente se usa para monitores de computadora) conectado a su puerto de carga.
Panel 2: El paquete para el adaptador «Lightning Cable» con una imagen de un conector VGA en él.
Panel 3: Un primer plano del conector VGA con un pequeño conector Lightning (utilizado para cargar iPhones y otros dispositivos Apple) en el extremo.
Y aquí viene la parte más curiosa de la respuesta, que viene a demostrar que sus algoritmos están alcanzando una capacidad analítica cada día más sorprendente: El humor en esta imagen proviene de lo absurdo de conectar un conector VGA grande y obsoleto en un puerto de carga de teléfono inteligente pequeño y moderno.
inteligencia artificial para tomar decisiones
Otra tendencia importante en la IA es el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial más complejos y sofisticados, que pueden llevar a cabo tareas más avanzadas. Por ejemplo, los sistemas de IA avanzados pueden ser utilizados para la toma de decisiones en tiempo real, la detección de fraude en el comercio electrónico y la optimización de procesos industriales. También para actividades artísticas.
La IA también está impulsando la evolución de la robótica, permitiendo la creación de robots más inteligentes y autónomos. Los robots inteligentes pueden ser utilizados para tareas que antes eran peligrosas o difíciles de realizar para los seres humanos, como la exploración espacial, la investigación en ambientes peligrosos y la limpieza de desechos tóxicos.
A medida que la IA se vuelve más avanzada y omnipresente, también plantea desafíos éticos y sociales. Uno de los principales es el riesgo de que los sistemas de IA sean utilizados para fines malintencionados, como la vigilancia masiva o la manipulación de la opinión pública. Además, la IA también plantea retos relacionados con la privacidad y la protección de los datos personales, ya que los algoritmos de IA pueden analizar grandes cantidades de información sobre los usuarios.
En todo caso, la IA también presenta oportunidades significativas para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas.