Así lo asegura un estudio científico de la revista Nature Astronomy: la deformación del disco de la Vía Láctea está provocada por la acción de una gigantesca masa invisible la materia oscura.
Según los responsables del informe, y gracias a los datos aportados por la misión espacial GAIA, aunque la peculiar estructura de nuestra galaxia podría ser resultado en parte de las colisiones con otras galaxias hace miles de millones de años, la única explicación de su forma actual estaría en la acción de esa gran masa de materia oscura que envuelve e impregna la Vía Láctea.
Es uno de los grandes misterios de la Ciencia y el Universo pero se sabe que la mayoría de galaxias, incluida nuestra Vía Lactea, están rodeadas por un gigantesco halo de materia oscura que, con el tiempo, puede afectar a la masa de la galaxia contenida en él debido a sus efectos gravitacionales.
En este caso, el halo se encontraría inclinado respecto al plano de la galaxia y esto habría ido provocando la deformación del disco galáctico, una de las partes de las que se compone la Vía Láctea, y llevarla a su forma actual. Pero ¿sabemos qué es la materia oscura?
¿Qué es la materia oscura?
La materia oscura es, como decimos, un gran misterio. Sobre todo porque es algo que no podemos ver directamente, porque no emite, absorbe, ni refleja luz. Sin embargo sabemos que existe por los efectos que provoca en la gravedad y la manera en la que las galaxias se mueven.
De hecho, tal y como os contamos, hasta un 26 % del universo estaría compuesto de materia oscura, una forma misteriosa de materia que, junto a la (no menos misteriosa) energía oscura —también invisible y causante de la expansión acelerada del universo— llenarían el espacio casi por completo, dejando a la materia ordinaria, la que conocemos, sólo un 4% de la composición del universo.
Teniendo esto en cuenta nos podemos hacer una idea de por qué los estudiosos de la física de partículas y la cosmología moderna se han devanado los sesos para intentar explicar ambas cosas.
La materia oscura en concreto es invisible, puesto que no emite ningún tipo de radiación electromagnética. Gracias a los avances tecnológicos de las últimas décadas se han realizado muchos experimentos para intentar comprender su naturaleza (por ejemplo en el famoso colisionador de hadrones del CERN) pero aun así sigue siendo un misterio.
Por ello, también ha habido estudios que han dudado de su existencia pero en general está aceptada su existencia, aunque sólo se haya demostrado de forma teórica. No se conoce nada de su composición, pero se considera que la materia oscura es necesaria porque, según las observaciones científicas, en el universo hay más gravedad de la que se puede explicar con la cantidad de materia visible que observamos (estrellas, planetas y gas).
Sin la materia oscura y la gravedad que genera, las galaxias no se mantendrían unidas de la manera en que las observamos. Por tanto, sería una especie de “pegamento” cósmico que mantiene todo en su lugar.
¿Es lo mismo la materia oscura que la antimateria?
Tal vez os hay venido a la cabeza ese otro término, la antimateria, y os estéis preguntando si son la misma cosa. Pues bien, la respuesta es que no, que aunque ambas aún son misteriosas, se trata de dos conceptos muy diferentes dentro de la física.
Mientras que la materia oscura es, como hemos contado, una forma de materia invisible (que no emite, absorbe ni refleja luz), la antimateria es una forma de materia compuesta por antipartículas, que tienen cargas opuestas a las de la materia convencional.
Cuando una partícula de materia se encuentra con su antipartícula, pueden aniquilarse mutuamente, liberando una enorme cantidad de energía. Afortunadamente, la antimateria es muy escasa en comparación con la materia ordinaria.
Otra pregunta que tal vez te puedas hacer es dónde se encuentra la materia oscura y tampoco hay una respuesta clara. Se supone que está en todas partes, distribuyéndose por todo el universo, formando estructuras a gran escala como hilos y halos alrededor de las galaxias.
Y, según el estudio que citábamos al principio, su acción podría causar cosas como la deformación del halo de la Vía Láctea. En cualquier caso, está claro que entender la composición y distribución de la materia oscura es uno de los grandes desafíos de la cosmología actual.