Los papeles de la Castellana. Las tarjetas Black. El ‘compi yogui’. La confesión de Correa. El caso Cifuentes. En menos de seis años, eldiario.es se ha convertido en un referente del periodismo en España. A nivel de audiencias se codea con algunas de las cabeceras históricas. Además, lo ha hecho apostando por un modelo de negocio diferente al de su competencia: los suscriptores. Los más de 32.000 socios suponen ya un tercio de sus ingresos. Joan Checa, uno de los accionistas, fundadores y director gerente de eldiario.es, nos habla de periodismo, negocios y, claro, de la última exclusiva del medio.
– Tenemos que empezar por el ‘caso Cifuentes’. ¿Cómo ha sentado en la redacción la citación judicial para Raquel Ejerique e Ignacio Escolar?
El ‘caso Cifuentes’ fue para nosotros una inyección de moral tremenda desde el punto de vista periodístico. Gracias a la investigación de Raquel, Ignacio y el resto del equipo,fuimos capaces de poner sobre la mesa una serie de falsedades e irregularidades de esta persona y de la Universidad Rey Juan Carlos.
Desde el punto de vista económico también nos vino muy bien. Prácticamente hemos crecido en 10.000 socios en los últimos dos meses. Han aumentado las páginas vistas, con el consiguiente incremento de ingresos publicitarios.
En cuanto a la querella que nos han interpuesto, hemos estado hablando con nuestros abogados y esto no va a ningún sitio.
– ¿Cuál es la posición del medio para las próximas semanas?
Tienen que comparecer Ignacio y Raquel y nosotros haremos lo que hay que hacer. Es algo que no tiene mucho sentido, intentan matar al mensajero. Éramos conscientes desde el primer momento de que esto podía pasar. Seguiremos adelante, contando el procedimiento y con ánimo.
Esta señora [cifuentes] no ha hecho las cosas bien. Y lo que intenta es criminalizar a quien ha destapado los hechos, que no son delictivos, pero no son válidos.
– ¿Qué pasa en un sistema para que, de forma habitual, se intente criminalizar al mensajero?
No lo sé, la verdad. No tengo ni idea. Esto es una rabieta. Esta señora no ha hecho las cosas bien. Y lo que intenta es criminalizar a quien ha destapado los hechos, que no son delictivos, pero no son válidos. No tenemos nada más que decir. Cumpliremos con lo que nos pida el juez y seguiremos protegiendo nuestras fuentes.
– Cinco años creciendo y sin perder dinero en un contexto complicado. ¿Hasta qué punto son importantes este tipo de noticias como el ‘caso Cifuentes’ en vuestro éxito empresarial?
Estas noticias ayudan, evidentemente. Pero yo creo que el éxito de eldiario.es es construir una comunidad que confíe en nuestra credibilidad. El último Informe anual del Reuters Institute nos coloca en cuarto lugar de audiencia entre medios digitales por detrás de ‘El País’, ‘El Mundo’ y ‘El Confidencial’.
– Una de las cosas que os diferencia del resto de medios es apostar por los socios o suscriptores. ¿Cómo y por qué se decide apostar por este modelo?
Al principio, cuando arrancamos en 2012, éramos ocho personas. Ahora somos 80 y 30 más repartidos en distintas delegaciones en España. A diferencia de lo que está sucediendo con los grandes medios, que están cerrando las delegaciones locales, nosotros tenemos ya presencia en todas las comunidades autónomas salvo Asturias, Castilla y León y Baleares.
El popurrí de periodistas que tenemos viene, sobre todo, de ‘ADN’ y ‘Público’. Ignacio Escolar fue director y fundador de ‘Público’. Cuando cerró, algunos sectores de lectores manifestaron que podrían haber aportado dinero si hubiesen sabido de la situación del periódico. Esto nos hizo pensar.
Siempre que hay una noticia relevante aumentan los socios, como el caso de las tarjetas Black. El tema de Cifuentes es el hito más significativo.
Salimos con un capital de un millón de euros, todos ahorros de la gente que arrancamos el proyecto. Teníamos para aguantar casi tres años sin ingresos. Pensamos en probar el tema de los socios porque teníamos una comunidad. En los primeros meses alcanzamos más de 2.000 suscriptores. Ahora tenemos 32.500.
Siempre que hay una noticia relevante aumentan los socios, como el caso de las tarjetas Black. El tema de Cifuentes es el hito más significativo en crecimiento de socios. Entendemos que los suscriptores son una fuente de financiación sin la que no podríamos estar donde estamos.
– Sin embargo, no generáis mucho contenido exclusivo para estos socios, como sí sucede en otros medios.
De hecho, cuando arrancamos, a los socios no les ofrecíamos absolutamente nada. Era solo por apoyar un proyecto de periodismo libre e independiente. Esto se ha ido construyendo a lo largo de los años. Ahora mismo, los socios representan un tercio de nuestros ingresos. El resto es publicidad.
A lo largo de los años nos dimos cuenta de que algo había que darles a estos socios. Ahí surgió la revista trimestral, que funciona francamente bien, la posibilidad de ausencia de publicidad en la web, eventos y presentaciones para socios… Es curioso el tema de la publicidad. El lector es inteligente y sabe que los anuncios son necesarios. Que la publicidad es parte del juego. El uso de adblockers en nuestra página está muy por debajo de la media nacional, en torno al 7%.
Ojalá pudiese llegar un día en que la única fuente de ingresos fuesen los suscriptores. A corto o medio plazo lo vemos inviable.
– ¿Barajáis dar el salto a un modelo de negocio más centrado en abonados?
Muchos medios se lo están planteando, se está hablando. Nosotros, la verdad, no somos partidarios de crear un muro de pago. Somos hispanos y no nos gusta pagar prácticamente por nada. El periodismo se tiene que pagar, pero es bastante complicado depender solo de socios. Ojalá pudiese llegar un día en que la única fuente de ingresos fuesen los suscriptores. A corto o medio plazo lo vemos inviable. Tampoco somos partidarios del muro de pago porque no creemos que la gente deba pagar por leer. Queremos que la gente pague porque cree en el medio.
– Entonces no contempláis imitar otros modelos como el del ‘New York Times’, con un número limitado de artículos gratuitos al mes y el resto de pago.
Estamos un poco expectantes. De entrada, no lo vamos a hacer. Pero tampoco vamos a decir de esta agua no beberé. Tendremos que ir evolucionando, tal como hemos hecho hasta ahora, por el método de prueba y error.
– A priori, ¿crees que un modelo que abandone la dependencia de la publicidad tendría efectos positivos sobre el periodismo?
Sí. Pero por la idiosincrasia del español medio, aquí, hoy por hoy, es bastante complicado. Tiene que haber una labor de concienciación bastante amplia. Por ejemplo, hay plataformas de pago en televisión que están funcionando. Pero se trata de entretenimiento. El tema de la información es más complejo. Creo que será más difícil hacer pagar al lector porque siempre habrá un medio que lo dé gratis.
Ver que determinadas personas, por su condición política, tienen una serie de favores o ventajas, o incluso les regalan las cosas, indigna mucho al lector.
– En los dos meses que siguieron a la publicación de la exclusiva de Cifuentes, habéis conseguido casi 10.000 suscriptores nuevos. ¿Qué tipo de noticias generan más visitas y más socios?
Todas las que afectan al bolsillo de la gente. En el ‘caso Cifuentes’, por ejemplo, el que más y el que menos tiene hijos que estudian y se esfuerzan para sacarse una carrera. Ver que determinadas personas, por su condición política, tienen una serie de favores o ventajas, o incluso les regalan las cosas, indigna mucho al lector. Poner este tipo de noticias encima de la mesa genera comunidad y confianza.
Otra de las puntas que detectamos que genera también bastantes socios es cuando el medio se puede ver amenazado. Por ejemplo, cuando la Cadena SER decidió prescindir de Ignacio Escolar como colaborador por cuestiones que no tenían nada que ver con el periodismo.
La noticia que impacta e indigna a la gente, la que no publica nadie, es la que atrae a los socios. Mantener y reforzar la credibilidad es lo básico.
– Sin embargo, vemos que otros medios ponen en riesgo su credibilidad con prácticas como el clickbait, solo por conseguir más audiencia.
Efectivamente, vemos el tema de Facebook, la compra de tráfico, el tema de los gatitos, la información ligera… Cada medio opta por la herramienta que considera mejor en la guerra de las audiencias. A nosotros, la audiencia, evidentemente, nos preocupa, porque regula la inversión publicitaria. Pero esa no es nuestra vía.
– ¿Cuál ha sido el impacto de las redes sociales en el negocio periodístico?
En nuestro negocio, mucho. Nacemos al albor de las redes sociales. Nuestra audiencia móvil es muy fuerte, alrededor del 70-80%. El pasado mes de noviembre, ComScore cambió el criterio a la hora de medir esta audiencia, restándole peso al tráfico que llegaba desde iPhone, porque entendían que había muchos más dispositivos Android en el mercado. A nosotros nos bajó la audiencia un 10% ese mes. El tipo de lector que tenemos es muy preparado y muy sensible al uso de las tecnologías y de redes sociales.
– Volviendo sobre el asunto de la credibilidad, ¿cuáles crees que son las causas de la crisis de confianza en los medios de comunicación?
Hay una dependencia brutal del dinero público y de los accionistas y los créditos. Por diferentes motivos, hay medios que tienen empresas en su accionariado que condicionan la información. Después está el tema de la inversión pública. La independencia del medio es básica para mantener la credibilidad.
Nosotros tenemos poca inversión pública. Mantenerlo así es un reto que tenemos por delante. Acabamos de crear un equipo propio de ventas publicitarias, lo que nos permite controlar mejor la generación de este tipo de ingresos.
– En plantilla todavía estáis lejos de las grandes cabeceras. ¿Qué estimaciones de crecimiento manejáis para los próximos años?
Nos gustaría crecer al albor de los ingresos. Al principio, todo el crecimiento se producía en redacción. Ahora que ya tenemos un tamaño medio tenemos que reforzar otras áreas como la comercial, la publicidad, el marketing, la tecnología… Inicialmente se apostó solo por el tema periodístico, pero ahora estamos ante el reto de dotar a las estructuras de personal y organización.
Pero no tenemos un objetivo. Somos conscientes de que esto puede cambiar. La mayoría venimos de proyectos que fueron deficitarios o tuvieron que cerrar, como ‘Público’ o ‘ADN’. Queremos hacer periodismo, pero no queremos pasarlo mal por crecer demasiado.
– Algunos diarios online como el vuestro han roto con una práctica consolidada en la prensa tradicional: no nombrar a la competencia. ¿Por qué?
Es ilógico no nombrar. Si los papeles de Panamá los saca laSexta y ‘El Confidencial’, nosotros tenemos que citar de dónde viene la información. Nos da mucha rabia cuando otros medios no lo hacen. Citar otros medios debería ser una práctica habitual.
– Y también señaláis las malas prácticas periodísticas en otros medios.
Yo creo que mucha gente no sabe cómo funcionan los medios. La transparencia es muy importante, es básica. Lo mismo que pedimos para las administraciones públicas deberíamos hacerlo todos los medios.
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