Todos hemos visto esta escena: el mago pronuncia una palabra mágica y lleva a cabo sus trucos. Decía Arthur C. Clarke que “cualquier tecnología es indistinguible de la magia”, y tenía razón. Ahora, cuando pronunciamos la fórmula ‘mágica’ “Ok Google”, un dispositivo conectado a internet espera paciente nuestras órdenes. Hemos cambiado los trucos y engaños por tecnología.
Siri, Alexa, Cortana u «Ok Google» (de Google Assistant™) son comandos activados por voz que predisponen a un robot sin brazos a echarnos un cable. Hace una década la idea habría chirriado, y hoy es una realidad. Te contamos qué puede hacer por ti un dispositivo como Google Home (arriba), cómo se configura y cómo hace para funcionar. Todo empezó con Hefesto, y un golem hebreo.
Con tecnología, hemos hecho realidad la fantasía
En casi todas las novelas de fantasía épica, la magia juega un papel predominante. A un vocablo del mago, el ejército amigo se cura o un bosque empieza a andar. Como el golem de Praga —de los primeros autómatas clásicos tras las construcciones griegas de Hefesto—, cuando la palabra hebrea Emet (???, verdad) lo imbuía de vida a la espera de sacar agua del río, los asistentes digitales esperan pacientes a que activemos su ‘magia’.
La ciencia ficción también ha jugado con el concepto. ‘Matrix’ (1999), un entorno de simulación digital para la mente, respondía a la voluntad de Neo; y en ‘Rick & Morty’ (3×01, ‘The Rickshank Rickdemption’), uno de los personajes moldea una simulación usando código desde dentro.
No vivimos en una, o eso creemos, pero “Ok Google” es precisamente eso: un código con el que podemos moldear la realidad, dentro de unas capacidades, a nuestro antojo. Algo imposible hace tan solo unos años.
¿Qué puede hacer por nosotros un asistente como Google Home?
Los asistentes digitales se están posicionando rápidamente en el mercado, con Google Assistant™ y Alexa a la cabeza. Alexa, de la marca Amazon, fue el primero en entrar en los hogares americanos en forma de dispositivo. Google Assistant™, sin embargo, llegó mucho antes y está instalado por defecto en una gran cantidad de teléfonos Android. Estos abarcan el 85,9% de la cuota de mercado. Al asistente de Google de tu teléfono le puedes pedir un gran número de acciones:
- Hacer búsquedas en Google gracias al procesamiento del lenguaje natural.
- Enviar un WhatsApp a la persona o grupo que desees, pudiendo dictar el mensaje.
- Localizar la mejor ruta a un punto e incluso cambiar la ruta en marcha sin levantar las manos del volante.
- Realizar llamadas.
Los dispositivos Google Home, instalados en hogares y oficinas, disponen de algunas características comunes y herramientas propias. Por ejemplo, están optimizados para interactuar con un universo de servicios locales. Es decir, podrás enviar contenido de la radio o Netflix al televisor con una orden. Como usuario de un Google Home Mini, puedes utilizarlo para muchas acciones:
- Poner alarmas en casa, muy útil si no te llevas el móvil a la cama para evitar adicciones digitales.
- Informarme sobre la meteorología antes de elegir prendas para salir a la calle.
- Reproducir música desde la cuenta de YouTube Music.
- Programar el termostato de la oficina, aunque para eso este ha de estar conectado.
- Solicitar un resumen de las noticias más relevantes, que por desgracia aún son monopolizadas por asuntos enteramente políticos.
Este último punto es muy interesante por cómo se están adaptando los medios digitales al envío de información compacta. Cadenas de radio como BBC, CNN, Sputnik Moscow, J-WAVE (Tokio), o diarios como ‘El País’, incluyen pequeños fragmentos de audio en forma de podcast. De unos tres minutos de duración, se optimizan para dispositivos como Google Home o Alexa. Esto está cambiando y haciendo más rico el concepto “radio”.
¿Cómo puedo instalar un dispositivo Google Home?
Google Home es una gama de dispositivos —Google Home (abajo) y Google Home Mini (arriba, más pequeño)— cuya instalación es extremadamente sencilla. Lo primero que debemos hacer es conectar el dispositivo a la red eléctrica con su cable, disponer de una red wifi doméstica y un teléfono enlazado a esa red.
Una vez completados estos tres puntos, nos descargamos la aplicación Google Home en nuestro terminal Android e iOS. Al abrirla, pulsamos el “+” que vemos en una de las imágenes superiores. El móvil detecta automáticamente el dispositivo y este se enlaza a la red wifi. No tendremos que volver a hacer esto nunca más, y nuestro dispositivo estará listo para usarse.
Si es la primera vez que lo utilizamos, el propio aparato nos pedirá que repitamos varias veces la invocación “Ok Google” para distinguir nuestros patrones de voz. Pero ahí radica toda la dificultad. A partir de entonces podemos usar este nuevo abracadabra para programar tareas en el calendario, lanzar contenido al televisor si este es inteligente o dispone de Chromecast, disfrutar de juegos, traducir o realizar operaciones matemáticas, entre otros poderes
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