El impacto nulo es imposible. Todas nuestras acciones tienen su huella en el entorno, generalmente medida en toneladas de CO2. Dicho esto, hay formas de minimizarla y las hay para todos los gustos: evitar volar en avión, no coger un coche, comer menos carne, no tener hijos… ¿Qué hay de las viviendas? Pues los datos son contundentes: evita las viviendas unifamiliares si te es posible.
Se habla mucho de las viviendas pasivas, de la climatización inteligente y de métodos de ahorro; y poco sobre la forma de las casas o la manera de diseñar un barrio. ¿Sabías que alguien que viva en Houston (EE.UU.) gasta en transporte cinco veces más solo por cómo están diseñadas las casas? Explicamos por qué con ejemplos asequibles y sin cálculos.
Más superficie expuesta implica mayor consumo
Uno de los motivos más evidentes a la hora de descartar la vivienda unifamiliar es muy gráfico. Las casas consumen mucho más que los pisos para lograr el mismo nivel de confort. En el esquema de abajo (sí, está dibujado en Excel) podemos ver tres tipos de vivienda.
Los bloques grises, azul y verde representan viviendas en forma de pisos verticales. Los naranjas, una urbanización de chalets. Suponiendo que en todas viven el mismo número de personas, que el área es similar y que tienen un aislamiento similar (es decir, son viviendas comparables en uso), ¿sabrías decir cuál de ellas consume más en calefacción?
En efecto, los bloques naranjas consumirán muchísima más energía. El motivo es, como se ha mencionado arriba, que estos tienen mucha más área expuesta al exterior. Dicho esto, para viviendas de pisos muy altos expuestos al viento esta aproximación ya no es válida. El motivo es que si hay más viento, aumenta el intercambio de calor. Mejor pisos de la misma altura que los pisos vecinos.
Abajo podemos ver un cálculo gráfico de cómo aumentan las pérdidas de energía en una vivienda según su superficie expuesta. Ojo, que la mayoría de chalets tienen tejado a varias aguas y sus superficies son aún mayores, pero nos sirve para darnos cuenta del gasto. Es abrumador.
No hace falta ser matemático ni tener medidas precisas para saber que la urbanización de chalets no es una propuesta sostenible a nivel medioambiental. Tampoco las viviendas con mucha superficie aunque no sean chalets unifamiliares. Cuanto más se parezca una vivienda a un cubo, y cuantas más paredes linden con los vecinos, más eficiente será la construcción.
El consumo por las distancias en EE.UU.
El americano promedio gasta al año 12.984 kWh. Un europeo 5.908 kWh. La media mundial está en 3.127 kWh. Es decir, los europeos gastamos el doble que la media mundial y los americanos más de cuatro veces más. ¿Por qué? Buena parte del gasto se origina en el transporte y en el modo en que han sido diseñados los barrios. Los chalets unifamiliares son la peor opción posible.
El gráfico de abajo, elaborado en 2011 por la Organización Mundial de la Salud, muestra el gasto por persona (vertical) en base a la densidad urbana (horizontal). En rojo se encuentran las ciudades en las que el vehículo privado es la única opción efectiva de movilidad. En la parte inferior se hayan aquellas ciudades en las que moverse en transporte privado supone un problema.
¿Por qué esta diferencia entre lugares del mundo? Las ciudades españolas se encuentran dentro de la burbuja naranja. En ellas predominan los edificios de pisos y los barrios densos, compactos y con transporte público. Arriba, encabezados por la tragedia que supone el urbanismo de Atlanta y Boston, las ciudades que son casi en su totalidad conjuntos de barrios de chalets unifamiliares.
¿Por qué la OMS dibujó este gráfico? Porque hay una relación entre el consumo de energía para el transporte y el nivel de contaminación. Esta se mitiga con movilidad cero emisiones, pero invertir en chalets genera un gasto social en sanidad de grandes magnitudes. Si puedes evitarlos, mejor.
Servicios públicos más caros en vivienda unifamiliar
Piensa en el camión de la basura, en el autobús público o en las ambulancias. Los chalets unifamiliares no solo constituyen un gasto privado a quien vive allí. Los barrios compactos son mucho más asequibles en gasto público. Ahora piensa en otro tipo de servicios públicos como carreteras y todos los elementos de los que dependen: señalización, balizamiento, semafórica…
El coste medioambiental y contable se multiplica en barrios dispersos y simplifica en barrios más compactos. El servicio público de agua y el suministro eléctrico también es más costoso en barrios en los que las casas estén más separadas. Cómo de bonitos sean estos barrios no tiene un peso positivo en el medioambiente.
Eso sin contar el hecho de que personas jóvenes que no tengan el carné de conducir, ancianos que no tengan coche o personas con diferentes discapacidades se encuentran aislados dependen de servicios públicos que les ayuden a desplazarse. Servicios públicos que gastan más.
La mentalidad del consumidor ha ido cambiando en los últimos años. Ahora compramos verdura local, evitamos bolsas de plástico y bebemos agua del grifo para evitar las botellas desechables. A nivel doméstico aislamos viviendas, eliminamos el gas e invertimos en electrodomésticos triple A. Dentro de poco evitaremos comprar viviendas aisladas de los núcleos poblados por conciencia medioambiental.
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Imágenes | chuttersnap, Jonas Hoss