En la era de las redes sociales, acostumbrados a interactuar a diario con Facebook, Twitter, Instagram, Google o WhatsApp, nos olvidamos de que estas herramientas son fenómenos únicos en la Historia de la Humanidad capaces de movilizar centenares de miles de personas en ubicaciones geográficas muy diferentes en cuestión de horas o incluso minutos.
Ya en el pasado, Twitter ha hecho valer su dimensión más social para movilizar a personas, compañías u organizaciones y también, desde una perspectiva más amplia, sentimientos de solidaridad y apoyo o también de rechazo y repulsa hacia causas con un impacto mediático importante. Recientemente, Twitter volvió a ser el motor de la solidaridad tras las explosiones de Dortmund al paso del autobús del equipo Borussia de Dortmund en su recorrido hacia el estadio local con motivo del partido de la Champions entre el Borussia y el Mónaco.
Estas explosiones no tuvieron el efecto devastador que podrían haber ocasionado, por lo que todo quedó en una conmoción social de gran calado a nivel internacional, una lesión en el brazo del jugador Marc Bartra del Borussia que ha requerido atención hospitalaria y la suspensión del partido hasta mañana miércoles a las 18:45.
Los hinchas del equipo visitante desplazados hasta Dortmund, tenían muy complicado encontrar alojamiento hasta la celebración del partido y muchos de ellos estaban planeando volver en la noche de ayer a su casa, pero Twitter, de nuevo, se mostró como una plataforma de movilización extraordinaria y un hashtag empezó a obrar el milagro de los panes y los peces en su particular versión contemporánea en la era de Internet.
#bedforawayfans, de cero a 135.000 en 16 horas
Las explosiones tuvieron lugar a las 19:15, y a las 21:10 un tuit desde la cuenta oficial del Borussia Dortmund invitaba a seguir el hashtag #bedforawayfans en Twitter para coordinar el alojamiento de los seguidores del Mónaco hasta la celebración del partido el miércoles.
Justo tras anunciar el aplazamiento del partido, el Borussia Dortmund (@BVB en Twitter) lanzaba este tuit en el que se mencionaba la cuenta oficial del Mónaco (@AS_Monaco_EN) junto con la etiqueta o hashtag #bedforawayfans creada para centralizar las ofertas de alojamiento que los seguidores del equipo local pudieran hacer a los visitantes hasta el miércoles.
El propio Mónaco retuiteó la iniciativa del Borussia, creando el escenario propicio para captar el interés de los seguidores de ambos equipos y dejar que la solidaridad siguiese su curso. En pocos minutos, Twitter obró el milagro de la solidaridad y permitió, una vez más, expresar lo mejor de la naturaleza humana en forma de tuits donde se vé cómo los seguidores del Mónaco iban encontrando alojamiento en la casa de los seguidores del Borussia o de cualquier otra persona movida por la causa #bedforawayfans.
La evolución de este hashtag se puede analizar usando herramientas analíticas como Trendsmap gracias a las cuales podemos conocer datos tales como el número de tuits con esa etiqueta, el número máximo de tuits por minuto (TPM), la procedencia geográfica de los mismos o incluso desde que plataforma se ha hecho el tuit o el retuit.
En concreto, en poco más de 16 horas ya había unos 135.000 tuits relacionados con este hashtag, la mayoría de los cuales se publicaron durante las primeras horas. Son cifras espectaculares, inimaginables hace tan solo unos pocos años de cara a difundir y dar a conocer iniciativas que involucren a decenas de miles, centenares de miles o millones de personas.
El objetivo principal se cumplió, y además se consiguió un interesante efecto colateral como es el de hacer valer la solidaridad y la colaboración frente a los ataques terroristas, con muchos tuits haciendo apología de sentimientos de unión y cooperación.
También hubo quienes se aprovecharon del «tirón» de este hashtag para tratar de dar visibilidad y tráfico a causas que bien poco tienen que ver con la original acompañando tuits con contenidos tan desconectados de la actualidad del atentado como pueda ser una publicación científica con el hashtag @bedforawayfans.
Twitter y las causas: no es un fenómeno nuevo
Con todo lo mediática que es la iniciativa #bedforawayfans, haciendo que dos equipos rivales en el campo de juego cooperen fuera de él para hacer frente a un contratiempo tan dramático como un atentado, Twitter cuenta con un nutrido historial como plataforma para movilizar causas e iniciativas.
No siempre son causas sociales. También las hay de índole personal, corporativa o reivindicativa para causas de colectivos desfavorecidos, por ejemplo. En todos los casos, el mérito de Twitter es el de conseguir que muchas de estas causas se materialicen en la práctica. En el caso de #bedforawayfans, muchos seguidores del Mónaco consiguieron alojamiento hasta el miércoles, por ejemplo.
En otros casos, la materialización de una causa es en dinero. Como #GivingTuesday, una iniciativa que surge en Estados Unidos en 2012 como reacción al consumismo del Black Friday, y que a día de hoy se ha convertido en un movimiento global alrededor del acto de dar y compartir.
Otra de las fórmulas que se ven en Twitter es la que se originó con motivo de los terremotos en Japón en 2011, #PrayforJapan, con una motivación emocional y solidaria principalmente, que posteriormente ha sido usada en otros momentos bajo la forma de #PrayforParis con motivo de los atentados en la capital francesa, o más recientemente como #PrayforPeru, tras las inundaciones del pasado mes de marzo.
Otro caso es el de #IceBucketChallenge, que en 2014 consiguió movilizar a una gran cantidad de influenciadores y personajes relevantes del mundo de los negocios, los medios de comunicación o la cultura para reunir fondos para financiar proyectos de investigación sobre el ALS, una enfermedad para la que no hay cura.
Cuando se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo en junio de 2015 en Estados Unidos, el hashtag #lovewins llenó Twitter con manifestaciones de apoyo y celebración de tal hito. Incluso el Presidente Obama se unió publicando un tuit con dicho hashtag.
Twitter también permite movilizar causas personales, como la de Carter Wilkerson, un chaval de 16 años que preguntó públicamente en Twitter a la cadena de comida rápida Wendy’s cuántos retuits harían falta para que tener derecho a un año de nuggets gratis. La respuesta fue «18 millones», lo cual, lejos de desanimar a Carter, hizo que lanzase una petición en Twitter para conseguir esos 18 millones de retuits.
Esta petición se ha hecho viral y Carter ya ha conseguido más de dos millones de retuits, junto con un impacto mediático que lleva camino de convertirse en un rompe récords en redes sociales, además de materializarse en una serie de objetos de merchandising y una fundación contra el cáncer, y todo ello en cuestión de pocos días.
Twitter, un potencial sin parangón
La lección que se puede aprender a partir de estos casos y otros muchos, es que Twitter en particular y las redes sociales en general, son herramientas muy potentes de cara a mover voluntades. Twitter, en particular, presenta como mayor virtud la velocidad a la que es capaz de trasladar una iniciativa a una audiencia global. En cuestión de horas se pueden movilizar personas, dinero o ideas. Un fenómeno con un impacto social de extrema relevancia.
La buena noticia es que estamos ante ejemplos en los que se ponen en valor cualidades como la solidaridad o la cooperación. Es cierto que también se pueden encontrar casos en los que se manejan los valores opuestos, pero de momento gana el buen criterio y los valores en pro de las buenas acciones. Aunque no siempre sean para salvar el mundo sino para conseguir nuggets gratis.
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