pandemia de la COVID-19 está teniendo devastadores efectos sanitarios, sociales y económicos pero, por extraer algo positivo de esta hecatombe, también nos ha empujado hacia el futuro. Esto es algo que podemos ver en ámbitos como el teletrabajo, la telemedicina, el Big Data o, también, en la cultura. Así, el Museo Thyssen-Bornemisza es un ejemplo de crisis convertida en oportunidad.
La
El estado de alarma decretado para contener la pandemia redujo la movilidad de la ciudadanía e impuso el cierre de espacios públicos como los museos. Estos meses de parón han hecho que el equipo del museo haya reflexionado en profundidad sobre la posibilidad de trasladar la experiencia de la visita en sala a un espacio virtual.
visitas guiadas por videoconferencia
El resultado es una nueva forma de acercarnos al arte que profundiza en la vocación digital del Museo Thyssen-Bornemisza. Son visitas en directo, explicadas por una guía especializada, interactivas, en las que se mantiene el pulso digital y la posibilidad de vivir el arte desde la distancia, sin perder el contacto y la atención personales, incluyen recursos que las visitas sobre el terreno no permiten (documentos, fotografías y macrofotografías, radiografías, etc.).
Evelio Acevedo, director gerente del Museo Thyssen-Bornemisza explica que, «si bien la experiencia en las salas es icónica y es una comunicación más sensorial, cuando accedemos a los detalles que permite la tecnología y a imágenes que son resultado de ejercicios de restauración y de limpieza a través de un producto vivo, contado por un experto, el resultado es muy interesante y es una opción más que enriquece la oferta del museo».
Estas visitas virtuales están pensadas para grupos de hasta 25 personas, tienen una duración de 50 minutos y, se presentan, por ahora, a través de Meet, En la actualidad, los responsables de esta nueva actividad siguen tratando de mejorar la experiencia, ya bastante conseguida, investigando nuevas plataformas tecnológicas que ofrezcan la máxima calidad.
el museo tHYSSEn desde casa
Pero esta no ha sido la única novedad del museo en estas semanas de confinamiento que han confirmado el atractivo y la importancia de la actividad digital del museo para un público muy amplio. Así, a través de la web y con una constante difusión en redes sociales, se han producido desde vídeos de cursos y conferencias, pasando por listas de reproducción musicales o charlas y encuentros emitidos en directo. Este consumo cultural ha permitido que el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza siguiera abierto durante toda la etapa de confinamiento, bajo el hashtag #ThyssenDesdeCasa, que ha tenido una gran acogida.
Destaca entre los servicios digitales del museo Second Canvas Thyssen, una herramienta perfecta para conocer mejor las obras maestras de su colección a través del storytelling; para descubrir secretos de los cuadros, a veces inapreciables por el ojo, gracias a la súper-alta definición de la tecnología gigapíxel; para profundizar en el arte mediante una vasta oferta de recorridos temáticos que se salen de la norma.
Uno de los últimos recorridos en incorporarse a esta app orgánica –que crece y actualiza contenidos de forma continua a través de EducaThyssen– es Cuadros sónicos, un viaje por cinco obras del museo a través de las composiciones de la creadora musical Sonia Megías, responsable también de los conciertos que se ofrecen en vídeos 360º.
Cuadros sónicos muestra diferentes piezas de la Colección desde una perspectiva histórica, artística y musical, con información acerca de las obras, sus detalles, los autores y los contextos artísticos en los que surgieron, así como con la opción de escuchar las narraciones musicales creadas para cada una de ellas. Son composiciones que abren la percepción de las obras a través de sonidos instrumentales, ambientales, animales y humanos. El objetivo, como apunta Sonia Megías, es “profundizar en el alma de cada cuadro, buscando elementos comunes y diferenciales, convirtiéndolos en una obra sonoro-musical en cinco movimientos”.
súper zoom para explorar los cuadros
Por su parte, GigaThyssen es un espacio web que permite ver obras de la colección digitalizadas para mostrar esos detalles inapreciables al ojo humano, con súper-zoom para explorar las obras con la mejor calidad posible hasta llegar a ver las pinceladas y el craquelado de la obra, gracias a la resolución gigapíxel, con visión de rayos-X, infrarrojos y ultravioleta y con completos storytellings acompañados por contenidos extra como vídeos relacionados, fichas contextuales… GigaThyssen cuenta con treinta y seis obras y ofrecerá otras treinta antes de final de año.
Mucho de este contenido digital es fruto de la colaboración de la Fundación BBVA, que se materializa desde 2012 en el proyecto ConectaThyssen. En 2019 la relación Museo-Fundación entra en una nueva fase y ConectaThyssen pasa a convertirse en un laboratorio de proyectos digitales, en una incubadora de ideas en la que abordar diferentes relatos relacionados con el arte, el museo y la sociedad mediante apps, publicaciones online, proyectos audiovisuales y acciones especiales.
Como vemos, el contenido digital ya formaba parte de la vida del museo y ha tenido un especial protagonismo durante el confinamiento, manteniendo el vínculo entre institución y público cuando las salas han permanecido cerradas. En el futuro, el peso del museo digital seguirá aumentando, según sus responsables.