Las redes sociales llevan años con nosotros y hay cientos donde elegir. Cada una tiene un formato específico y un modo de organizar tanto su contenido como a sus usuarios; así como una taxonomía o estructura interna, que establece una forma de visualización de cara al usuario. No se ve igual Twitter que Google+, Facebook, LinkedIn o Instagram, aunque todas se basan en el microblogging.
Google+ e Instagram usan la cronología directa (contenido en el orden de aparición), Facebook y LinkedIn usan algoritmos para destacar aquello que creen que te interesa, y Twitter usa un mix de ambos dependiendo de si usamos la web o la aplicación. Pero todas, sin excepción, usan la navegación por hashtag, e Instagram es la red social donde más sentido tiene.
La taxonomía de Instagram: cómo se ve lo que se ve
Si eres usuario de Instagram todo esto ya lo sabes, pero si eres nuevo o todavía no tienes cuenta (lo que te estás perdiendo…), puede que te interese saber cómo está organizado Instagram.
Al igual que Twitter, donde el hashtag ha cumplido ya unos añitos, cada usuario puede seguir o ser seguido, y situar su perfil como público (visible para todos) o privado (visible para tus seguidores, a quienes tienes que dar permiso).
La gran diferencia con la red social del pajarito, de la capa de Google o de nuestra red profesional, es que aunque una persona puede saber a quién sigues, no se puede compartir en tu tablón o timeline las publicaciones de otro usuario.
La única manera de destacar contenido de un usuario que no eres tú es pulsar sobre el corazón «Me gusta» para que las personas que te siguen lo sepan, ya que pueden acceder a una pestaña donde todos tus «Me gusta» son visibles. Esto hace compleja la navegación, e Instagram incluyó los hashtag como hilo conductor de determinados temas y publicaciones.
¿Qué es un hashtag y cómo funciona en instagram?
Un hashtag es una etiqueta, un marcador o un código que sirve para relacionar una publicación con otras que hagan uso del mismo hashtag. Si pensamos en Instagram como un único blog colaborativo en el que cada cuenta es un usuario, las etiquetas clásicas serían estos hashtags.
Para usarlo, basta con escribir el signo # seguido de un conjunto de letras, números o guiones bajos sin espacios. Tenemos un ejemplo en el triunfo de la #MuseumWeek. Este signo # tiene una infinidad de nombres (numeral, almohadilla, cuadradillo, grilla, cardinal, gato…), pero últimamente se le conoce como hashtag o HT, y funciona en casi todas las redes sociales.
Imaginemos que estamos escribiendo en Instagram un relato corto acompañando a la imagen que publicamos. Tendría sentido identificarlo en el mismo campo de texto como #relato, #escrito, #microcuento o #escritura, entre otros hashtags posibles.
No es necesario destacar el hashtag en la parte de arriba del texto que acompaña a la imagen, y la mayoría de los usuarios lo colocan abajo para dar visibilidad a lo que ellos han escrito.
Dado que Instagram no permite subir fotografías desde el navegador, solo podremos usar la aplicación para cargar textos e imágenes. Podremos borrarlos, pero no editarlos, por los que antes de publicar habremos de pensar bien qué HT colocar. No obstante, siempre seremos capaces de comentar nuestra propia imagen añadiendo más HT, aunque quede menos limpio.
Para buscar por un determinado hashtag tenemos varias opciones:
- hacer clic sobre ese hashtag en una publicación
- buscarlo en la barra de búsquedas de Instagram, una opción válida tanto en la aplicación como en el navegador.
Algunos errores a la hora de usar los hashtag en Instagram
El primer gran error de los usuarios de Instagram sería no hacer uso de hashtag. Como hemos dicho antes, Instagram es una red social cuyo acceso a publicaciones de terceros es compleja y un tanto engorrosa. En otras palabras, es difícil ganar visibilidad porque tu contenido no se comparte de un modo tan alegre como en otras redes.
Los hashtag dan visibilidad a nuestro contenido ayudándonos a ser localizados, aunque su uso no es algo tan sencillo como pudiera parecer. Por ejemplo, si usamos solo hashtags genéricos, seremos menos visibles que si usamos alguno específico; y su usamos solo específicos es probable que reciba menos clics.
Siempre se pueden incluir ambos tipos de etiquetas. La gran ventaja de Instagram es que no hay límite de espacio para el texto y que podemos añadir etiquetas sin miedo. Por ejemplo, si estamos escribiendo un #relato, sería interesante matizar sobre qué temática trata: #misterio, #romántica, #aventuras…
Sobre el número clave de hashtags a escribir, depende. Aunque habrá cuentas en las que el texto juegue un papel esencial, hay estudios que demuestran que colocar menos de cuatro HT hace que la interacción caiga en picado, y que imágenes con 11 o más hashtags reciben hasta un 80% más de interacción.
Usar siempre las mismas etiquetas tampoco es una estrategia muy aconsejada, ya que estaremos esquivando muchas búsquedas de contenido relacionado con el nuestro.
No investigar qué HT usa la competencia o qué buscan tus seguidores también puede ser un error, especialmente importante si somos una empresa o un autónomo que usamos Instagram para comunicarnos con clientes. Si usamos la red social para relacionarnos con amigos y conocidos tendrá una importancia casi nula.
Instagram está cambiando cómo nos comunicamos e incluso ha abierto debates en torno a la privacidad en Internet y el uso de las fotografías de nuestros hijos. Gracias al uso de la IA, incluso sirve como marcador para detectar qué usuarios sufren depresión. Los hashtags son una parte importante de la taxonomía Instagram que no podemos olvidar si queremos que nuestra cuenta triunfe.
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