Dice el refranero español que el que tiene boca se equivoca. Y en tiempos en los que el emprendimiento es un estilo de vida, la tolerancia al fallo no solo debería estar bien vista, sino incluso servir de aprendizaje para la vida.
Pero no solo nuestros propios errores: también podemos encontrar nuestra fuente de inspiración cuando somos conscientes de que también las empresas más grandes, las más admiradas, las más respetadas e iconos de la nueva economía apostaron por proyectos que fueron un fiasco.
El laboratorio de ideas, a veces explosivas
Google es una de esas empresas que ha visto cómo muchos de sus proyectos han fracasado. Es cierto que la compañía incluso llegó a tener una división, denominada Labs, en la que se podían encontrar diferentes proyectos que estaban siendo explorados. Algunos de ellos acabaron triunfando, pero otros no pasaron de la mera anécdota.
Pero también es cierto que en ciertas ocasiones la compañía ha puesto toda la carne en el asador por algunas de sus apuestas… y el resultado no ha sido el esperado.
Google Glass puede ser uno de los más recientes, aunque la empresa aún no ha arrojado del todo la toalla y sigue redefiniendo el producto, que tiene visos de tener más probabilidades de triunfar en el sector profesional que en el particular.
En materia de redes sociales, Google tampoco ha sabido dar con la tecla correcta. Google+ o Wave han sido algunos de sus proyectos más sonoros y menos exitosos, aunque antes también lo había intentando con Buzz. Previamente, cuando parecía que los mundos virtuales iban a arrasar con Second Life a la cabeza, la compañía sacó de la manga Lively, un mundo que no llegó a triunfar
La espinita móvil de Microsoft
Líder indiscutible en los ordenadores de todo el mundo, si ha habido un terreno en el que Microsoft lo ha intentado por activa y por pasiva y, sin embargo, solo ha acumulado sinsabores, ése es el terreno de los dispositivos móviles.
Windows Mobile llegó bastante antes que Windows Phone, en el año 2000, cuando en el mercado empezaban a florecer las PDA y Pocket PC. Sí, llegó a ser el software de smartphones más popular en Estados Unidos, pero la llegada de iOS y Android hizo que se desinflara hasta que Microsoft lanzó Windows Phone 7 en 2012.
También en el terreno móvil, pero esta vez relacionado con la música, la compañía fundada por Bill Gates lo intentó con Zune, visto el éxito de los MP3. Zune llegó al mercado en noviembre de 2006 (cuando ya se habían vendido 100 millones de iPod). Ni el servicio de suscripción de música con el que venía asociado, o el hecho de que incorporara música y vídeo streaming para la consola Xbox 360 hicieron de éste un producto estrella.
Apple también tiene sus meteduras de pata
Idolatrada ahora como paradigma de la innovación, lo cierto es que la compañía de la manzana también ha vivido etapas menos gloriosas y glamourosas.
Por ejemplo, pocos se acuerdan ya que Apple también tuvo su propia consola de juegos: Bandai Pippin (lanzada en 1996). Dicen que se fabricaron 100.000 unidades… pero que se vendieron menos de la mitad.
Quizá muchos se acuerden más del ratón que acompañaba a la primera generación de iMac. Conocido también como Hockey Puck, era completamente circular, lo que hacía que fuera difícil de mantener y manejar correctamente. Su sucesor fue el Apple Pro Mouse, un elegante ratón en vertical con una cáscara clara y una pequeña parte interior blanca. Aunque era muy bonito, muchos consideran que como periférico era un error.
Otro de esos fiascos de Apple fue Newton, una tableta que se comercializó entre 1993 y 1998, con una batería cuya vida útil dejaba mucho que desear y una pantalla en la que resultaba difícil leer. Tampoco se le daba muy bien reconocer la escritura manuscrita.
Regalos y toques, entre los errores de Facebook
Tampoco se libra Facebook de haber apostado por productos e iniciativas que no tuvieron el respaldo del público.
Por ejemplo, la red social te permitía dar “toques” a tus contactos, pero quizá nunca nadie supo muy bien para qué servía eso, más allá de para “molestar”. Es como si alguien te diera unos toquecitos por la espalda, pero luego mirase para otro lado.
Tampoco triunfó el servicio de correo electrónico con dominio Facebook, ya que cuando llegó la mayoría de la gente ya tenía su propia dirección, por lo que realmente fueron pocos los que llegaron a utilizar el servicio
Los creadores de la red social también intentaron que los usuarios utilizaran Facebook Gift, que permitía comprar regalos físicos y enviarlos a sus amigos. Apenas duró un año. Algo parecido ocurrió con su sistema de cupones (Deals), Créditos y Ofertas.
La red social ha intentado en varias ocasiones ser la puerta de entrada móvil, bien con su propio sistema operativo e incluso con sus propios terminales. Pero al final ha acabado tirando la toalla y centrándose en el desarrollo de la aplicación móvil.
Apostar a caballo ganador
Sí, es cierto que la capacidad financiera de todas estas empresas quizá les haya permitido poder fracasar en algunos de sus proyectos sin haber hundido la compañía. Pero todos estos ejemplos vienen a demostrar que no hay nadie infalible. Pero tampoco nadie les garantizaba que con muchas otras de sus ideas fueran a triunfar, como finalmente lo han hecho.
Así pues, si comenzábamos nuestro relato con un refrán, terminamos con otro: quien no se arriesga, no gana.
En Nobbot | ¿Y si felicidad fuera un freno para la innovación en la empresa?
Fotos | Pixabay, WikiPedia