A la hora de abrir un negocio o empresa, es imposible obviar la comodidad y las facilidades que la tecnología aporta en nuestro al trabajo. Pero poder disponer de todo el material necesario puede ser duro para nuestro bolsillo. Por ello, opciones como el renting tecnológico están cada vez más presentes en nuestro día a día. ¿Conocéis todas sus ventajas?
Este tipo de renting es el alquiler de equipamiento tecnológico, tanto a nivel hardware como software, por parte de las empresas. Estos equipos se incorporan a través de un contrato con un proveedor de servicios al que se le abona una cuota fija. No solo se dispone de dispositivos y herramientas por un periodo de tiempo pactado, sino que también se suelen arrendar servicios de mantenimiento, seguros u otro tipo de gestiones que puedan solucionar cualquier inconveniente.
Existen muchas modalidades al respecto, tantas como la nueva economía nos enseña constantemente. Por ejemplo, dentro del renting tecnológico, suele contemplarse también la posibilidad de adquirir ese material después de un tiempo determinado. Cuando se trata de dispositivos de alto coste, esta solución puede ser la más rentable para las empresas.
TODAS LAS VENTAJAS DEL RENTING TECNOLÓGICO
Si ya estáis pensando en si os resultaría más beneficioso alquilar todo ese equipamiento informático que necesitáis en lugar de comprarlo, atención a las ventajas que podéis encontrar:
- En primer lugar, la más obvia: Para una pyme o un emprendedor, existen muchos gastos a la hora de montar su negocio. El equipamiento informático no es barato precisamente. Por ello, optar por el renting tecnológico, en lugar de una adquisición, puede suponer un gran ahorro.
- Conocemos de sobra el grado de obsolescencia de la tecnología. Constantemente, surgen nuevos modelos, herramientas, funcionalidades… Un contrato de renting puede asegurar el trabajo con los dispositivos más a la vanguardia, sin tener que seguir funcionando con aparatos que han quedado anticuados, pero que no podemos permitirnos renovar.
- Ahorro de recursos. No solo a nivel económico. La gestión informática necesita de especialistas en la materia. Un contrato de renting permite confiar a la empresa el mantenimiento de esos aparatos, para los que no necesitaremos personal cualificado. Si se daña un dispositivo o tenemos un problema de funcionalidad, solo hay que ponerse en contacto con la empresa. Además, este tipo de gasto no aparece en el balance de empresa. No se inmoviliza ni se contabiliza como deuda.
- Mejor planificación. Asignar una cuota fija a un gasto periódico supone también que los gestores económicos puedan planificar mejor los gastos que tendrá la empresa.
A la rica fiscalidad
El renting tecnológico también nos ofrece muchas ventajas fiscales que, en las fechas de cumplir con la declaración de la renta, nos pueden dar una alegría:
- Impuesto de Sociedades. Las cuotas mensuales de ese contrato son deducibles en su totalidad. La razón es que se computa como un gasto que pertenece a la empresa.
- IVA. La empresa también puede desgravarse el 100% del IVA en cada uno de los trimestres, pues los pagos se dan en concepto de arrendamiento. Si en lugar de alquilar hiciéramos una compra, esa deducción solo se aplicaría una vez.
- Ingresos y gastos. Puesto que están en la modalidad de alquiler, los equipos tecnológicos no se dan de alta como activo de la empresa. Así, se mejora la rentabilidad sobre activos y el ratio contable se ve beneficiado. Los pagos de las cuotas son gastos externos que no influyen sobre el pasivo del balance.
Aviso a navegantes
Eso sí, a la hora de firmar un contrato de este tipo, no está de más que tengamos en cuenta ciertas premisas.
Conócete a ti mismo, decía el sabio. Una máxima que también se puede aplicar al renting tecnológico. Antes de firmar un contrato, hay que discernir qué se necesita exactamente para el desarrollo de la actividad. Así se evitarán contratos que no se ajusten a nuestras demandas. Por ejemplo, porque cubran menos funcionalidades de las que se precisan, o quizás más, y se estén pagando servicios que no se utilizan.
También debemos tener en cuenta la flexibilidad. Como ya hemos dicho, un aspecto muy interesante del renting tecnológico es que podemos renovar nuestros equipos en el momento en que se necesite. Pues bien, todo ello debe quedar reflejado en el contrato que se firme. Lo interesante en este punto es que la empresa pueda sustituir sus equipos cuando lo desee, así como poder demandar más materiales en un momento de crecimiento o prescindir de ellos si no es necesario tanto volumen.
Realmente, se trata de revisar bien el contrato para no dejar nada en el aire. Así, también es necesario concretar los tiempos de duración del contrato, la rapidez con la que se efectuará cada trámite o los servicios complementarios que queremos adquirir: mantenimiento, seguro a todo riesgo, etc.
Empresas de renting tecnológico
Por último, un breve listado con algunas de las empresas que se dedican al renting tecnológico en nuestro país:
- Iberent. Se trata de una empresa con hasta siete modalidades de contratos diferentes. El contrato coste por página, por ejemplo, se refiere a las tareas de impresión.
- RSD. También ofrece soluciones de cloud computing o diseño web.
- Microblau. Especializada en consultoría TI.
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