El genio del surrealismo neerlandés, Maurits? Cornelis Escher (Países Bajos, 1898 – 1972), es el protagonista de la exposición que se celebra en el madrileño Palacio de Gaviria, un tesoro arquitectónico que, con esta muestra, abre sus puertas tras años cerrado. En ella se pueden admirar 200 obras que han influido en científicos y en el imaginario de los diseñadores, además de en el mundo del arte. Escher, que constituye una de las citas imprescindibles de la agenda cultural madrileña para 2017, podrá visitarse hasta el 25 de junio de 2017.
La exposición reúne varias obras maestras de este genio como Mano con esfera reflectante, Relatividad (o Casa de Escaleras) y Belvedere y, junto con el fondo mostrado, se incluyen experimentos científicos, áreas de juego y recursos educativos que contribuyen a que visitantes de todas las edades comprendan sus perspectivas imposibles, sus imágenes desconcertantes y los universos aparentemente irreconciliables que se unen en él para formar una única dimensión artística.
Mano con esfera reflectante, Otro mundo II y Belvedere se usaron en 2006 para un anuncio de los cafés Illy. En la película fantástica Dentro del laberinto, de 1986, producida por George Lucas, y con David Bowie entre sus intérpretes, hay una escena construida a partir de la imagen de Casa de escaleras. También las famosas escaleras mágicas del castillo de Hogwarts, el de la saga de Harry Potter, son una trasposición dinámica de esta obra, reproducida incluso en una de las escenas más sorprendentes de Noche en el museo III, así como en la publicidad de Sky.
Maurits Cornelis Escher
Maurits Cornelis Escher se formó en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem, donde aprendió los rudimentos de la escultura. De esta época es fundamental el encuentro en 1919 con el profesor de artes gráficas Samuel Jessurun de Mesquita.
En 1922 Escher visitó Italia y España, conociendo Madrid, Toledo y Granada. El campo italiano y el palacio de la Alhambra en Granada del siglo XIV impresionaron profundamente al joven artista: lo que aprendió allí tendría fuertes influencias en muchos de sus trabajos, especialmente en los relacionados con la partición regular del plano y el uso de patrones que rellenan el espacio sin dejar ningún hueco.
Con la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, el artista se establece en Baarn, Países Bajos, donde el artista vivió hasta 1970.
el asombro es la sal de la tierra
Escher, artista sui géneris que tenía como uno de sus lemas «el asombro es la sal de la tierra», posee el mérito de haber ensanchado las posibilidades imaginativas de quienes contemplaron y siguen contemplando su obra, en la que todo está relacionado: ciencia, naturaleza, rigor analítico y capacidad contemplativa.
Inspirado e influido por el arte de su época y el del pasado, Escher da un cariz visionario a la investigación geométrica y el rigor. El mundo de los números, la matemática y la geometría es una de las claves de lectura, pero no la única, para entender el universo creativo de este artista poliédrico y contemporáneo avant la lettre, figura tan genial como compleja que no dudó en recurrir a los más diversos lenguajes para fundirlos en una trayectoria novedosa e intrigante, que por su originalidad constituye algo único en el panorama de la historia del arte de todos los tiempos, y emociona al gran público.
El arte de Escher, retomado, diríase, por las nuevas tecnologías, que han hecho suyos sus frutos, no acusa el paso del tiempo, aunque hayan transcurrido nada menos que cuarenta y cuatro años desde que murió su creador.
Con más de 200 obras, la exposición se divide en siete ámbitos:
Primer ámbito – Primer período
El primer ámbito hace hincapié en la relación de Escher con el Art Nouveau. El eslabón entre el futuro grabador, todavía estudiante, y esta importante corriente internacional fue su maestro, Samuel Jessurum de Mesquita. El estilo inicial de Escher se distingue, entre otras cosas, por este componente modernista, que despertó en él un marcado interés por la teselación, o división regular del plano.
Otro aspecto en el que por fuerza hay que profundizar es la estrecha relación de Escher con Italia, donde pasó varios temporadas entre 1921 y 1935. Se dedica una especial atención a Giuseppe Haas Triverio (1889 – 1963), el grabador suizo – atraído por los monumentos italianos, y también por la naturaleza del país transalpino – que acompañó a Escher en muchos viajes por la península italiana, traducidos en un número considerable de obras.
Segundo ámbito – Teselaciones
Uno de los momentos más determinantes en la evolución de la creatividad artística de Maurits Cornelis Escher fue su segunda visita a la Alhambra y Córdoba, en 1936, viaje que, después del interés que tanto había manifestado ya a través de su formación art nouveau, lo indujo a estudiar meticulosamente las soluciones decorativas que caracterizan este excepcional conjunto de la arquitectura islámica.
Tercer ámbito – Estructura del espacio
Se remonta a 1921 el primer autorretrato en espejos curvos de Escher, fascinado desde siempre por las superficies reflectantes. La esfera, que refleja los rayos procedentes de cualquier dirección, representa íntegramente el espacio que la rodea, con la particularidad de que los ojos del espectador están siempre en el centro: la sensación a que da pie la interacción con el espacio y la luz reflejados es esa, la del yo en el centro del mundo, de modo que, según dejó escrito el propio Escher, el Yo es protagonista indiscutible, a cuyo alrededor gravita el mundo.
A la esfera se suma la alternancia entre figuras planas y figuras sólidas dentro de una representación teselar del espacio que no deja un solo espacio vacío, con posibilidades compositivas tan variadas como la de Profundidad, obra de 1955 que parece imitar la disposición de una red atómica. De hecho, la otra gran pasión de Escher fueron los cristales, con sus leyes de organización molecular en el espacio, que estudió.
Cuarto ámbito – Metamorfosis
Para Escher, la división regular del plano era un instrumento para crear situaciones donde se entrecruzan elementos primitivos en contraste, formando un ciclo metamórfico. Así ocurre, por ejemplo, en Encuentro, donde se dan la mano un optimista y un pesimista surgidos de una teselación en la que se habían ido entrecruzando sin dejar un solo hueco. En otros casos, por el contrario, son elementos geométricos abstractos los que se transforman en formas concretas y delimitadas con gran precisión, como en Verbum, la obra más importante de este ámbito, donde, partiendo de una teselación triangular del interior de un hexágono, las teselas se convierten en ranas, peces y aves, en representación de la tierra, el agua y el aire, sumido todo ello en la alternancia entre el día y la noche. Los triángulos brotan de un hexágono central que representa la palabra «Verbum», el logos del que nace todo.
Quinto ámbito – Paradojas geométricas
Este ámbito llama la atención sobre los aspectos científicos del arte de Escher, que no pueden dejarse de lado. La línea que separa a Escher de los matemáticos es sutil, pero determinante. Se trató de una atracción recíproca y provechosa, hasta el punto de que el genio holandés fue el único capaz de plasmar en imágenes las fantasías de los segundos, haciendo que se fijaran en él los científicos, con quienes estableció un intercambio que ni aun después de su muerte ha terminado.
Galería de grabados (1956) es una refinada versión del artificio de la «imagen dentro de otra imagen», llamado también «efecto Droste» (por la caja del famoso cacao holandés), origen de cuarenta y siete años de debates en el mundo científico, sin que se lograse resolver un problema que de tan enigmático, complejo y misterioso (misterio que Escher trató de esclarecer con esta obra) parecía insoluble.
El efecto Droste hace que la obra esté incompleta, debido a la dificultad de que los elementos encajen en el centro. Por eso Escher dejó un espacio vacío, que llenó con su firma. El misterio del «hueco» dejado por Escher, y de si era posible llenarlo, no fue resuelto hasta 2003 por Henrick Lenstra, matemático de la universidad de Leiden.
Sexto ámbito – Obras por encargo
El penúltimo ámbito se detiene en la actividad «cotidiana» de Escher, más centrada en cumplir las exigencias del cliente que a su investigación artística personal, aunque no por ello sean obras de menor interés. A la hora de ejecutar exlibris o tarjetas de visita para una clientela muy diversa, Escher, como todos los grandes artistas, no traicionaba su arte, sino que abordaba el tema con un enfoque original y reconocible a simple vista. De hecho, para Escher estos encargos eran oportunidades más que bienvenidas de experimentar con soluciones que más tarde le sirvieron en sus grandes obras maestras.
Séptimo ámbito – Eschermanía
El arte salido de las prensas del estudio de Escher se ha convertido en cajas de regalo, sellos y felicitaciones. Ha ingresado en el mundo del cómic, ha acabado en carátulas de discos de grupos tan famosos como Pink Floyd, y sus estructuras imposibles se han usado en referencia a situaciones paradójicas, y para dejar estupefacto al espectador mediante arquitecturas que de hecho son irrealizables.
Grabados como Relatividad, o Casa de escaleras, reaparecen en el torbellino de rampas donde han llegado a perderse Mickey Mouse y los Simpson, extraviados en el mundo de Escher. También se han usado situaciones escherianas en anuncios como el de 2007 para Audi, basado en grabados famosos, como Cascada.