“La merienda”, obra de Balthus
Hasta el próximo 6 de mayo, la Fundación Mapfre acoge una exposición que explora la amistad de tres grandes artistas del siglo XX: André Derain (1880-1954), Balthus (Balthasar Klossowski) (1908-2001) y Alberto Giacometti (1901-1966). Las miradas de estos tres artistas, nunca antes confrontadas, coinciden en la misma exigencia de lo que debe ser la obra de arte. Mucho más allá de la admiración mutua y el sincero afecto que les unieron durante toda su vida, la profunda comunidad estética que existe entre ellos es el hilo conductor de la exposición.
Estos tres artistas se conocieron a principios de los años treinta gracias a su relación con el círculo surrealista y, concretamente, a la primera exposición de Balthus en la galería Pierre Loeb, en 1934. A partir de 1935 sus lazos de amistad se estrecharon y los puntos en común entre sus obras se hicieron más intensos.
«Es una exposición para disfrutar. Una muestra con obras importantes de tres artistas distintos que, al estar juntas, se podrá apreciar su complicidad y nos van a abrir nuevas lecturas de su trabajo«, señaló, en la inauguración, Pablo Jiménez Murillo, director del área de cultura de la Fundación.
anhelo de modernidad
La muestra, con cerca de 240 obras, plasma el interés de estos tres artistas por la pintura antigua y el arte de las civilizaciones lejanas. Para Derain, la renovación de su arte se basa en un auténtico humanismo plástico. Giacometti, con sus copias de los maestros italianos, de la estatuaria egipcia o africana, etc., trata de expresar plenamente su manera de ver y trasponer las obras que le impresionan. Para Balthus «la verdadera modernidad está en la reinvención del pasado».
Este interés por el pasado se combina en Balthus, Derain y Giacometti por el fuerte anhelo de modernidad y, así, sienten fascinación por «las fuerzas oscuras de la materia» (Derain) y, en general, prestan mucha atención a la realidad «maravillosa, desconocida» que tienen ante sí (Giacometti).
otra historia del arte
Así, la obra de Derain, Balthus y Giacometti nos acerca a esa “otra historia del arte” que no sigue una línea recta que va desde el impresionismo y el postimpresionismo hasta las vanguardias, sino, que, se inserta en una figuración que podríamos calificar de moderna reivindicando el pasado de la pintura en un entorno artístico que al tiempo que consagra los movimientos abstractos y el surrealismo, reconstruye su historia nacional; comparten así una genealogía y una modernidad diferentes que los vincula más bien a otros artistas como Edvard Munch, Pierre Bonnard, Edward Hopper y Lucian Freud.
Las niñas de Balthus, también en la Fundación Mapfre
En las últimas semanas, Balthus ha protagonizado una polémica muy de estos tiempos a raíz de una campaña en internet que reunía firmas para que el Metropolitan de Nueva York retirara el cuadro ‘Thérèse Dreaming’, por ser considerado como «sexualmente sugerente». Sobre este asunto, Pablo Jiménez Burillo, director del Área de Cultura de Fundación Mapfre, explica que «si Balthus resulta escandaloso, les aconsejo que no vayan al Museo del Prado porque se pueden asustar de verdad».
Pues bien, en la exposición que acoge la Fundación Mapfre podremos contemplar uno de esos «polémicos» cuadros de Balthus, Los días felices (1945-1946), en el que una pequeña aparece reclinada en una butaca con gesto ausente frente a un espejo, hombros y piernas al aire, junto a un joven que aviva una chimenea (¿el fuego de la pasión?).
Jacqueline Munck, conservadora de la exposición explica que «la protagonista del cuadro era una niña de 11 años que fue con su madre al estudio y sí que tiene una actitud impúdica, pero en aquella habitación no había nadie, la escena está inventada». El propio Balthus explicaba que sus modelos no eran más que «autorretratos» suyos en los que dejaba claro que «el realismo no es lo que vemos».
En fin, la imagen aparece al pie de este texto. Si a alguien le escandaliza, lo mejor es que cierre esta página y no acuda al espacio en el que expone esta obra maestra del arte. Al resto, les recomendamos vívamente esta exposición.