Playa Burbuja es un proyecto transmedia de investigación periodística sobre los efectos de la burbuja inmobiliaria en la costa mediterránea, llevado a cabo por los periodistas Ana Tudela y Antonio Delgado. Esta iniciativa supone una oportunidad de conservar en imágenes, datos, documentos y, también, gracias a las voces de los habitantes del litoral, registrar la prueba de lo que ocurrió y cómo afectó al paisaje, el medioambiente y las vidas de muchas personas. Playa Burbuja es fruto de la iniciativa Datadista, impulsada por estos periodistas y que pretende “huir del ruido” mediante un periodismo basado en los datos y en su visualización.
playa burbuja, un testimonio para generaciones futuras
El libro Playa Burbuja, que se presenta en estos días, es «una prueba que mostrar a las generaciones futuras, esperemos que para que sepan que se supo rectificar ese modelo de burbuja inmobiliaria, aunque casi nada hace pensar que no se vaya a continuar con la construcción del muro frente al mar y los daños, muchos ya irreversibles, que provoca», afirman sus autores. Para financiar el libro, los autores solicitaron colaboración de sus lectores a través de goteo.org, en una campaña que ha recaudado cerca de 12.000 euros.
La investigación reflejada en Playa Burbuja, documenta un recorrido en moto por 2.000 kilómetros de la costa peninsular mediterránea llevado a cabo por Ana Tudela y Antonio Delgado. «Lo que hemos visto en algunos puntos es bastante alarmante pero, lo más importante, es que ni los expertos anticipan correctamente cuándo la naturaleza hace crac. Las investigaciones del Instituto Oceanográfico en La Manga del Mar Menor en 2014 no fueron capaces de anticipar que dos años después habría desaparecido el 85% de la pradera marina, convirtiendo el Mar Menor en una sopa verde cuya recuperación ahora es incierta», explican los autores.
orígenes de la burbuja inmobiliaria
¿Y por qué ahora este libro? Tudela y Delgado explican que hay dos razones. «La primera y más importante es que, a principios del pasado año, en el marco de otro trabajo, contactamos con concejales de urbanismo de varios municipios de Castellón. En conversaciones con ellos empezaron a hablar de entidades financieras que pedían ayuda a los consistorios para recuperar edificios que habían abandonado durante años y habían sido ocupados y que ahora creían poder comercializar porque volvía la demanda, o de planes de urbanismo sacados de los cajones en los que habían quedado durante la crisis. Decidimos tantear otros puntos de la costa para saber lo extendido del fenómeno y descubrimos que el sector estaba en una silenciosa ebullición. Se hablaba ya de derribar edificios a medio construir pero también terminados para volver a edificar conforme a los nuevos gustos de la demanda».
«La segunda razón -añaden- es que entre 2017 y 2018 se cumplen veinte años de diversos hitos. El primero es la sentencia del 20 de marzo de 1997 del Tribunal Constitucional que limitó enormemente la capacidad de la administración central de ordenar el urbanismo frente a la competencia atribuida por la Constitución a las autonomías. El segundo es la Ley de Liberalización del Suelo del 14 de abril también de 1997 que el Gobierno de Aznar ya llamó de primeras medidas para liberalizar el suelo y que redujo plazos y amplió el poder de los alcaldes para tener aún más iniciativa en el plano urbanístico. Justo un año menos un día después se aprobaba la Ley del Suelo de 1998, la que convirtió en urbanizable todo el suelo no urbano salvo que existiese una calificación expresa en contra». De esta forma se propició la burbuja inmobiliaria de la que da cuenta este libro.
datadista: información y conocimiento
Las dos cabezas pensantes de Datadista apuestan por transformar la información en conocimiento, recuperando la pausa que distingue al gran periodismo y que permite hallar claves para interpretar la realidad, tan ruidosa y fugaz. Ana Tudela explica que su intención “es ayudar a los lectores a informarse de lo importante y salirse del ruido que no aporta”.
“Pensamos -añade- que si hay información basada en investigación y datos, todos los soportes y formatos son apropiados. Los viejos, los nuevos y los que están por llegar”. Tudela y Delgado no cierran las puertas a ningún formato si resulta eficaz para llegar a una audiencia necesitada de brújulas para guiarse en la tormenta de titulares sensacionalistas, “todólogos” opinadores, tuits apocalípticos y videos de gatitos. Por eso, incluso se plantean hacer periodismo usando lenguajes relacionados con el arte.