Purl, es el nombre del nuevo cortometraje de Pixar que denuncia, a través de la entrañable historia de un ovillo rosa, la discriminación y el machismo que viven muchas mujeres en el ámbito laboral.
La pieza narra la historia de un ovillo rosa, llamado Purl, que se acaba de incorporar a una gran empresa en la que sus compañeros, trajeados y cortados por el mismo patrón, la dan la espalda por ser totalmente diferente a ellos.
A lo largo de su estancia en la oficina, Purl vive situaciones complicadas, como ser excluida de las reuniones y de las conversaciones entre compañeros o ser criticada cuando aporta su opinión. Cansada de esta situación, decide hacer un cambio radical a su personalidad y a su físico. Gracias a su nueva apariencia y comportamiento con tintes machistas, consigue que sus compañeros la integren en su grupo, convirtiéndose en una más en la oficina. Es entonces cuando llega una nueva compañera a la empresa: Lacey, un ovillo amarrillo con el que Purl se comporta de la misma forma que lo hicieron con ella.
A pesar de este mal comienzo, el ovillo rosa recuerda las experiencias vividas al llegar a la oficina, rectifica y decide dar la bienvenida a Lacy, a quien presenta e incorpora al grupo para que su historia no se vuelva a repetir. La moraleja de la historia, es que no hay que asumir las discriminación de otros cambiando nuestra personalidad para ser aceptados.
purl: UNA REALIDAD MÁS ALLÁ DE LA FICCIÓN de pixar
Por desgracia, muchas mujeres -a las que puede representar Purl- se enfrentan en su día a día a situaciones como las que se muestran en el cortometraje. Concretamente en España, según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, el 98,2% de las mujeres que han sufrido acoso sexual lo experimentaron por parte de un agresor hombre, y de éstas, el 17,3% tuvo lugar en el entorno laboral.
El acoso sexual dentro del ámbito laboral es más frecuente en las mujeres con titulación universitaria y en las pertenecientes a grupos profesionales de más alto nivel. Esto puede deberse, según el estudio de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE, a que estas son más conscientes de lo que contribuye el acoso sexual y que experimentan una mayor exposición a situaciones y entornos de trabajo en los que el riesgo de abusos es más elevado.
A pesar de que todavía queda mucho por hacer para paliar esta problemática, cabe destacar que gracias a las redes sociales la condena al acoso sexual y el machismo en las esferas laborales ha adquirido una gran difusión. Especialmente tras la denuncia de Alyssa Milano en 2017 que dio lugar al movimiento #MeToo, que sacó a la luz los episodios de acoso laboral sufridos poir mujeres de todo el mundo.