El día 8 de septiembre de 1888 en el arsenal de la Carraca (Cádiz), Isaac Peral creyó encontrar la solución, tras la botadura de su submarino, para mejorar la desastrosa situación en la que se encontraba España, luchando por mantener sus últimas colonias.
Con motivo del 130 aniversario del submarino Peral, la Biblioteca Nacional homenajea la invención de este primer ingenio militar submarino, impulsado mediante electricidad. Este marino de guerra y su primer lanzatorpedos operativo bajo el agua pudieron cambiar el destino del país, pero fracasaron, debido a zancadillas y complots. Sin embargo, esto no impidió que intelectuales y artistas de la época se inspiraran en este sumergible para crear algunas de sus obras.
de cádiz al ostracismo
Tras atravesar dificultades económicas provocadas por la falta de financiación estatal, el espionaje industrial y ciertas zancadillas políticas, el proyecto de la creación del submarino siguió adelante. Una guerra inminente despertó el interés de los más escépticos, iniciandose la fabricación del primer submarino Peral. Cádiz fue la primera ciudad en ver cómo se sumergía en sus aguas, superando con éxito las diferentes pruebas impuestas por el gobierno. Sin embargo, pese a este triunfo, el submarino fue rechazado por la Armada y el gobierno.
el submarino peral marcó su epoca
El submarino Peral acaparó la atención de la época y la Biblioteca Nacional nos lo recuerda, a partir de múltiples documentos, noticias, composiciones musicales y litografías. Por ejemplo, de la primera inmersión del submarino se recogen crónicas como la del diario La época en la que se detalla el éxito y los detalles de la embarcación o El imparcial que señaló que: “La operación resultó perfectamente hecha y […] la concurrencia, que era muy numerosa, prorrumpió en vivas y aplausos.” También podemos encontrar piezas musicales como El Peral de Joaquín Satorras o El submarino de José Lubet Albéniz.
Peral y su invención sirvieron, incluso, como inspiración para crear diferentes botellas de coñac. Tal es el caso del coñac Peral, fabricado por una bodega jerezana y en cuya etiqueta aparece el submarino navegando, o el coñac El Submarino, en cuyo diseño aparece el busto de Isaac Peral.
Para conocer en profundidad la historia de este acontecimiento, la Biblioteca Nacional también ofrece la posibilidad de consultar diferentes monografías como: La Memoria del Submarino Peral, publicada en 2003, que recopila textos originales, una pequeña introducción histórica y estudios preliminares. Otro libro de Dionisio Pérez, Isaac Peral, la tragedia del submarino Peral, publicado en 1935, nos permite conocer la situación a la que se enfrentaba España antes y durante la fabricación del sumergible, dando así una visión sobre el contexto en el que se produjo la invención de este submarino y dando las razones por las cuales, según el autor, el proyecto fracasó. Otro atractivo de este libro es que reproduce afirmaciones del propio Isaac Peral, puesto que Dionisio Pérez lo conoció personalmente.
A pesar de este apoyo popular, por motivos políticos y de intereses se canceló el proyecto en 1890, desmontándose el submarino en 1892. En 1965 el casco de la embarcación se recuperó para convertirlo en un monumento en Cartagena y desde 2013 se exhibe dentro del Museo Naval de esta ciudad.