Uno de los grandes retos de la humanidad es conocer los secretos del espacio. El rover Opportunity y su aventura en Marte nos ha ayudado muchísimo en esa tarea. Ahora le decimos adiós, pero su legado quedará para siempre.
«No hemos conseguido contactar con Opportunity. Con profundo cariño y gratitud, declaramos que su misión se ha completado«. Con estas palabras, Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la NASA, daba por concluida su misión.
Su despedida fue el 13 de febrero de este mismo año. Desde la Tierra, le llamamos sin parar, cientos de veces. Pero nunca nos volvió a responder. Y todo por culpa de una gran tormenta de arena, la más dura de las últimas décadas, que asoló Marte. Esas tormentas son muy frecuentes en el planeta rojo. Sus efectos llenan el cielo de partículas que impiden que pase la luz solar. Y precisamente la luz solar es la energía que alimentaba a este robot.
El 10 de junio, Opportunity dejó de transmitir. Durante meses, se ha confiado en la posibilidad de su recuperación. Los vientos en la superficie del planeta eran lo bastante potentes como para que limpiara los paneles solares del robot. Pero no lo han logrado. Los expertos creen que ha podido enfriarse demasiado, lo que impide que pueda despertar de nuevo.
Opportunity, el mítico explorador
Fue diseñado por la NASA para una misión de 90 días en la que recorrería 600 metros. Pero los planes del Opportunity eran otros y sus investigaciones se han prolongado durante 15 años, ofreciendo tests más positivos que robots más jóvenes. Su odómetro (el dispositivo que mide la distancia recorrida) señala más de 45 kilómetros. Es, por tanto, el vehículo que más distancia ha conseguido recorrer fuera de la Tierra.
Opportunity era un rover, un astromóvil diseñado para circular por la superficie de un objeto astronómico. Entre sus capacidades, los rover cuentan con un alto nivel de aceleración o resistencia a temperaturas extremas, así como a la presión, la corrosión o los rayos cósmicos. Otra característica que los define es su autonomía, pues no pueden ser controlados en remoto en tiempo real.
En concreto, se trataba de un Mars Exploration Rover (MER), rovers especialmente diseñados para explorar Marte. Con 185 kilogramos, contaba con un sistema de tracción de seis ruedas, paneles solares que generaban hasta 140 watios al día, dos antenas (de alta y baja frecuencia), una cámara panorámica o un espectómetro para identificar rocas y suelos.
Los MER son los dos robots ‘hermanos’ que partieron de la Tierra en 2003. Tenemos al Opportunity y al Spirit. Equipados con una cámara de un megapíxel y de 256 megabits de memoria (todo un logro para la época), aterrizaron en Marte en enero de 2004. Rápidamente, consiguieron sus primeros hitos. Como descubrir que Marte no es rojo, sino gris. Pero le recubre una fina capa de polvo de este color.
En 2009, y después de un viaje de ocho kilómetros, la aventura de Spirit quedó truncada por un banco de arena en el que quedó atrapado. Pero ahí siguió Opportunity, que nos ha regalado algunos de los descubrimientos más importantes sobre nuestra vecina Marte.
Sus mayores logros
El robot Opportunity aterrizó en Meridiani, una planicie que, en el pasado, podía haber contenido agua. Desde allí, y al poco de aterrizar, fotografió una panorámica, una imagen de 360º desde dentro de un cráter de 20 metros de diámetro.
En 2005, Opportunity descubrió el primer meteorito hallado fuera de la Tierra. Lo encontró ‘casualmente’ cuando se dirigía a examinar su escudo térmico de protección contra las altas temperaturas. Por ese motivo, el meteorito se llama Roca del Escudo Térmico. De color negro, es rico en níquel y hierro.
El rover se ha topado con muchos cráteres a lo largo de sus exploraciones. Pero, en 2010, encontró el mayor de todos ellos. Sus 90 metros de diámetro le dan la dimensión de un campo de fútbol. Al cráter se le llamó Santa María.
También ese año sufriría una de sus peores complicaciones. Su rueda delantera comenzó a fallar y, desde entonces, el vehículo solo se desplazaba hacia atrás. Otros achaques complicaron su existencia: su brazo robótico no funcionaba bien y había perdido su memoria a largo plazo. Aun así, siguió cumpliendo con su misión.
En 2013, Opportunity logró su mayor descubrimiento. En un cráter de impacto, halló sedimentos de una antigüedad de 4.000 millones de años que contenían arcillas. Se trata de la prueba evidente de la existencia de agua en Marte. Pues las arcillas solo se forman en entornos acuosos, ni muy ácidos ni muy salados.
Tráfico marciano
La del Opportunity solo ha sido una de las muchas expediciones que el hombre ha enviado a Marte, en búsqueda de respuestas.
Las primeras misiones al planeta rojo las protagonizaron los soviéticos, cuando pusieron en marcha el Programa Mars en 1960. Se trató de dos sondas que realizarían vuelos cercanos. Ambas fallaron al intentar salir de la Tierra.
La carrera espacial hizo que los estadounidenses también se interesaran por Marte. En 1965, la sonda Mariner 4 consiguió las primeras imágenes del planeta. Mientras que la Mariner 9 se convirtió en la primera sonda que entró en órbita marciana.
En 1976, la NASA logró aterrizar con éxito en el planeta, gracias a la misión Viking. Lo que permitió un primer estudio biológico del astro. Después de diferentes pruebas, los científicos determinaron que no había vida en Marte. Una deducción no exenta de polémica, pues los experimentos ofrecieron resultados contradictorios.
La Mars Pathinder fue una nave lanzada en 1996 y en cuyo interior se encontraba el rover Sojourner. Aterrizó en el Ares Valli de Marte. Su misión era analizar la atmósfera, el clima y la geología del planeta. Fue el primer rover de la historia de la exploración espacial.
En 2012, aterrizó en Marte Curiosity, un vehículo dos veces más grande y tres veces más pesado que los rover como Opportunity. Sus objetivos son profundizar en el estudio de Marte, su clima y su geología para diagnosticar las posibilidades de éxito de una futura misión humana.
Y se preparan nuevos lanzamientos, como el de Mars 2020, que pretende investigar el entorno astrobiológico, la historia de Marte o su posible habitabilidad. Pero, sobre todo, recoger muestras de roca y polvo de Marte para ser traídas y estudiadas en la Tierra.
Para el éxito de las nuevas misiones, es clave lo logrado por el Opportunity. Un robot que se usa como referencia para el diseño de todos los que han venido después.
Los humanos hemos encontrado en los robots a los mejores aliados para explorar el espacio. ¿Conoces a los más importantes?
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