Fuente foto: Universidad de Alicante (www.ua.es)
No pudo ser. Finalmente el Premio Nobel de Medicina fue para Yoshinori Ohsumi por sus estudios sobre la autofagia. Y el de Nobel de Química para el francés Jean-Pierre Sauvage, el británico Fraser Stoddart y el holandés Bernard Feringa por diseñar y producir máquinas moleculares. Sin embargo, no podemos menos que felicitar al científico español Francisco Juan Martínez Mojica, profesor del departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, por haber estado entre los candidatos.
Y es que este científico español ha sido pionero en caracterizar y renombrar la técnica CRISPR-Cas9, una tecnología de edición genómica que permite manipular el ADN de plantas, animales y humanos, lo que abre un mundo de posibilidades tanto en la investigación biotecnológica como en la lucha contra las enfermedades. La importancia de esta técnica es tal que la revista Science la citó en 2015 como el descubrimiento científico del año. Asimismo, el trabajo por el que las bioquímicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna recibieron el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2015, se inspiró en las investigaciones de Mojica.
secuencias de adn
En una entrevista concedida por el científico a la Agencia SINC, se explica que la primera mención a CRISPR, que consiste en secuencias de ADN presentes en muchos microorganismos, tuvo lugar en 1987, cuando un grupo japonés de investigación las encontró por azar mientras descifraba el genoma de una de las bacterias más comunes. Sin embargo, apenas se les dio importancia.
Unos años después, Mojica las volvió a encontrar mientras analizaba el genoma de la arquea Haloferax mediterranei, un microorganismo presente en las salinas de Alicante. Intrigado por su presencia, comenzó una serie de investigaciones que le llevaron a identificarlas en muchos otros organismos y a desentrañar su papel en la biología: son autovacunas microbianas, fragmentos de virus y otras partículas que se alojan en el genoma de las bacterias como una memoria de la infección. Él no lo sabía aún, pero estaba dando el primer paso de una nueva revolución.
manipulación de embriones
CRISPR abre la posibilidad de manipular embriones humanos, no solo con fines terapéuticos, sino también para alterar rasgos o capacidades. Sobre las repercusiones éticas de la manipulación de embriones, el investigador confiesa no tener una opinión formada. «Lo que tengo claro es que si se quiere aplicar en algún momento tiene que seguir habiendo investigación. Cuándo y dónde nacerá un niño CRISPR no lo sé, pero ahora lo puede hacer casi cualquiera. Para legislar sobre ello no solo tienen que estar los políticos y los científicos, sino también la propia sociedad», explica.
Preguntado Mojica, hace días, sobre la posibilidad de ganar el Premio Nobel de Medicina, confesó que le parecía que sus opciones eran remotas y, sobre el apoyo institucional a sus investigaciones -en su día la administración rechazó financiarle-, dijo: «parece que se intuye algo desde hace un par de años». «No sé si es por las posibilidades del Nobel o por lo que sea, pero claramente hay apoyo».
No pudo ser esta vez, pero al fin y al cabo lo que importa es el gran trabajo de este investigador, que supone un premio para todos. Gracias por ello.
Fuentes: EFE y SINC