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¿Es posible que exista ya un prototipo de motor espacial que no necesite combustible? Pues, según leemos en la sección de Ciencia de la agencia Europa Press, la NASA habría ya desarrollado un motor que funcionaría gracias a la tecnología de propulsión espacial EmDrive, que convierte energía eléctrica en propulsión al hacer rebotar microondas en un espacio cerrado.
¿Y cómo se ha sabido esto cuando la agencia espacial aún no lo ha dado a conocer? Pues, cómo no, gracias a la filtración de un fan australiano de esta tecnología llamado Phil Wilson, apodado «el viajero», que el pasado 5 de noviembre publicó en el foro NASA Spaceflight un artículo en el que se revelaban estas investigaciones. Sin embargo, los moderadores del foro decidieron borrar este contenido, ya que está previsto que sea el propio Instituto Americano de Aeronáutica (AIAA) el que dé a conocer este descubrimiento en próximas fechas.
Pero en Internet eso de borrar no funciona. Y por eso, el portal de noticias especializadas en ciencia y tecnología Next Big Future optó por publicar la investigación incluso con diagramas del motor, al considerar que esto era ya de «dominio público».
¿LA NASA DESAFÍA LAS LEYES DE LA FÍSICA?
Pero vamos al fondo de la cuestión. Según la filtración, los ingenieros de la NASA habrían logrado replicar el trabajo del científico Roger Shawyer, que hace años propuso la teoría de un motor electromagnético que funcionaría sin combustible y que generaría que, a su vez, se dirigirían a un recipiente cerrado capaz de aislar la radiación funcionando como una cavidad resonante y convirtiendo la radiación en empuje.
El problema es que esto violaría una de esas leyes de la física de Newton que nunca han sido discutidas: la que dice que por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, éste realiza una fuerza de igual intensidad y dirección pero de sentido contrario sobre el objeto que la produjo.
Pero he aquí que los científicos de la NASA habrían conseguido lo que en su momento Shawyer no pudo demostrar con evidencias y habrían logrado registrar una fuerza de empuje de 1,2 milinewtones por kilovatio en vacío. Vale, parece poca potencia, pero tengamos en cuenta que este motor funcionaría sin combustible, lo que haría que la nave equipada con él fuera mucho más ligera. Imaginemos la infinidad de posibilidades se esto abriría para el transporte del futuro si llegara a demostrarse.