Cada vez son más los científicos que dedican sus esfuerzos a investigar lo más háptico, lo táctil, como nueva forma de comunicación. Este es el caso de los investigadores de la Universidad de Purdue, que han desarrollado un dispositivo para enviar mensajes a través de vibraciones dirigidas a la piel de otra persona, utilizando el tacto como medio de comunicación. Además, más allá de otras futuras utilidades, esta tecnología puede ayudar a personas con graves déficits sensoriales porque les permitiría crear mapas de los sonidos de su entorno para interactuar con el lugar en el que discurre su actividad cotidiana.
El futuro es háptico
El dispositivo, desarrollado en colaboración con el Instituto de Tecnología de Massachusetts y Facebook reproduce una vibración específica asignada a un fonema determinado del idioma inglés en el antebrazo del receptor. Según explica Hong Z, profesor de ingeniería eléctrica e informática, esta vibración posee unas características diferentes, dependiendo del tipo de sonido que pretendan reproducir.
Por ejemplo, los sonidos labiales como la “p” y “b” producen vibraciones en las muñecas, mientras que los sonidos guturales como la “g” o “k” cerca del codo. También codificaron el dispositivo para generar sensaciones distintas, dependiendo de si se utilizaban vocales o consonantes. Las vocales se transmitían a partir de sonidos estáticos y las consonantes a partir de sonidos vibrantes. En las pruebas, encontramos que las personas nunca confundieron una consonante con una vocal porque las sensaciones eran distintas.
Este avance es muy fácil de utilizar y podría tener numerosas aplicaciones como método de comunicación alternativo, ya que los usuarios necesitan de unas pocas horas para saber interpretar las vibraciones y asociarlas con el sonidos, palabra o significados. Los primeros usuarios en utilizar el prototipo fueron capaces de diferenciar 500 palabras en inglés y de aprender una palabra por minuto.
En un futuro, esa tecnología podría traducirse a otros idiomas e incluso reproducir estímulos ambientales a partir de la codificación de mapas individuales, que ayudarían a personas con déficits sensoriales. «Estas necesitan poder escuchar el sonido de un auto o el grifo funcionando, por lo que podemos crear una sensación específica para eso».
Esto, por supuesto, es el futuro. La tecnología háptica todavía tiene mucho desarrollo por delante. Tanto en el laboratorio, para mejorar las prestaciones presentes, como en el mercado para disminuir su coste. Las pantallas y altavoces hicieron su agosto durante décadas, pero el futuro es háptico.