Elon Musk presentó su ambicioso proyecto para establecer una colonia de humanos en Marte en el año 2025. Para lograrlo, su compañía Space X quiere impulsar una misión interplanetaria impulsada por cohetes reutilizables, que volverán a despegar en varias oportunidades para realizar una carga de combustible en órbita a la nave. ¿El precio del viaje?: unos 100.000 dólares (unos 90.000 euros) por persona, que más o menos es lo que cuesta la compra de un trastero con un ventanuco para airear los 5 metros cuadrados con habitación, retrete y salón con cocina americana en el centro de Madrid. Viajar a Marte es una ganga, vaya.Para reducir este precio, Elon Musk explicó que Space X trabaja en la posibilidad de reutilizar las naves hasta en 15 viajes diferentes, en cada uno de los cuales podrán viajar de 80 a 100 personas.
rebajas en el billete para viajar a Marte
“Si compramos y utilizamos un coche o un caballo en una sola ocasión y luego lo desechamos para adquirir otro resultaría muy caro y, a la larga, no podríamos pagarlo”, dijo el empresario. “Es por ello que esto es tan importante para reducir costes, así como deshechos. No queremos un cementerio de naves, no sería lógico”, explica el visionario millonario estadounidense.
Otra forma en la que la firma estadounidense pretende reducir el precio del billete para los pasajeros es gracias a un sistema que permitirá a sus naves recargar combustible en órbita. “Lanzamos con un tanque prácticamente vacío y, después, enviamos un booster para llenarlo a medio camino”, detalló Musk. “Esto permite ofrecer a los pasajeros una mayor capacidad de carga y potencia”.
Después de despegar, la nave permanecerá en órbita terrestre, mientras que el cohete propulsor reutilizable regresará a la torre de lanzamiento para ser recargados, volver a despegar y abastecer del combustible necesario para que la nave pueda iniciar el viaje de 225 millones de kilómetros.
en 100 años, todos calvos…en marte
Musk prevé que en 100 años esta iniciativa logre crear una civilización sostenible en Marte de un millón de habitantes con unos 20 a 50 viajes interplanetarios.
El pionero tecnológico no brindó mayores detalles sobre cómo la tripulación será capaz de enfrentar los desafíos de un viaje de este tipo, tales como la ausencia de gravedad y la radiación en el espacio.
Según cuenta la agencia EFE, Musk cree que «podrá haber empresas de fundición de metal, pizzerías, lo que sea» para lograr la colonización del planeta, dijo, y añadió que los primeros pobladores deberán tener «espíritu aventurero, talento y ganas».
Musk no quiere viajar a marte
«La idea es que el sistema de transporte dará mucha más facilidad a alguien que quiera ir a Marte, quiera crear algo nuevo y ser parte de la fundación de esta nueva civilización». Para tranquilidad de los más pusilánimes, «quien desee volver a la Tierra podrá hacerlo de manera gratuita«, añadió.
Musk afirmó que esta nave tendría servicios como restaurante, cine, juegos y gravedad cero «para hacerla más divertida» y atractiva para quienes quieran realizar el viaje. También expresó el deseo de que se sumen al proyecto tanto gobiernos como otras empresas privadas internacionales para hacer una «enorme alianza pública y privada«.
Por último, ante la pregunta de uno de los asistentes, Musk aceptó que no le gustaría ser uno de los primeros viajeros, pues desea ver crecer a sus hijos.
La nasa también nos quiere mandar a marte
Como ya hemos contado en nobbot, la NASA también estudia los efectos en el cuerpo humano de un vuelo espacial prolongado, y ha anunciado sus propios planes para enviar misiones tripuladas a Marte para la década de 2030.
En el caso de la agencia espacial norteamericana, quienes pretendan ser seleccionados deben tener en cuenta que, como requisitos mínimos, la NASA exige una licenciatura o un título superior y experiencia en campos como la ingeniería, ciencias biológicas, ciencias físicas o matemáticas. También deberán superar varias pruebas de vuelo antes de ser aceptados. Pero que no se desanime nadie, que la propia Agencia nos dice que la cosa no es para tanto.
