Como norma general, el mundo de los videojuegos tiene como factor común cierta interacción por parte del usuario, al que se considera jugador. No es así en los juegos de tipo idle. En ellos prima la observación, la espera o la paciencia. La tecnología ha conseguido situarse como sustitutivo de una gran cantidad de actividades de ocio. Eso incluye también la mera contemplación y el aburrimiento profundo.
Idle game puede traducirse como “juego inactivo”. Y de eso van, precisamente. Ocasionales pulsaciones en la pantalla y dejar al juego evolucionar a su aire. Dicho así pueden parecer la antítesis del juego tradicional, pero analizamos algunos de ellos para ver por qué son tan adictivos.
¿En qué consiste un idle game?
Para explicar en qué consiste un idle game, imaginemos el clásico juego en que el objetivo es llegar a 100 puntos. En Super Mario Land, uno obtenía una vida cada 100 monedas, por ejemplo, de modo que hay cierta cantidad fija de algo a la que llegar.
Este marcador al que acercarse puede ser un número de monedas, un nivel, un cierto número de reinicio del universo… Aunque antes de entrar en esto último, explicamos las formas de conseguir estos puntos:
1. Dejar pasar los segundos, literalmente, de modo que el juego vaya sumando monedas, metal, enemigos destruidos, árboles plantados o pisos de una mazmorra. Cada segundo, las estadísticas del juego cambiarán, refrescándose y mostrando nuevos valores.
2. Interactuar con el juego para invertir en velocidad. Si al principio ganamos una moneda por segundo, pronto tendremos la oportunidad de invertir 10 para ganar dos monedas por segundo, 50 para ganar una tercera, y 250 para ganar cuatro… ¿Vemos la tendencia divergente? Cada vez hacen falta más segundos para alcanzar el siguiente objetivo:
3. Hacer clic. Muchos juegos de tipo idle cuentan con un modo clicker, aunque no todos. La mecánica suele consistir en hacer clic en la pantalla tan rápido como podamos. De este modo conseguimos multiplicandos de velocidad que se desvanecen en el tiempo. Es un modo inteligente para que sigamos jugando.
4. Ver anuncios que hacen lo propio. Suelen ofrecer velocidades x2, x5 o x10 para alcanzar antes nuestras metas. Por supuesto, supone un trampantojo que pronto queda eclipsado en el siguiente nivel exponencial. Llega un momento en el que, para mantener el ritmo, necesitamos ver anuncios. O pagar.
5. Pagar para conseguir más puntos. A menudo estos juegos son de tipo freemium. Es decir, si pagas algo de dinero (generalmente micropagos), obtienes un bonus permanente.
6. Reiniciar el universo. Llega un momento en el que ninguna estrategia puede ayudarnos y los tiempos de mejora pueden superar las 24 horas. A veces, rebasan la semana. Así que el juego propone reiniciar la partida desde el principio pero ganando un boost permanente. Por ejemplo, volver al 1 con un 10.000% más de velocidad.
Si llevamos suficiente tiempo jugando, los primeros cientos de objetivos los superaremos en pocos minutos gracias a esta mecánica. Pero estos juegos suelen tener carácter infinito o endless. No hay final. Incluso conseguidas todas las rupias, tesoros, objetivos secundarios, personajes o ranking mundial, siempre hay un nivel por encima.
Algunos juegos idle que podemos encontrar
Los idle games se han posicionado muy bien porque abarcan todo sector. Mazmorras, relajación, RPG, MMORPG, defensa, estrategia, construcción… Prácticamente no hay vertical o segmento que se haya quedado atrás, incluidos aquellos con visuales retro.
‘Nido de hormigas’, el juego que vemos arriba, no tiene más objetivo que entretenernos mirando. Matar el tiempo, así como alguna mariposa incauta. Al entrar en él veremos cómo una hormiga solitaria cava un túnel hasta la parte baja de la pantalla. Allí se transforma en una hormiga reina que pone larvas. De ellas surgen más hormigas, que construyen galerías. Y poco más.
Otros dos juegos en los que no tenemos por qué hacer absolutamente nada son ‘My Oasis’ (veremos crecer un oasis, abajo) o ‘Terrarium’ (una estantería repleta de plantas darán frutos). En ambos juegos, el usuario puede acelerar la experiencia a golpe de dedo y de cartera, pero también podemos mirar.
Pero los juegos idle no tienen por qué ser apacibles y relajados. Una gran cantidad de ellos basan su mecánica en el combate y en superar fases de enemigos. ‘Torre de héroes’, ‘Idle Heroes’ o ‘Main Heroes’ (el SEO tiene mucho peso) son algunos de ellos.
También los hay de construcción de infraestructura como ‘Make a city Idle Tycoon’, o defensivos al estilo de los tower defense como ‘Grow Turret’. Estos suelen necesitar algo más implicación por parte del usuario, pero el grueso del tiempo solo tendremos que mirar. Muchos están construidos sobre la violencia visual gratuita, como Idle Mine Crusher.
En este juego, dos rodillos machacarán todo lo que caiga sobre ellos. Con este material podremos aumentar la velocidad a la que destruir lo siguiente que se digne a aparecer por arriba.
¿Por qué los juegos de tipo idle son tan adictivos?
La respuesta sencilla es que los juegos idle, especialmente los endless, dan rienda suelta a la avaricia que ya Nintendo mostró con ‘Wario’. ¿Qué prefieres, una moneda o 50? ¿Y si te doy 5ac? “Ac” es una unidad imaginaria que hace referencia en estos juegos a una escala exponencial.
Al millón se le suele llamar “a”, mil millones son “b”, un millón de millones “c”… Al hablar de “ac” o “kb”, nos referimos a escalas cuyos ceros son imposibles de manejar. Ansia pura, un reclamo maravilloso para los jugadores a los que las recompensas basadas en escalas lineales se les quedan cortas.
Esto agrega siempre un nivel de dificultad por delante y fomenta la interacción del usuario. También la de su tarjeta bancaria, si no sabemos controlar nuestros impulsos. Además, el feedback positivo es constante. Siempre hay algo que mejorar y cifras que corren por la pantalla, cada vez más altas que, con frecuencia, adquieren una tonalidad épica.
Aunque el avance del juego tiende a ser cada vez más lento, siempre hay algo que podemos hacer para aumentar la velocidad. Peligroso para los adictos al comportamiento: hay un campo que arar, un arma que mejorar o un universo que reiniciar para correr más.
El matemático Lewis Carroll, autor de ‘Alicia a través del espejo’, estaría orgulloso. Su Reina Roja dijo a Alicia que “hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido”.
En otras palabras, los idle games son perfectos para invertir segundos, pero no nos llevarán muy lejos. Da igual qué velocidad de puntos por segundo consigamos: las matemáticas demuestran que siempre hay uno más alto.
En Nobbot | 5 aplicaciones que te ayudarán a evitar la adicción al móvil
Imágenes | iStock/millann, Google Play