Cómo convertir la luz en un aliado cuando el móvil es tu cámara de fotos

La fotografía se puede ver desde muy diferentes perspectivas. Pero en el fondo, hacer una foto consiste en capturar la luz que se refleja en los objetos de la escena que estemos presenciando. Tan simple y tan complejo como eso.

Los sensores de las cámaras son los que recogen esa luz, pero no lo hacen del mismo modo que lo hacen nuestros ojos. Y dependiendo de su calidad, podrán capturarla con mayor o menor solvencia. En los móviles, por desgracia, los sensores suelen ser el eslabón débil de la cadena.

De todos modos, podemos usar algunos trucos y técnicas para sacar el máximo partido a una escena cuando solo tengamos a mano nuestro móvil para hacer la foto. El mayor problema que podemos tener es la falta o el exceso de luz. Los sensores de los móviles y sus ópticas no son el mejor exponente en cuanto a capacidad para manejar ambos escenarios.

La cuestión es usar los recursos a nuestro alcance para compensar la falta de luz o el exceso. O para conseguir que el móvil capture justamente la luz adecuada en el caso de que la iluminación no sea uniforme.

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Recuerda que si la luz es escasa, el móvil usará el aumento de sensibilidad ISO como método para compensar esa carencia. Y por encima de ISO 400, la calidad de las imágenes será sencillamente mala salvo excepciones muy puntuales de terminales de gamas Premium usando modos RAW, por ejemplo.

Usa el modo manual

Dependiendo del modelo de móvil tendremos diferentes nombres para referirnos a este modo, donde el usuario tiene el control sobre parámetros fotográficos avanzados tales como la velocidad de obturación, la sensibilidad ISO, la compensación de exposición o el balance de blancos.

La tendencia es la de integrar este modo en terminales de gamas cada vez más modestas. En los de gama alta es casi imprescindible y en los de gamas medias también está siendo un «must».

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Uno de los ajustes más interesantes es el de la sensibilidad ISO. Forzando valores por debajo de ISO 400, aseguraremos que la imagen será nítida y sin ruido. Habrá que ajustar parámetros como la velocidad de obturación para conseguir que la exposición sea correcta, pero a poco que tengamos un pulso decente, podremos usar velocidades de obturación de hasta 1/15.

La temperatura de color es uno de los parámetros que mejor dejamos en automático salvo que tengamos claro qué luz se usa para iluminar la escena. No siempre tendremos un resultado óptimo, pero si disparamos en RAW, podremos modificar su valor más adelante.

El modo RAW de captura permite guardar la información que proviene del sensor antes de que se convierta en un archivo jpg. Así, es posible cambiar parámetros como la exposición o el balance de blancos en un editor de imagen sin que tengamos una pérdida de calidad en el proceso como sucede con los archivos jpg. Eso sí, un archivo RAW (o .dng) puede tener un tamaño de decenas de megas.

Usa el flash lo menos posible

Lo cierto es que el flash de los móviles está ahí, pero su valor como herramienta fotográfica no es tan alto como pudiéramos pensar. Para una emergencia está bien, pero es casi mejor usarlo como linterna que como flash.

Su alcance es corto, y para retratos y sabiendo lo que se hace, el resultado puede ser aceptable en ocasiones. Pero no es la panacea ni mucho menos. Así que trata de desactivarlo, porque lo único que puedes conseguir en muchos casos es un precioso halo si llevas una carcasa que haga que la luz del flash rebote en ella de algún modo, por ejemplo.

De todos modos, hay trucos para usar esta fuente de luz como apoyo para nuestras fotos, como sucede con el flash de relleno.

El flash de relleno

Un uso que sí podemos hacer del flash cuando tengamos modo manual en la cámara es emplearlo como flash de relleno.

El término “relleno” hace alusión metafórica al hecho de que el flash va a “rellenar” el vacío de luz de nuestra foto con su destello. El truco consiste en definir unos parámetros de captura de la foto en el modo manual donde la ISO sea lo más baja posible, con una velocidad de obturación suficientemente lenta como para capturar la luz natural de la escena.

en esta foto hemos activado el flash de relleno. Se aprecia un poco más de luz que en la otra fotografía. El cambio es leve.
En esta foto hemos activado el flash de relleno. Se aprecia un poco más de luz que en la otra fotografía. El cambio es leve. Además, permite congelar mejor la foto, de modo que, aunque hayamos usado una valor de obturación bajo, la foto no ha salido movida.
Aquí el flash no se ha usado. La exposición es la misma.
Aquí el flash no se ha usado. La exposición es la misma. Sin usar flash de relleno, la foto sale ligeramente movida al no tener el efecto de «congelación» de la imagen.

El flash tendremos que tenerlo activado y no en modo Auto para que el método funcione en todos los casos. De esta forma, añadirá la luz que “falta” y obtendremos una foto más iluminada, aunque sin «quemarla», como sucede con el flash normal en algunas situaciones. Es un método que requiere algo de práctica, pero con resultados óptimos en muchos casos.

Usa la linterna como foco

Una forma de aprovechar el flash del móvil es usarlo como foco en vez de como flash. Si tienes poca luz para fotografiar un objeto o incluso un rostro, es interesante usar el flash de otro móvil que tengamos como linterna para iluminar el objeto en cuestión o a las caras.

Entre otras ventajas, está la posibilidad de usar luz lateral en vez de frontal y así podremos jugar con las sombras y la intensidad acercando o alejando el móvil que usemos como foco.

la pantalla del móvil como fuente de luz

Otra posibilidad es la de usar la pantalla del móvil como fuente de luz. En situaciones donde no tengamos una iluminación suficiente, si la persona que estemos fotografiando pone su móvil con la pantalla encendida (preferiblemente en una app donde el fondo sea blanco y con la máxima intensidad de brillo) frente a su cara, obtendremos una fuente de luz bastante suave y mejor que no tener nada.

La pantalla de un móvil tiene suficiente intensidad como para iluminar un rostro en un momento dado.
La pantalla de un móvil tiene suficiente intensidad como para iluminar un rostro en un momento dado.

El efecto es bastante atractivo, y es aplicable incluso cuando estemos usando una cámara SLR o una dedicada. Es más, este tipo de truco permite que el sistema de enfoque funcione mejor que cuando no hay apenas luz.

Eso sí, el modo de medición de luz tendrá que ser puntual preferiblemente, o usar el modo manual para configurar la ISO y velocidad de obturación para que la exposición sea la correcta.

las ventanas, luz de calidad para retratos

Puede parecer una obviedad. Pero si quieres hacer un retrato a una persona o grupo de personas en interiores, busca una ventana y haz que la persona o grupo de personas se ubique de tal modo que la luz que entra por ella incida en las caras. De ese modo, conseguirás que salgan con más detalle y lograrás efectos artísticos atractivos a poco que te esfuerces.

Es un modo también de hacer que la sensibilidad ISO se mantenga lo más baja como sea posible, lo cual permite mejorar la calidad de un modo drástico. También es útil usar el modo de medición puntual del que hablaremos en el apartado siguiente.

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Desde el punto de vista artístico, las ventanas tienen un punto perfecto para retratos. Si tienen cortinas traslúcidas, son una forma de suavizar la luz, lo cual permite obtener retratos excelentes.

Hay que practicar para conseguir la mejor perspectiva y un buen juego de luces y sombras, pero permiten convertir al smartphone en un instrumento fotográfico de primer orden. También puedes jugar con el modo monocromo en estos casos, donde suele funcionar muy bien.

Usa la medición puntual

En las cámaras, por defecto, la medición de luz que se hace para tomar la foto suele ser ponderada al centro o matricial midiendo la luz en puntos de toda la escena y obteniendo un valor para la exposición que se adecue un poco a todo lo que aparece en ella.

Si bien es el modo más fácil y funciona bien para la mayoría de los casos, en situaciones donde haya zonas muy iluminadas o zonas muy oscuras, no es el mejor para calcular la exposición.

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En estos casos, y en las cámaras que tengan un modo avanzado, lo suyo es cambiar el modo de medición de matricial o automático a un modo puntual. El símbolo que lo representa es el segundo, con un punto en el centro que indica que la luz se mide únicamente ahi.

En este modo, la luz se mide justo en el punto donde toquemos con el dedo en la pantalla o en el punto central, y la exposición se ajusta a ese valor.  Por ejemplo, imagina que estamos en el caso donde pedimos a la persona que estamos retratando que use su pantalla del móvil para iluminar el rostro. En este caso, por ejemplo, lo conveniente es usar el modo puntual para medir la luz justo en la cara de la persona.

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En esta imagen hemos medido puntualmente la luz en la parte del cielo. La exposición se ajusta para mostrar las nubes y el color azul pero el campo está subexpuesto.
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En esta foto hemos medido puntualmente la luz en la zona del interior del estadio. El cielo sale «quemado».

Otro ejemplo es el de un desfile de moda o un escenario iluminado por focos potentes. Si en el encuadre de la foto están tanto los espectadores como el escenario, la medición matricial hará que el escenario salga “quemado”. Usando medición puntual podremos ajustar la exposición para el escenario. Los espectadores estarán subexpuestos, pero en este caso es lo suyo.

Otras fuentes de iluminación

Cuando la luz es escasa, puedes aprovechar cualquier elemento cotidiano para compensar esta carencia. Entre otros elementos, tenemos desde faros de coches hasta velas, pasando por linternas.

Una tira LED basta para iluminar un rostro en un entorno de oscuridad completa. Es similar al efecto que se consigue con la pantalla de un móvil.
Una tira LED basta para iluminar un rostro en un entorno de oscuridad completa. Es similar al efecto que se consigue con la pantalla de un móvil.

Se trata de conseguir luz a toda costa. Cámaras como la reciente EOS 5D Mark IV o la Nikon D810 con sensor de tamaño completo consiguen hacer fotos de calidad con iluminaciones casi imposibles, pero en los smartphones el sensor es muy pequeño y con muchos píxeles, lo cual impone sus condiciones.

Elimina los excesos de luz

Otro punto que hay que tener en cuenta para hacer fotos con smartphones es el de los excesos de luz. A pesar de que las ópticas de los móviles han mejorado mucho, están muy limitadas en cuanto a propiedades de transmisión de la luz hacia el sensor.

Especialmente, las fuentes de luz muy intensas pueden causar efectos “raros” en la foto final. Por lo que será conveniente no meterlos en el encuadre. Desde el sol en el cielo hasta farolas en la calle o focos en un escenario, lo ideal es evitar que aparezcan en la foto salvo que tengamos muy claro lo que estamos haciendo.

Los focos hacen que aparezcan halos en los laterales. La temperatura de color también se degrada con la falta de luz.
Los focos hacen que aparezcan halos en los laterales. La temperatura de color también se degrada con la falta de luz.

Para ello, es posible usar algunos trucos. Para el sol, podemos aprovechar troncos de árboles o farolas o elementos de la escena para “taparlo”. A veces, solo moviendo la cámara unos centímetros, conseguiremos eliminar el sol o una farola de la foto.

Otro truco es el de colocar la mano a modo de visera para tapar la luz incidente procedente de una farola o el sol. Con cuidado para que no aparezca la mano, pero podremos eliminar halos de un modo muy efectivo.

Para los brillos, podemos actuar de manera similar. O bien moviendo la cámara ligeramente para anularlo, o bien usando algún objeto para tapar la fuente de luz que origina el brillo.

Si todo falla, pasa a blanco y negro

Un truco que podemos usar para “salvar” una foto hecha con poca luz es pasarla a blanco y negro con un programa de edición como pueda ser Snapseed. De este modo eliminamos la información de color, que es la que más se degrada con la pérdida de luz.

De hecho, fabricantes como Huawei en su modelo P9 o el reciente Mate 9, están apostando por la integración de una cámara que, directamente, hace las fotos en blanco y negro eliminando el proceso de generación de la imagen en color a partir del uso del tradicional Filtro Bayer y algoritmos de interpolación de píxeles adyacentes.

En esta foto el color hace efectos raros en las transiciones. Además hay mucho ruido.
En esta foto el color hace efectos raros en las transiciones. Además hay mucho ruido.
Pasando a blanco y negro conseguimos eliminar los defectos debidos a la mala gestión del color. El efecto de grano puede incluso usarse de un modo artístico.
Pasando a blanco y negro, conseguimos eliminar los defectos debidos a la mala gestión del color. El efecto de grano puede incluso usarse de un modo artístico.

Este tipo de cámaras, además de conseguir resultados óptimos cuando buscamos un efecto estético, son perfectas para hacer fotos en interiores o en escenarios donde la luz sea escasa, como por la noche. Así, evitamos tener que hacer el proceso de conversión de color a blanco y negro con todo lo que ello conlleva en cuanto a sobre procesamiento.

El HDR sí, pero con cuidado

Otro modo de sacar partido a una foto con una luz “rara” es aplicando el efecto HDR o de alto rango dinámico. No es la opción favorita debido al sobreprocesamiento que genera sobre la foto, pero puedes darle un toque artístico si lo haces con cuidado.

En un salón de desayunos con luz artificial no tenemos las mejores condiciones de luz. El HDR puede dar un giro a la foto. Es cuestionable pero tiene su punto.
En un salón de desayunos con luz artificial no tenemos las mejores condiciones de luz. El HDR puede dar un giro a la foto. Es cuestionable, pero tiene su punto.

En las propias cámaras hay un modo HDR que hace que las sombras se iluminen más y las luces se rebajen un poco, para hacer que la imagen esté equilibrada en cuanto a luces y sombras. Es menos drástico que el efecto que se consigue con un editor en el móvil o el ordenador, pero también introduce efectos digitales que no siempre son deseables.

La luz es la clave

Estos son solo algunos trucos que puedes usar para aprovechar la luz en tu beneficio cuando hagas fotos con tu smartphone. Son trucos y consejos que también son válidos para cámaras dedicadas, aunque en este caso tenemos más margen para manejar situaciones de luz que no sean las de un día de sol en exteriores.

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La clave está en conseguir que el sensor capture la luz que queremos y no cualquier luz. Poco a poco, podrás pensar en las escenas en términos de luces y sombras para ajustar la cámara a los valores de exposición que hagan que la imagen sea lo más fiel como sea posible a la escena que queremos capturar.

Lo que vemos con los ojos es fruto de un proceso de composición mental similar al HDR de las cámaras. Es por ello que no es tan sencillo como parece hacer una foto que se parezca a lo que vemos, sobre todo en interiores, fotos nocturnas o lugares con fuertes contrastes de luces y sombras.

Pero con práctica podrás pensar en “modo cámara” y automatizar el proceso de modo que sea algo natural y fluido. Las cámaras de los smartphones han mejorado mucho en estos años, pero no son perfectas… aún.

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Foto | Despiece de la cámara del Huawei P9 cortesía de iFixit

Foto | Modos de medición cortesía de Wikimedia

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