Hace un año y medio casi nadie sabía qué era Musical.ly. Hoy esta red social, creada por dos emprendedores chinos que antes habían fracasado intentando montar un sitio para compartir vídeos educativos, es todo un fenómeno de masas y probablemente ya haya aterrizado en tu casa y esté instalada en el móvil y/o la tableta de tu hijo. Y es que Musical.ly tiene ya más de 90 millones de usuarios registrados, que cada día suben a la red más de 12 millones de los videoclips caseros de no más de 15 segundos, que es lo que permite hacer la aplicación.
Aunque conviene recordar que todavía está lejos de los más de 1.800 millones de usuarios de Facebook, de los 600 millones de Instagram o de los 300 millones de Snapchat, el ascenso de Musical.ly es innegable. La app fue creada en 2014 y en julio de 2015 ya figuraba como la número 1 en descargas en el AppStore de iOS. El pasado verano, consciente de su potencial, Coca-Cola llevó su campaña de marketing global #ShakeaCoke a esta red social.
Shakira o Megan Trainor han recurrido a Musical.ly para promocionar sus discos, y celebrities como Paris Hilton o Shaquile O´Neal también están en la plataforma. Además, Musical.ly, como YouTube, ha encumbrado a usuarios anónimos que al cabo del tiempo se han hecho con audiencias millonarias, como Baby Ariel, que hoy tiene más de 15 millones de followers en la red social.
Sobre los usuarios y posibilidades de Musical.ly
Los “musers”, el apodo que reciben los usuarios de Musical.ly, son sobre todo niños y adolescentes de entre 11 y 16 años que se han descargado la app de 86 MB y que está traducida a 11 idiomas y que así se pasan las horas haciendo playbacks de canciones de Coldplay, Justin Timberlake o Shakira, o de trozos de series y películas. Además, la aplicación permite que dos “musers” compartan puedan participar en un mismo vídeo. Son los duetos.
La red social del playback ha cogido el testigo de Snapchat en franja de edad que va de los últimos años de la infancia a los primeros de la adolescencia, un público que interesa a músicos, productoras de cine y televisión y grandes firmas de entretenimiento. Sin embargo, al contrario que Snapchat, en Musical.ly los vídeos, que se pueden embellecer con filtros de color o grabar a cámara lenta o rápida, no desaparecen, sino que son almacenados por la aplicación en el perfil de cada usuario, que luego puede hacerlos públicos o no, o restringirlos a su grupos de fans.
Chicos de todo el mundo han sido seducidos por la aplicación porque les permite ser creativos mientras se divierten y, sobre todo, mientras están en contacto con sus amigos desde la soledad de su habitación. ¿Quién no ha imitado a su cantante favorito delante del espejo o en la ducha? Musical.ly estimula nuestra mitomanía al tiempo que las habilidades sociales. A un adulto le cuesta poner caretos y mover los brazos y pies frente a la pantalla del móvil o la tableta mientras suenan los éxitos de su grupo favorito, pero a los chavales, más desinhibidos, les encanta, y por eso Musical.ly se ha hecho irresistible para tantos menores.
Musical.ly mola
Por ejemplo, una de sus usuarias, Greta (10 años), nos dice que le encanta la app de Musical.ly porque así se puede ver como una de las protagonistas de Got talent o Levántate, talent shows de Telecinco presentados por Jesús Vázquez. Además, Greta valora las posibilidades de comunicarse con los amigos de su clase que ya la tienen instalada (los menos, por el momento). Mientras tanto, Elia (14 años) nos cuenta que Musical.ly gusta a sus amigos porque está de moda y porque te hace pensar que eres una artista. Su madre, África, asegura que la plataforma sería “una bonita forma de aproximarse al mundo de la creación en vídeo”, aunque en su contra tiene que muchos niños acaban siempre reproduciendo las mismas canciones y bailando con los mismos gestos, lo que la hace muy “monótona”.
Marina (10 años) es lacónica y dice que graba en Musical.ly porque “mola”. Luego piensa un poco y afirma que estar en la red social del playback es divertido. “Me río mucho con los vídeos de mis amigas”, confiesa.
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