Si dejas opinar a todo el mundo, seguro que se te va de las manos. Hace tiempo que lo sabemos. El sueño de una internet mejor y más sabia se acabó en los comentarios de los lectores en las noticias, los tuits y posts variopintos de la comunidad online o las experiencias compartidas de los usuarios de Amazon. Muchos son muy útiles, es cierto, pero muchos otros se han convertido en carne de chistes y memes. Google Maps no se escapa a la tendencia.
Puntuar océanos enteros por su señal Wifi o cimas de montañas por su temperatura está a la orden del día en la plataforma de mapas de Mountain View. Estas son algunas de las ‘reviews’ más extrañas en Google Maps.
Primero, la polémica: continentes y países
Este artículo iba a empezar por una broma. Pero ya no es posible. Durante todo 2017 se popularizaron en la red artículos que recogían los extraños comentarios de la gente sobre continentes y países. Google ha decidido que ya basta. Siguiendo su política de contenido aportado por los usuarios de Maps ha decidido dejar de permitir que la comunidad puntúe y comente sobre continentes completos. Pero, ¿por qué?
¿Quién no quiere saber qué continente tiene las mejores vistas? ¿O sus 4.000 millones de habitantes más amables? Afortunadamente, internet es también un gran archivo. Multitud de webs y blogs se han dedicado en los últimos meses a salvar las opiniones más destacadas de los usuarios sobre Asia, Europa, África y compañía. Hoy entendemos que su labor ha sido inestimable.
Así, ahora podemos saber todavía que Asia no recibía buenas puntuaciones porque le faltaban pingüinos o por ser tan grande que no te daba tiempo a visitarla en la escala de un vuelo. África era descrita como un lugar con muchos leones, lo que lo hacía un continente romántico si te gustaban los leones. Y Europa… Su comida no estaba mal, salvo por su queso apestoso. Gracias, Google. A partir de ahora, iremos a ciegas cuando decidamos recorrer mundo.
¿Una estrella para el océano Atlántico?
Vale, ya no se pueden escribir ‘reviews’ de continentes y países. Pero puntuar océanos y mares sigue a la orden del día. Esencial para saber qué tal se duerme en medio del Índico o cómo es la cobertura en el Ártico. Vamos con algunos ejemplos.
El Pacífico: poco hospitalario
12.227 reseñas y un 3,5 de media. Carlos Augusto, por ejemplo, decidió darle dos estrellas. “Pésimo. No hay Wifi, el dueño nunca está y ni un vaso de agua salada te dan. Pocas opciones en el menú y para colmo no existe servicio de aire acondicionado. Pongo dos estrellas porque me encontré una pelota de voleibol que era bastante simpática”.
Sin embargo, la ‘review’ de Cristofol es más positiva, con cuatro estrellas. “Muy buen lugar para ir de vacaciones, atención al cliente muy buena, recomiendo quedaros dos días, ya que con uno no os da tiempo a verlo todo”. El punto débil del Pacífico, coinciden muchos usuarios, es la señalización. “De fácil acceso, pero difícil salida. No tuvimos problemas para entrar, pero está mal señalizada la salida”, señala Facundo Cardinal.
El Atlántico: siempre a tu lado
Tiene mejor nota que el Pacífico, un 3,9, aunque bastantes menos ‘reviews’. Los 4.124 comentarios del Atlántico destacan su comodidad y su amabilidad, así como sus facilidades para recorrerlo en bicicleta. Tal cual. Gonzalo Burgos dice: “Me lo esperaba menos mojado. Localización decepcionante, espero que el siguiente lo abran más cerca de Madrid”. Y Adrián Pascual se moja: “Un buen océano. A veces es algo frío y distante, pero sabes que estará ahí cuando más lo necesites”.
Elisa Moreno destaca entre las puntuaciones más bajas. “No presentan ninguna queja ante el momento de miccionar, no obstante, el servicio de comidas es pésimo – incapaces de ofrecer un arroz con leche dulce- SE LES VA LA SAAAL. Mi perro se lo trago una ola, pero hay buenas vistas”. Ah, y la temperatura tampoco parece estar al gusto de los visitantes.
El Índico: islas paradisíacas, aguas traicioneras
El tercer océano del planeta en tamaño se lleva una de cal y otra de arena. Con una puntuación de 4,2 y 6.407 reseñas, es el que mejor parado sale. Entre los comentarios negativos, destacan el de Verónica Bendig, que se queja de que el agua moja mucho, o el de Francisco Geisse, quien no duda de calificar el Índico como un océano traidor. “Un día es hermoso y te baña los pies con la mayor suavidad que he sentido por parte de un océano y al otro día te azota con olas de 10 y 15 metros”.
El Ártico y el Antártico: los solitarios
Son pocos los que se atreven a pasarse por las zonas heladas del planeta y los océanos que las rodean. Y menos aun los que osan dejar comentarios negativos de estos lugares despiadados. Del Antártico, con 3,2 estrellas, algunos usuarios se quejan de que los icebergs tapan las vistas, mientras Trenton McBee dice que lo peor de todo es que no llega hasta donde vive, en Albuquerque, Nuevo México.
El océano Ártico tiene una puntuación un poco más alta (3,4 estrellas), pero los comentarios de los usuarios son del estilo. Las grandes quejas llegan por la ausencia de pingüinos y por la mala calefacción. Sus puntos fuertes, como dice TeamSpeak, son las buenas vistas y que, gracias al cambio climático, parece que han conseguido arreglar el tema de la temperatura.
Del Everest al Amazonas
La actividad de los usuarios en Google Maps es frenética. Quizá no puedan valorar continentes, pero todo lo que puede ser votado recibe el juicio de la comunidad. Por ejemplo, el monte Everest, el techo del mundo, tiene 6.475 ‘reviews’. Alejandro Ocampo no dudó en darle las cinco estrellas tras quedarse impactado “viendo que el monte Everest era más grande que el Teide”. Daniel Guerra, sin embargo, no disfrutó del ascenso a la cumbre porque “se le hizo corto”.
El río más largo del mundo también ha dejado huella en Google Maps. Aunque hay usuarios que preguntan de qué río es afluente el Amazonas. Entre las quejas, Logan Peterson protestaba hace poco porque no había podido jugar a Fortnite en el río. Y Kaden Ruehelen señala que el servicio fue pésimo durante su visita y, sobre todo, cuando las pirañas se comieron a su marido.
La lista sigue. Lagos, estrechos, desiertos, bosques y selvas… lo que la Tierra ha tardado milenios en construir, los usuarios tardan segundos en dejarlo a la altura del betún. Sea como fuere, lo único que demuestra todo esto es que internet sigue siendo un lugar raro y maravilloso. Y que la comunidad online tiene casi tanta imaginación como tiempo libre.
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