En 2012 el veterano director David Lynch dijo: «Ver una película en el móvil significa no vivir la experiencia de la película, ni siquiera en un billón de años. Pensarás haberlo hecho, pero te estarás engañando”. Netflix acababa de llegar a Europa y estaba produciendo sus primera series. Hoy el sector está lleno de operadores y hay quienes buscan nuevas oportunidades.
Desde entonces han pasado pocos años, pero las cosas han cambiado mucho. En 2012,El éxito de los servicios on demand de películas y series ha sido uno de los principales factores de cambio en la industria del cine. Cada vez más productos están pensados para ser vistos en una pantalla de televisión. En cambio, todavía pocos usuarios ven películas y series en sus smartphones. Netflix habla de uno de cada diez. De todas formas, se trata de contenido normal, pensado para cine y televisión, pero que se ve en un dispositivo muy pequeño.
Sin embargo, ahora parece haber llegado el momento para los contenidos audiovisuales de calidad pensados y rodados específicamente para su consumo en los móviles. Las razones por las cuales este cambio parece posible son varias. Entre otras, el desarrollo inminente de las redes 5G y la difusión de móviles cada vez más potentes y de tecnologías de transmisión de datos cada vez más eficientes. Incluso los cineastas han empezado a interesarse a este tipos de contenidos sin esnobismos. Y los usuarios, por su parte, parecen estar listos, especialmente los más jóvenes.
Los smartphones ya son parte del proceso creativo. Este otoño Orange rodará su primera serie española. La trama de terror tratará de la desaparición de un grupo de jóvenes durante el Camino de Santiago. Se basará en la técnica del metraje encontrado, que utiliza las imágenes de los móviles de los desaparecidos como principal recurso narrativo.
Series y películas rodadas con el smartphone
Lo cierto es que las enormes y cada vez mayores potencialidades de los móviles ya han sido empleadas para la producción de verdaderas películas. ‘Searching for Sugar Man’, dirigida por el sueco Malik Bendjelloul, cuenta la historia del cantante folk estadounidense Sixto Rodríguez. La mayor parte del documental fue rodada con un móvil y una aplicación que vale dos euros.
Uno de los directores más importantes del siglo XXI, Steven Soderbergh, ha rodado sus dos últimas películas con un smartphone. En 2018, realizó ‘Unsane’ con un iPhone 7 Plus y el soporte de lentes gran angulares de máxima eficiencia. En 2019, la colaboración entre el director y Apple dio como resultado ‘High Flying Bird’, distribuida por Netflix.
Sin embargo, estos son experimentos que explotaron la tecnología de los móviles pero que siguen siendo productos cinematográficos. Destinados a la visión en cine o televisión. Los primeros intentos de Hollywood de producir breves historias que pudieran verse en una pantalla diferente se remontan a los primeros años 2000. Al principio, eran anuncios un poco más largos y elaborados de lo habitual.
Luego, en 2006, apareció YouTube y alguien inmediatamente intentó usar la plataforma para contar historias con un nuevo formato. Eran web-series independientes, proyectos relativamente pequeños y sin mucho éxito.
En 2007, en ocasión de la presentación del primer iPhone, Steve Jobs mostró cómo se podía usar ese nuevo móvil para ver una película. En ese caso, el fundador de Apple enseñó un fragmento de la segunda entrega de ‘Los Piratas del Caribe’. Todo en una pantalla de 3,5 pulgadas, con una resolución de 480 x 320 pixeles.
Quibi, el Netflix de los móviles
Desde entonces, la gente ha seguido usando los móviles para rodar y mirar películas. Y tratando de crear series diferentes, con episodios de unos pocos minutos. A partir de abril 2020, Quibi intentará unir todos estos elementos. Se trata de una nueva plataforma de contenidos on demand que pretende convertirse en ‘el Netflix de los smartphones‘. Para lograrlo, ya ha invertido más de mil millones de dólares.
Quibi se centra en la producción de contenido original pensado para ser visto en una pantalla pequeña. Se trata de series breves, de cinco a diez minutos por capítulo. Las estadísticas dicen que la Generación Z mantiene varias sesiones diarias de uso de sus smartphone. Y que cada sesión dura un promedio de seis minutos y medio.
El nombre nace de la unión de las palabras ‘quick’ y ‘bites’ (bocados rápidos). Refleja la ambición de hacer ‘series tentempié’. Útiles para una pausa con café, una sala de espera o un viaje en metro. Entre los inversores se encuentran al menos diez grandes productoras de Hollywood, incluidas Disney, MGM y Warner Media. Y entre los directores involucrados están Steven Spielberg, Guillermo del Toro y Peter Farrelly. Del Toro hará una serie de zombies; Farrelly, una comedia de la que no se sabe mucho, y Spielberg, una serie de terror que solo se podrá ver por la noche.
Quibi ya ha cerrado contratos publicitarios por más de cien millones de dólares, con gigantes como Google y Procter & Gamble. Pero la compañía también apuesta por las suscripciones, que podrían costar alrededor de 8 dólares al mes, sin publicidad. La revista ‘Hollywood Reporter‘ ha estimado que en su primer año Quibi gastará alrededor de mil millones de dólares para producir contenido y al menos 400 millones en marketing y publicidad.
Contenido diseñado para la Generación Z
Para series de doce episodios de diez minutos cada uno, la productora invertirá unos quince millones de dólares. Valores muy cercanos a los de un producto de nivel medio-alto de Netflix. En el momento del lanzamiento, habrá ocho series principales. Y a lo largo del primer año deberían llegar a 26. Todo el contenido será inmediatamente visible tanto horizontal como verticalmente.
En Quibi habrá series de varios tipos, pero también otra clase de programas de humor, documentales e información. Al principio, la plataforma estará disponible solo en los Estados Unidos, pero planea una expansión primero hacia otros países anglófonos y luego en el resto del mundo. Jeffrey Katzenberg, fundador y presidente de Quibi, fue también el fundador de Dreamworks. En Hollywood goza de mucha credibilidad. La web ‘QZ‘ recogió sus palabras: «Estamos tratando de hacer algo que está entre lo improbable y lo imposible, y lo estamos disfrutando mucho”.
Katzenberg también aseguró que Quibi quiere ser para YouTube, Facebook, Snapchat e Instagram lo que HBO ha sido para la televisión tradicional. Un proveedor de contenidos y no una competencia. Habrá que ver si este modelo podrá triunfar también más allá de la Generación Z. A muchos, de hecho, les cuesta romper con ciertos patrones. Sin llegar al extremismo de Lynch, ver una serie de cinco minutos en el móvil no es lo mismo que ver ‘Juego de Tronos’ o ‘The Crown’.
Sin embargo, desde 1895, el séptimo arte ha vivido y disfrutado de numerosos cambios. Desde la puesta en escena al sonido, al color y hasta el mismo concepto de hacer películas. Todo ha cambiado, sobre todo, a través de inventos y nuevos medios técnicos. El arte cinematográfico ha evolucionado rápidamente y sigue haciéndolo. Sin olvidar nunca la experimentación, incluso la extrema. Si la idea es buena, lo demás está hecho.
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