En 1997 Bandai lanzó el que por aquel entonces se convirtió en el videojuego más adictivo jamás creado. Se llamaba Tamagotchi y consistía en una pequeña consola en forma de huevo. Dentro de ella, un monstruo virtual crecía a medida que lo cuidábamos. Esa era su despiadada mecánica básica: lo dejabas de cuidar y moría. Por supuesto, apenas nos duraba unos pocos días.
Ese mismo año Digimon lanzaba su propio dispositivo, antesala de Pokemon, la mayor franquicia de monstruos virtuales que hemos conocido. Lejos de extinguirse, Tamagotchi lanzó año tras año nuevas versiones de sus mascotas. Incluso un crossover entre Bandai y Pokemon. Pero ¿qué hay del Tamagotchi online?
“Quedan prohibidos los Tamagotchi”
Unas pocas semanas atrás los tazos y los juegos de cartas coleccionables habían desaparecido del patio de mi colegio. Las peonzas, tras varios incidentes, se habían prohibido y ahora había un nuevo juego de moda. Yo tenía unos nueve años y la directora reunió a buena parte del colegio. “Quedan prohibidos los tamagotchi”, nos dijo de forma tajante. Hoy en día le doy la razón.
Actualmente estamos muy preocupados por las repercusiones que tienen las redes sociales en la gente. 2018 fue un año en el que se escribieron decenas de libros relevantes tan solo en divulgación. Muchas plataformas crean patrones de adicción en las que perdemos el control. No es nada comparado con la fiebre que llegó a los colegios de la mano de los tamagotchi. Pongámonos en antecedentes.
Los tamagotchi demandan atención cada pocas horas. Hay que darles de comer, llevarles a dormir, jugar con ellos y limpiar su cuarto. Ah, también hay que medicarlos si se ponen malos. Y pitan, emiten sonidos agudos en 8 bits cada vez que sucede algo de esto.
En una clase con 25 alumnos, esto ocurría cada pocos segundos. En el recreo se desataba la locura. Hay colegios en los que los smartphones están prohibidos. En su momento hubo que poner coto a los monstruos virtuales, que se quedaban a morir en casa.
Haz crecer a tu Tamagotchi como mantra
Tamagotchi es un juego interesante. A diferencia del Tetris de 1984, que se jugaba en recreativos, o Netflix con su binge watching, sus creadores no ganan nada con más y más horas de juego. Al menos en sus versiones físicas. Como en las actuales, es necesario pasar días conectado para que la mascota crezca o evolucione.
Ese ese el el objetivo principal del videojuego, que establece una bifurcación: o tu mascota evoluciona o muere. No hay un punto intermedio. Además, ocurre que los tamagotchi evolucionan de forma diferente en base a cómo los cuides. Si los tratas bien y estás muy atento, consigues mascotas más o menos antropomórficas sanas. Si no, acaban pareciendo deformes.
Algunos cambios aparecen en días, pero otros requieren semanas. Esta incertidumbre es la que hace que los jugadores pasen semanas cuidando de sus muñecos electrónicos. Algo parecido, pero llevado al límite, ocurre cuando hablamos de las nuevas generaciones de Tamagotchi.
Tamagotchi online’ ¿de Bandai?
Tamagotchi es una franquicia que ha sabido reinventarse año tras año. Ha sacado 14 versiones solo de dispositivos. Fueron hábiles introduciendo infrarrojos, pantallas LCD retroiluminadas e incluso NFC en su versión Tamagotchi Friends. La prueba es que estos dispositivos tecnológicamente anticuados (más de dos décadas) siguen vendiéndose. La edición 20 aniversario redujo su tamaño… y multiplicó su precio. Fue un éxito.
Su mecanismo ha sido copiado cientos de veces. De hecho, el grueso de juegos web/app para Tamagotchi no tienen nada que ver con la franquicia de Bandai. Una búsqueda por “Tamagotchi online” suele llevarnos a páginas web de multijuegos que usan su nombre y con las que hay que tener cuidado, como poco. En su momento (2015), la aplicación Pou subo llenar el vacío en Blackberry, iOS y Android.
La aplicación que sí es original y está dentro del canon de Bandai es My Tamagotchi Forever, una aplicación basada en la primera versión de 1997. Por supuesto, adaptando gráficos e incluso introduciendo tecnología como la realidad aumentada. TamaTown, un experimento fallido que tuvo lugar entre 2004 y 2006, y que Bandai trató de rescatar unos años después (sin éxito), dio el salto como base de la aplicación de My Tamagotchi Forever.
En esta aplicación nuestros monstruos virtuales también podrán nacer, convertirse en adolescentes y después en adultos. Pero, como ocurre en versiones anteriores, la fórmula para hacer crecer a tus mascotas es dedicarle muchas horas… o hacer uso de las compras internas de la aplicación.
En Nobbot | La evolución de las videoconsolas en 8 generaciones y más de 40 dispositivos (infografía)
Imágenes | Tomasz Sienicki, My Tamagotchi Forever, propias