Los que pensábamos que ya no era posible probar juegos nuevos en la Game Boy estábamos equivocados: una serie de desarrolladores se dedica a crear juegos para esta y otras consolas en desuso, como la Nintendo, la Super Nintendo o la Mega Drive.
Se integran en el movimiento homebrew y crean videojuegos caseros sin licencia oficial. ¿El objetivo? Dar una segunda vida a las consolas que tanto triunfaron en los 80 y los 90.
Hora de rescatar la Game Boy
Esta pequeña (al menos en su día) consola de Nintendo se lanzó al mercado el 21 de abril de 1989, hace ya 31 años. Desde esta fecha hasta que se retiró del mercado, en marzo del 2000, Nintendo vendió más de 100 millones de unidades en todo el mundo.
El fin de su venta no significó, ni mucho menos, el fin de su éxito —100 millones de Game Boys no iban a dejarse de lado de la noche a la mañana—. Una extensa comunidad de jugadores siguió fiel a la consola, aunque con el paso de los años se encontró con un problema: Nintendo no producía juegos nuevos. Y jugar durante décadas al mismo, por mucho que enganche el ‘Donkey Kong’, puede llegar a resultar pesado.
La solución se encontró en el movimiento de los videojuegos homebrew, o caseros, que ha ganado importancia en los últimos años. El movimiento es extenso y muy variado. Algunos desarrolladores se limitan a crear productos digitales, que imitan el estilo de los videojuegos de la época y a los que se puede jugar desde el ordenador. Otros van más allá y editan cartuchos para jugar en las consolas originales. Es el caso, por ejemplo, de Dana Punch, quien está detrás del estudio Green Boy Games.
‘Where is my body?’
Dana Punch es el seudónimo con el que se da a conocer el desarrollador detrás de Green Boy Games. La Game Boy fue la primera consola que se compró con su dinero, en el verano de 1991. Desde entonces, se ha hecho con toda la colección de juegos de la consola y combina su trabajo actual con la creación de otros nuevos.
En los últimos dos años, ha sacado cuatro: ‘Micro Doctor’, ‘Lunar Journey’, ‘Submarine 9’, ‘Leo Legand’. El quinto está en camino: ha conseguido financiación para producirlo a través de Kickstarter. Se trata de ‘Where is my body’, una aventura en la que una mano que ha perdido su cuerpo tiene que desvelar pistas para encontrarlo.
Al igual que tantos otros juegos del movimiento homebrew, tiene todas las limitaciones (y también todo el encanto) de los clásicos de la Game Boy. El protagonista es una mano de 16×16 píxeles (toda la pantalla de la consola tiene 160×144). El juego tiene cuatro colores y dos planos. Y, una vez terminado, su tamaño total será tan solo de 1 MB.
Lo que está claro es que mercado no falta: a pesar de que el objetivo de Dana Punch en Kickstarter era de 4.000 euros, ha obtenido más de 24.000 euros de 377 patrocinadores.
Los nostálgicos de Estudio 1985 alternativo
Detrás de este estudio hay un grupo de entusiastas “que recuerdan con nostalgia aquellos años en los que los videojuegos eran mucho más que otra gran industria”. Desarrollan títulos propios y también publican juegos (suyos y de terceros) en formato físico. Además de para la Game Boy, han lanzado también productos para otras consolas como la Mega Drive de SEGA y juegos en cassette.
El remember es una de las principales motivaciones del grupo detrás de Estudio 1985 alternativo, al igual que de tantos otros del colectivo homebrew. Tanto que su primer videojuego físico, ‘Watman’, venía acompañado de un bollycao para rememorar al máximo las tardes de la infancia de hace un par de décadas.
Otro punto: el espíritu de comunidad
Para muchos desarrolladores, está también la motivación de crear alternativas a los productos más comerciales. Por ello, apuestan por la creación comunitaria y colaborativa. Cuando se trata de juegos para la Game Boy, muchos utilizan la herramienta Game Boy Developers Kit (GBDK). Además, existen otras herramientas para dibujar y crear imágenes compatibles con los formatos de esta videoconsola. Algunos ejemplos son Game Boy Tile Designer (GBTD) y Game Boy Map Builder (GBMB).
No es raro, tampoco, que varios creadores colaboren para dar forma a diferentes partes de los videojuegos. Por ejemplo, al encargarse uno del software y otro del hardware. O, por qué no, algunos de la historia, otros del diseño de los personajes y otros de la música.
La comunidad internacional es tan amplia que se ha editado incluso una ‘Enciclopedia Homebrew’ para tratar de recoger todos los videojuegos e iniciativas de los últimos años. Ya lleva dos tomos. Así que, si te has quedado con curiosidad, puedes echarle un vistazo y hacerte con algún juego casero. Basta con introducir el cartucho en la consola para que, como si fuese arte de magia, las máquinas del siglo pasado vuelvan a funcionar.
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Imágenes | Unsplash/Hello I’m Nik, Unsplash/Hitesh Dewasi