«Periolistas» es una iniciativa de la histórica reportera de Televisión Española, Almudena Ariza, que da la vuelta a un insulto dirigido a las mujeres periodistas, en especial en redes sociales, y lo transforma en una propuesta solidaria y reivindicativa.
Según explica Ariza, «queremos cambiar el significado de esa palabra y transformarla en un símbolo de empoderamiento y valentía». Y vaya si lo han conseguido. De esta forma tan imaginativa, el término despectivo se ha convertido en un símbolo de periodismo comprometido que contribuye a la visibilidad de la lucha por la verdad. Y lo hace a través de lemas impresos en unas bolsas confeccionadas por mujeres en riesgo de exclusión social.
Estas bolsas se pueden adquirir en la web del proyecto por 19,95 euros aunque hay que tener paciencia porque, al ser una iniciativa pequeña y artesanal, a veces se agotan las existencias y hay que aguardar a la nueva remesa. La espera merece la pena e, incluso, pone más en valor el trabajo realizado haciéndonos recordar un tiempo, antes de Amazon, en que no era necesario que un mensajero llamara a nuestra puerta horas después de adquirir cualquier artículo, por banal que sea.
recuperar el tiempo
Todo por la rapidez, ese concepto que hemos asumido como valioso en el mundo de hoy, pagando un alto precio por él. Un coste que se mide en términos de calidad de empleo -que le pregunten al mensajero del párrafo anterior- pero también en una pérdida individual del sentido del tiempo, de la capacidad de discernir entre lo urgente y lo importante. La falta de reflexión y de sosiego nos aboca a la irracionalidad y a las malas decisiones y nos hace más manipulables, tal como señalan las bolsas de «Periolistas».
Vivimos un tiempo sin aroma, y quizás sea el momento de tratar de recuperar ese perfume que liberan las agujas del reloj, huyendo de lo que Byung-Chul Han llama la disincronía. “Cuando nos olvidábamos de la fecha corriente: eso sí que eran tiempos», decía el poeta Peter Handke.
1. Todavía no os lo había contado por aquí.
Algun@s ya lo conocéis. Es el proyecto #Periolistas.
Todo empezó siendo un insulto… y lo he querido convertir en un movimiento reivindicativo.
Hilo pic.twitter.com/bYf1KonY4j— Almudena Ariza (@almuariza) September 18, 2023
mucho más que bolsas de tela
Tal como se explica en la web de «Periolistas», estas bolsas de tela son más que un accesorio. «Queremos recordar a todos que el periodismo es una herramienta fundamental para una sociedad libre y democrática. Es el compromiso de informar con rigor, buscar la verdad, impulsar cambios y hacer mejores a las personas», señala la reportera.
Además, son el resultado de un trabajo de enorme valor realizado por un grupo de mujeres en riesgo de exclusión social. Confeccionadas completamente a mano con telas sostenibles de algodón y otros materiales respetuosos con el medio ambiente, estas bolsas representan un compromiso con la calidad y la ética.
«Al adquirir una de estas bolsas «Periolistas» -explica Almudena Ariza- no solo estarás apoyando el trabajo de estas talentosas mujeres de nuestro taller social, sino que también estarás promoviendo valores de sostenibilidad y responsabilidad medioambiental».
las mujeres periodistas, víctimas de insultos
«Periolistas» es solo uno de los insultos que reciben las mujeres periodistas en las redes sociales. En un documento de Reporteros Sin Fronteras, «Los derechos de las mujeres: investigaciones prohibidas» publicado el 8 de marzo de 2018 por RSF, se muestra que entre las principales víctimas de los trolls se encuentran las periodistas. Una investigación realizada en el Reino Unido por el «think tank» Demos, tras estudiar miles de tuits, reveló que las reporteras reciben en promedio tres veces más comentarios inapropiados o insultantes que sus colegas hombres. “Perra” y “prostituta” son algunos de los insultos más comunes, también la amenaza de violación.
“Perioputa, mierda… Que te lo digan una vez o dos puede pasar, pero que lo repitan cientos de veces te afecta anímicamente», afirma el director de un medio entrevistado por Reporteros sin Fronteras, en otro informe: «Acoso en línea a periodistas: cuando los trolls arremeten contra la prensa”. En este documento, que se ha elaborado a partir de una investigación realizada durante seis meses en 32 países, la organización muestra la magnitud de una nueva amenaza que enfrentan los periodistas: el acoso a través de las redes sociales para hacerlos callar. Puede tratarse de “simples haters”, de individuos o grupos que se esconden tras la pantalla, o de mercenarios de la información en línea, de verdaderos “ejércitos de trols en redes sociales” a sueldo de regímenes autoritarios. Los periodistas de investigación y, sobre todo, las mujeres son las principales víctimas de estos ataques.