La astronomía y las matemáticas fueron dos de las grandes pasiones de Mary Somerville, una brillante científica escocesa de formación autodidacta que tuvo el don de hacer inteligibles los conceptos que rodean a la ciencia. Esta es la vida y carrera de la conocida como ‘reina de la ciencia’.
Índice
- Biografía de Mary Somerville: así fue su vida
- La primera científica
- Obras de Mary Somerville
- Fallecimiento y homenajes póstumos
Biografía de mary sommerville: así fue su vida
De origen escocés, nació el 26 de diciembre de 1780 y fue educada según las tradiciones de la época para ser una buena esposa. Pero ella tenía sus propios planes. Ya de niña manifestó su interés por los libros y las ciencias, en concreto el álgebra, y con 13 años descubrió la obra de Euclides, que le aportaría conocimientos relacionados con la astronomía y la ciencia mecánica. No pudo asistir a la universidad por ser mujer, pero aun así desarrolló una completa formación autodidacta que incluiría idiomas, geografía, química, astronomía, electricidad…
En primeras nupcias contrajo matrimonio con un primo lejano, Samuel Greig, con quien se trasladó a Londres y tuvo dos hijos. Una unión que apenas duró unos pocos años a causa del fallecimiento de Greig. Tras la muerte de este, Somerville retomó sus estudios matemáticos y leyó por primera vez ‘Los principios matemáticos de la filosofía natural’ de Isaac Newton. Mientras, y gracias al matemático escocés John Playfair, conoció al astrónomo William Wallace, con el que discutirá acerca de problemas matemáticos. Ya en 1811, fue obsequiada con una medalla de plata tras resolver un problema diofántico formulado por la revista ‘Royal Military Academy Sandhurst’.
Su segundo matrimonio en 1812 con William Somerville, también primo lejano e inspector de la Junta Médica del Ejército, con el que tuvo cuatro hijos, fue muy diferente al primero, sobre todo porque la animó y ayudó en sus estudios de ciencias físicas. William, miembro de la Sociedad Científica del Reino Unido (o Royal Society), aprovechó la ocasión para copiar distintos artículos que había en la biblioteca de la citada institución para ayudar a su esposa en sus investigaciones, pues las mujeres aún no podían entrar en ella.
El matrimonio, en continuo contacto con importantes personalidades e intelectuales, se mudó a Italia en 1833. Esto no impidió a Mary seguir con su labor científica a través de debates y cartas que intercambiaba con otros colegas de profesión. Se convirtió en una de las primeras mujeres honorarias de la Royal Astronomical Society. También fue miembro de la Sociedad Geográfica Italiana y la Sociedad Estadounidense de Geografía y Física, y entre sus amistades estuvo Ada Lovelace, cuyos trabajos se centraron en la informática y la programación. Al margen de sus aportaciones a la ciencia, defendió el derecho de la mujer al voto y que las niñas recibieran una educación de calidad.
En 1872 falleció en Nápoles (Italia) con 92 años, cuando estaba estudiando una memoria de William Rowan Hamilton. En sus últimos días de vida, escribió que todavía era capaz de «leer libros de álgebra superior durante cuatro o cinco horas (…) e incluso de resolver problemas», a pesar de que su memoria empezaba a fallar.
La primera científica
Mary Somerville ha pasado a la historia no solo con el sobrenombre de la ‘reina de la ciencia’ del siglo XIX. Se da la circunstancia de que el erudito y científico inglés William Whewell acuñó el término de «científica» por primera vez para referirse a ella: hasta entonces esta palabra no existía como tal y se empleaban los términos «hombres de ciencia» o «filósofos naturales» en alusión a las personas dedicadas a este campo. Su estilo se caracterizó por ser didáctico y explicar las cosas de manera sencilla.
Una de sus aportaciones más destacadas le vino de la mano del estadista británico y fundador de la Sociedad para Difundir el Conocimiento Útil, Lord Brougham. Este le encargó la traducción del libro ‘La mecánica celeste’ de Pierre-Simon Laplace, dedicado a las matemáticas gravitacionales y con una importante repercusión. Somerville no se limitó a una mera traducción y fue más allá. El resultado fue la obra ‘El mecanismo de los cielos‘, de 1831: en ella, los conceptos físicos y matemáticos se desarrollan y explican a través de un lenguaje entendible. Sería utilizada como libro de texto en la Universidad de Cambridge hasta la década de 1880.
Obras de mary somerville
A lo largo de su vida, publicó otros trabajos como estos:
- ‘Las propiedades magnéticas de los rayos ultravioletas del espectro solar’. Ahonda en la física experimental. En realidad, se trata de un artículo que vio la luz en 1826 en la revista científica ‘Philosophical Transactions of the Royal Society’. Coincide, además, que era la primera vez que esta cabecera publicaba un trabajo firmado por una mujer. No fue el único, porque Somerville publicó para este mismo medio otros artículos como ‘Acción de los rayos solares sobre los jugos vegetales’.
- ‘Sobre la conexión de las ciencias físicas’. Publicado en 1834, fue uno de los libros de ciencia más vendidos en el siglo XIX. Somerville, que contó con la colaboración de otros científicos de la época, planteó una serie de cálculos y datos que hicieron posible el descubrimiento de Neptuno en 1846.
- ‘Geografía física’. Data de 1848, se publicaron seis ediciones y por este trabajo recibió la Medalla de Oro Victoria de la Royal Geographical Society. Además, se utilizó como libro de texto hasta comienzos del siglo XX. En sus páginas, realiza una descripción de la estructura general de la Tierra y una breve alusión a su ubicación en el sistema solar. Luego, se centra en las características más básicas de la tierra y el agua; formaciones de montañas, volcanes, océanos, ríos y lagos; ahonda en temas relacionados con la luz, la electricidad o el magnetismo; y da paso a la vegetación, las aves y los mamíferos, así como su distribución geográfica, para dar paso a una discusión sobre las perspectivas futuras de la raza humana.
- ‘De la ciencia molecular y microscópica’. Es su última obra, de 1869. Le llevó 10 años escribirla, incorporó 180 ilustraciones y se publicó en tres partes: la primera se centraba en átomos y moléculas, la segunda en la vida vegetal y en la tercerá su interés se centró en la vida animal.
Fallecimiento y homenajes póstumos
Cuando le quedaba poco más de un mes para cumplir 92 años, falleció en Nápoles (Italia). Su dedicación a la ciencia fue reconocida de igual forma con una serie de homenaje póstumos:
Somerville College
Considerada una de las primeras facultades femeninas, abrió sus puertas en la Universidad de Oxford en 1879. En sus aulas han estudiado personalidades como Indira Gandhi o Margaret Thatcher.
Cráter lunar Somerville
Es uno de los más de 1600 cráteres lunares que hay registrados. Se trata de un astroblema (o cráter de impacto) de tamaño pequeño en forma de círculo localizado en la parte oriental de la Luna. En concreto, al este del cráter Langrenus, el cual tiene un diámetro de 132 kilómetros y una profundidad de 2,7 kilómetros.
Asteroide Somerville
Descubierto por el astrónomo estadounidense Edward Bowell en septiembre de 1987, forma parte del llamado cinturón de asteroides, una estructura material perteneciente al sistema solar que se sitúa entre las órbitas de Marte y Júpiter. Posee un diámetro próximo a los 26 kilómetros e invierte 2028 días en completar una órbita alrededor del Sol.
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Imágenes | Thomas Phillips//Wikimedia Commons (destacada), The Leisure Hour/Wikimedia Commons, NASA / LRO_LROC_TEAM/Wikimedia Commons y Science History Institute/Wikimedia Commons