España cuenta con una infraestructura de fibra óptica que es la envidia de los países de nuestro entorno, tal como se ha puesto de manifiesto durante la pandemia, donde ha resultado esencial para mantener cierta normalidad gracias a internet. Sin embargo, su utilidad va más allá, porque puede servir para curar y diagnosticas enfermedades.
la detección precoz de las caries. De hecho, la fibra óptica, a través de impulsos de luz, es capaz de curarnos… e ir más allá logrando diagnosticar, e incluso predecir, enfermedades, según señala Abián Bentor Socorro, profesor del área de Tecnología Electrónica del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y de Comunicación de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
Los usos de la fibra óptica van desde algo tan sencillo como decorar un escaparate o un árbol de Navidad a la fabricación de sensores de temperatura o presión, oEn una entrevista publicada en el blog Traductor de Ciencia, de la UPNA, explica que cuando hablamos de fibra óptica «nos viene directamente a la cabeza el cable que nos trae a nuestras casas Internet. Sabemos que la fibra óptica propaga datos, pero lo que no sabemos es que sirve para curarnos. Podemos guiar su luz con diferentes intensidades y, por ejemplo, quemar o reparar tejidos, pero también, introducirla dentro del cuerpo a través de mínimas incisiones y operar, sin necesidad de abrir en canal al paciente. Es tan fina y flexible que nos permite llegar a ubicaciones del cuerpo humano que, de otro modo, sería muy complicado. Pero, además, podemos utilizar la fibra óptica para detectar enfermedades».
fibra óptica y biosensores
Esta última capacidad es posible empleando técnicas de química y nanotecnología y aplicando conocimientos de telecomunicaciones. » De esta forma, podemos crear lo que se llaman “biosensores” ópticos. Con ellos somos capaces de recubrir la fibra óptica y generar fenómenos físicos que, luego, podemos medir, como absorción de luz, luminiscencia, interferometría o resonancias. Una vez generados estos fenómenos físicos, colocamos moléculas biológicas tales como anticuerpos, enzimas, proteínas o el propio ADN. En función de la relación unívoca que existe entre esas moléculas que depositamos en la fibra y aquellas para las que se sabe que están diseñadas, podemos llegar a descubrir si la persona está enferma o no y en qué estadío», explica.
Actualmente, en la UPNA se están desarrollando aplicaciones de fibra óptica para detectar enfermedades como Alzheimer, celiaquía, ictus y otras, colocando en cada caso el anticuerpo adecuado en la fibra. Incluso, a través del aliento, integrando tecnología de fibra óptica en un proyecto realizado con la empresa Eversens, colocando un sensor entre los pacientes y la máquina. Este sensor es capaz de medir diferentes parámetros para detectar enfermedades y ver el estadío en el que se encuentran.