Desde que los juegos en móviles empezaron a triunfar, muchos de los que somos habituales jugadores de la plataforma nos hemos preguntado cuánto tardarían las compañías de toda la vida en empezar a meter el hocico en esa industria. Todas han ido cayendo como moscas, pero había una que se resistía a dar el paso: Nintendo.
Recientemente, los nipones anunciaron que, aquello que en su día fue motivo de crítica y se convirtió en la excusa perfecta para relatar esas palabras prohibidas que rezan «yo nunca«, ahora sí es santo de su devoción, y de la mano de la compañía DeNA se convertirá en un nuevo modelo de negocio.
Nintendo y los móviles
Lo que muchos estarán pensando ahora es que todo esto se traducirá en la llegada de Mario y las mascotas de la marca a los juegos para móviles, ya sea de la mano de juegos antiguos adaptados o de lanzamientos simultáneos a los títulos de consola, para intentar apoyar la publicidad del juego como ya hacen otras compañías, pero lo cierto es que no van por ahí los tiros.
La estrategia es bien distinta, y es que, desde que Nintendo hizo público que se había hecho con el control de parte de la compañía DeNA, también nipona, dejó bien claro que sus estrategias para este tipo de plataformas irían por otro camino al habitual: uno centrado en el free-to-play con propuestas exclusivas.
Eso no quita que dentro de esos juegos podamos ver a personajes famosos de su catálogo de juegos. De hecho, tienen contenido suficiente para sacar un juego al mes y que tardemos en ver a todas sus mascotas desfilando por nuestro teléfono, pero desde luego no lo haremos de la mano de títulos similares a los que actualmente podemos disfrutar en Nintendo Wii U y Nintendo 3DS (casi).
La moda del free-to-play
La puntilla a esa frase viene por los últimos lanzamientos que ha estado viviendo la portátil de la gran N, juegos fírmemente orientados al free-to-play y las microtransacciones que, ya en su lanzamiento y antes de que se diesen a conocer los planes de la marca, olían a globo sonda desde kilómetros de distancia.
El tiempo ha terminado dando la razón a los que tenían la mosca detrás de la oreja y probablemente pase lo mismo con aquellos que invitaban a Nintendo a dar el salto para solucionar los baches financieros que han venido sufriendo desde la debacle de Wii.
No deja de ser curioso que tras abrir el mercado con el deporte con un mando con controlador de movimiento para que jugase toda la familia, ahora deba subirse al carro de la siguiente moda para intentar conseguir su trozo de pastel antes de que alguien venga con una nueva idea que deje obsoleta la imagen de madres y abuelas quemando la batería de su móvil o mendigando por vidas de Candy Crush.
¿Pero qué pasa con el resto? ¿Qué ocurrirá con la Nintendo clásica y, de rebote, con los fieles seguidores al estilo más purista de los japoneses? Pues es una respuesta que precisa de una bola de cristal para ser aclarada.
El futuro de Nintendo
Lo que está claro es que, pese a que muchos de nosotros hayamos crecido con sus productos y tengamos idealizada a gran parte de la industria, todo esto no deja de ser eso último: una red de empresas cuyo único objetivo es mantenerse a flote. Si es divirtiendo al público y creando contenidos originales, mejor que mejor, pero para llegar a eso primero tienen que llenarse las arcas, y el juego en móviles a día de hoy parece la estrategia perfecta.
Imaginad las cifras que se barajarían si Pokémon Shuffle, el free-to-play con aroma a Candy Crush, Puzzle & Dragons y similares, acabase llegando a móviles ¿alguien duda de su posible éxito? Porque a día de hoy pondría la mano en el fuego si Nintendo decidiese «vender acciones» del juego para repartir posteriormente el beneficio. Sería un bombazo.
La gran duda está en si los japoneses decidirán aprovechar todas esas futuras ganancias en seguir creciendo en el mercado de consolas o llegará un punto en el que el peso del mercado de móviles conseguirá que abandonen la que hasta la fecha era su filosofía.
Al fin y al cabo ,recordemos que Nintendo es una compañía que entiende la supervivencia como ninguna otra, que ha pasado de vender cartas y construir hoteles del amor a liderar una industria que últimamente parece haberle superado en fuerzas. Veremos si su llegada a móviles no detona otro cambio.
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Seria bueno poder ver las versiones de pokemon en el celular sin necesidad de usar programas que emulen el GBA. Pokemon Rojo y Pokemon Verde serian geniales en mi movil