Los gatos, al igual que nosotros, se han ‘acostumbrado’ a la pandemia. O mejor dicho, a nuestro nuevo estilo de vida, más hogareño y menos mundano. Un estudio reciente confirma la impresión de muchos propietarios que se encontraron compartiendo más tiempo con sus mascotas en los últimos meses. De hecho, más de dos de cada tres personas creen que sus pequeños felinos han cambiado su actitud, volviéndose más cariñosos y apegados.
El mejor humor de las mascotas durante el confinamiento
Investigadores de las universidades de York y Lincoln (Reino Unido) han intentado dar respuesta a algunas preguntas que muchos se han planteado. La pandemia nos ha obligado a pasar más tiempo en casa, en contacto con las mascotas. ¿Cómo ha influido en su comportamiento? ¿Y cómo se han adaptado a nuestra mayor presencia? Estas preguntas fueron dirigidas a una muestra de más de 5000 dueños y dueñas.
La encuesta se publicó en el ‘International Journal of Environmental Research and Public Health’. Y los resultados confirman que las mascotas también modifican sus hábitos en función de los cambios en su entorno, igual que nosotros. En concreto, alrededor del 67 % de los encuestados observó una variación en el comportamiento de los animales durante el primer confinamiento, el de la primavera de 2020.
Sobre todo, se trata de cambios positivos en el estado de ánimo y las actitudes. En particular, los propietarios que informaron de mejoras son tres veces más que los que indicaron algo negativo. Entre el 15 % y el 20 % de la muestra señaló que su mascota estaba más enérgica y predispuesta a jugar. Y entre un 20 % y un 30 % afirmó que mostraban un estado de mayor relajación.
El profesor Daniel Mills, especialista en comportamiento animal de la Universidad de Lincoln, explicó que «si bien se sabe desde hace mucho que las mascotas pueden enriquecer la vida de los humanos, el bienestar de un animal de compañía también está muy influenciado por el comportamiento de sus amos, así como el entorno físico y social en el que viven».
Los gatos, más felices que los perros
Existen diferencias entre especies de mascotas. Durante el primer período de confinamiento, cerca de un tercio de los perros y gatos no se vio afectado por los efectos negativos. Por el contrario, alrededor del 40 % de las otras especies sufrió consecuencias. A pesar del mito de que sean más ariscos, este período ha sido más beneficioso para los gatos que para los perros.
De hecho, antes de la pandemia, los perros ya estaban muy involucrados en las actividades diarias, mientras que el gato suele ser un animal solitario. En estas fechas, sin embargo, los felinos han recibido y aceptado con gusto mucha más atención de la habitual. Además, según los investigadores, los perros terminaron pasando más tiempo de lo normal atados a sus correas en los frecuentes paseos durante el confinamiento. Como resultado, el juego y las interacciones con otros perros se vieron afectados de forma negativa.
Por el contrario, hubo un aumento en las sesiones de juego doméstico. Y esto es algo que ha marcado un cambio positivo más evidente en la vida de los gatos. El problema es que ahora que volvemos a salir más a menudo, los felinos tendrán que readaptarse a un día a día más solitario. El consejo de los expertos es acompañarlos de manera gradual en esta nueva realidad, con especial atención a los periodos vacacionales.
En general, el estudio asegura que el impacto de la pandemia y del confinamiento en particular fue menos negativo para aquellos animales cuya salud mental (medida a través de una puntuación específica) era más frágil antes de la pandemia. En otras palabras, un animal que no estaba muy feliz o satisfecho se benefició más de la congelación de las actividades humanas y de la compañía de su dueño.
Mascotas y humanos, un destino entrelazado
Esto es, además, algo muy parecido a lo que también experimentaron las personas. De hecho, los más afectados en lo anímico por las restricciones fueron las personas que estaban acostumbradas a una vida social muy activa. Y, por ende, tenían más que perder.
Los mismos investigadores de la Universidad de York, junto con otros institutos internacionales, ya se habían ocupado del papel de las mascotas durante el confinamiento. En particular, a través de una encuesta en línea realizada entre el 23 de marzo y el 1 de junio de 2020. En esa ocasión, encontraron que quienes tenían un animal de compañía obtenían una puntuación de salud mental más alta. Además de una menor tasa de soledad. A las mismas conclusiones llegó también un estudio de la Universidad de Washington (Estados Unidos).
El soporte anímico recibido por los animales es independiente de su especie. Aunque la mayoría de los encuestados tenían perros o gatos, también proporcionaron alegría y bienestar a miles de personas especies como aves, hámsteres, peces, hurones y otros pequeños mamíferos. E incluso los animales salvajes ofrecieron compañía y consuelo. De hecho, la interacción más extendida después del contacto con las mascotas fue la observación de aves (birdwatching).
Dicho esto, los investigadores aclararon que los resultados de este estudio no invitan, de ninguna manera, a adquirir animales. De hecho, durante el confinamiento del año pasado la Real Sociedad Canina de España (RSCE) detectó un aumento del 5 0% en la demanda de cachorros. Con un consiguiente aumento del 25 % en los abandonos en mayo. Casi lo mismo pasó en otoño, según el avance de las olas de la pandemia. En España se abandonan 180.000 perros y 120.000 gatos cada año. Mejor no olvidarlo.
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