Pavel Durov es uno de los emprendedores de internet más ricos e influyentes del mundo. Y también uno de los más discretos. Algunos llaman a este joven de 36 años que vive en Dubai el ‘Zuckerberg de Rusia’. Porque fundó el clon ruso de Facebook, VKontakte, en 2006. Pero su última creación es mucho más significativa: Telegram. Con casi toda seguridad, el servicio de mensajería menos controlado del mundo.
Telegram está instalado en 570 millones de smartphones. La aplicación creada por Durov en 2013 se presenta como una plataforma fuera del alcance de los estados y las autoridades. Un lugar donde cualquiera puede escribir y publicar lo que quiera. Esto atrae también a teóricos de la conspiración, extremistas, narcotraficantes y estafadores. La aplicación se ha convertido, así, en una darknet de bolsillo.
Las autoridades se ven impotentes, porque Durov les niega el acceso a los datos de los usuarios. El empresario ha creado una red opaca de empresas de difícil penetración registradas en las Islas Vírgenes y Belice. Es imposible obtener una respuesta de la compañía cuando los gobiernos intentan averiguar quién está detrás de una cuenta en la que se están cometiendo delitos. Y Telegram está orgulloso de ello. Escribe en su página web: «Hasta la fecha, hemos revelado 0 bytes de datos de usuarios a terceros, incluidos los gobiernos”. Esta actitud viene de lejos.
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La lucha de Pavel Durov con el gobierno ruso
En 2011, Rusia estaba experimentando las protestas más acaloradas desde el fin de la Unión Soviética. En San Petersburgo, 10 000 personas salieron a la calle contra el fraude electoral y el regreso a la presidencia de Vladimir Putin. Durov era el jefe de VKontakte, que en ese momento contaba con más de 100 millones de usuarios. El gobierno ruso le pidió que cerrara los grupos antagonistas. El empresario se negó y, tres días después, agentes armados de la policía especial rusa se presentaron en su lujoso apartamento. Durov no abrió la puerta y, después de una hora, los policías se fueron.
Esa anécdota marca el comienzo de la batalla del creador de Telegram con el gobierno ruso. Cuando las fuerzas de seguridad estaban fuera de su casa, dijo, se dio cuenta de que carecía de un canal de comunicación seguro con su hermano. Entonces tuvo que crear uno. Poco después, comenzó el trabajo en la app de mensajería y la estuvo lista para su lanzamiento en agosto de 2013.
La respuesta del gobierno ruso no se hizo esperar. Un empresario cercano al Kremlin compró acciones de VKontakte. Durov se negó a entregar los datos de los usuarios que protestaban contra el entonces presidente de Ucrania, Viktor Yanukovych. Fue despedido de su propia empresa y abandonó su país unos días después. Desde entonces, ha viajado por el mundo como nómada con un pasaporte de St. Kitts y Nevis, en el Caribe, comprado por 250 000 $ (algo más de 210 000 €).
Al final eligió asentarse en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), donde los empresarios como él están exentos de impuestos. La oficina de Telegram está ubicada en la planta 23 de la Torre A de un rascacielos situado en el famoso paseo marítimo. Sin embargo, Durov no lo frecuenta mucho y el conserje del edificio nunca ha visto entrar a nadie, informa ‘Der Spiegel’.
Los misterios de Telegram
El número de empleados de la compañía tampoco estuvo claro durante mucho tiempo. En enero de 2020, Durov tuvo que declarar por videoconferencia ante un tribunal de Estados Unidos. Dijo que el equipo principal de Telegram estaba compuesto por entre 25 y 30 personas. En cambio, sí se conoce el nombre de otra persona importante en la empresa: el hermano mayor de Durov, Nikolai, que está a cargo de la tecnología. Al igual que Pavel, Nikolai también se ha interesado por la programación desde la infancia. Los hermanos crecieron en San Petersburgo (Rusia), con un padre profesor y una madre maestra. Hoy Pavel ya no concede entrevistas. Se comunica con el público a través de su canal de Telegram o con publicaciones esporádicas en Instagram.
Los hermanos crearon una historia de éxito mundial. Telegram, a menudo, propone funciones antes y mejores que la competencia. Ofreció el cifrado de extremo a extremo mucho antes que WhatsApp. Gracias a esta funcionalidad, también se ha ganado la reputación de aplicación favorita por el Estado Islámico. En los grupos, públicos o privados, pueden chatear hasta 200 000 personas. Los canales permiten al creador enviar mensajes a un número ilimitado de suscriptores. En WhatsApp, en cambio, los grupos pueden tener un máximo de 256 miembros.
Estas, precisamente, son las características que han hecho de Telegram mucho más que una aplicación de mensajería para la comunicación privada. Son muchos los movimientos que utilizan la app para organizar protestas o acciones. Así lo demuestra un análisis realizado por el Center for Monitoring, Analysis and Strategy (CeMAS), una ONG que vigila el extremismo digital. Los analistas de CeesencialmenteMAS señalan que «dado que el operador casi nunca interviene, Telegram se ha convertido en un lugar central para las ideologías conspirativas y el contenido extremista”.
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Una aplicación libre, para bien y para mal
La compañía dice que el contenido ilegal no está permitido, pero falta demostrar la implementación de esta regla. De hecho, Telegram aloja casi todas las infracciones imaginables que se pueden cometer en internet. A diferencia de la darknet, donde los compradores necesitan conocer direcciones específicas para acceder al mercado negro, en Telegram las ofertas prohibidas son extremadamente fáciles de encontrar. Algunos canales incluyen instrucciones para fabricar bombas, armas y venenos. Tanto es así que algunos llaman ‘Terrogram’ a la creación de Pavel Durov.
Asimismo, en países represivos, Telegram es una de las armas más efectivas a disposición de los movimientos prodemocracia, como los de Hong Kong, Irán y Bielorrusia. En Minsk (Bielorrusia), en agosto de 2020, decenas de miles de personas salieron a la calle para protestar contra el fraude electoral. La aplicación se convirtió rápidamente en la herramienta más importante del movimiento. El presidente Alexander Lukashenko bloqueó el acceso a páginas web y servicios de mensajería durante días. A pesar de ello, Durov se aseguró de que Telegram permaneciera en línea.
Por otro lado, la trayectoria de Parler ha demostrado lo que sucede si te encuentras en el lado de los malos. El asalto al Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021 se organizó utilizando esta plataforma. Poco después, tanto Apple como Google eliminaron la aplicación de sus tiendas. Así que Telegram debe tener cuidado si quiere evitar ese destino.
La visión política de Pavel Durov es, en esencia, la del libertarismo puro, aunque para algunos es solo una cuestión de negocios. Una anécdota puede ser reveladora. Hace unos diez años, en el aniversario de la fundación de San Petersburgo, las calles estaban llenas. Durov comenzó a lanzar billetes a la multitud doblándolos en forma de avión de papel. Hoy este es el logo de Telegram y para Durov representa la libertad.
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Imágenes | Flickr/TechCrunch, Christian Wiediger/Unsplasho