Sequía en Europa: ahorrar agua es tarea de todos

sequíaEmbalses en sus mínimos históricos y el 64% del continente europeo en alerta o prealerta por sequía, son los resultados de un año de escasas precipitaciones y varias olas de calor seguidas.

Los periodos de sequía no son nada nuevo en Europa, sin embargo, el problema no reside en la falta de puntual de agua, sino en la cada vez mayor frecuencia con la que suceden este tipo de fenómenos.

Hacer frente a la sequía

Según SMC España, la sequía que actualmente estamos viviendo en Europa se está convirtiendo en histórica por la intensidad y la extensión de la misma. Los efectos de este fenómeno se hacen sentir de diversas formas a lo largo del continente. Por ejemplo, en Alemania, las llamadas “piedras del hambre” actuaban como marcadores del nivel del agua advirtiendo de cuando el nivel del agua era inferior al esperado y limitando la navegación de los ríos, lo que se traducía en periodos de hambruna.

Estas piedras ya han comenzado a emerger por la acumulación de riesgos climáticos que estamos viviendo, donde podemos distinguir olas de calor y escasez de precipitaciones sumado a la disminución de los recursos hídricos disponibles.

piedras del hambre seguía
Hugersteine (piedra del hambre) en el río Elba, en Pirna, Alemania. Wikipedia.

La falta de precipitaciones va restando humedad al suelo, reduciendo los caudales de los ríos y mermando las reservas de agua. Primero se reducen las lluvias, se registran elevados valores de evapotranspiración –particularmente en olas de calor– y disminuye el agua disponible. Posteriormente, los efectos llegan a la agricultura de secano y, a continuación, a los regadíos y a la producción hidroeléctrica, además de afectar a los ecosistemas y a los servicios ecosistémicos.

todos podemos ser parte de la solución

Para tratar de hacer frente a esta situación, hay pequeñas acciones que, como individuos, podemos llevar a cabo con el objetivo de reducir el ritmo al que perdemos el agua embalsada del que dependen muchos sectores económicos y nuestra propia existencia.

Los consejos son sencillos y nos los han repetido por activa y por pasiva pero siempre es importante recordarlos. Ducharnos en lugar de bañarnos, cerrar levemente los grifos para disminuir el flujo de agua mientras los usamos, no usar el retrete como papelera, comprobar que los grifos estén en buen estado y no goteen, llenar por completo nuestros electrodomésticos antes de usarlos y regar nuestras plantas con agua reusada y hacerlo de noche para que el riego sea más eficiente reduciendo la evaporación por calor, son algunas de estas recomendaciones.

Hay que insistir en la idea de que ahorrar agua es tarea de todos. Por ejemplo, poner la lavadora siempre llena puede hacernos ahorrar más de 3.000 litros al mes. Un grifo que pierde agua puede hacer que en un solo día derrochemos hasta 30 litros.

Un futuro incierto

Si aplicamos estos consejos de forma diaria, seremos capaces de reducir en gran medida nuestro consumo habitual de agua pero eso no soluciona el problema que generan las sequías y las olas de calor. El cambio climático está cada vez más patente en nuestro día a día y con casi el 50% de Europa en prealerta por sequías, debemos hacer mucho más que cerrar parcialmente nuestros grifos para alcanzar una solución.

sequía

Algunas de estas acciones quizás ni las tengamos en mente pero son muy sencillas de llevar a la práctica. Sustituir el automóvil por la bicicleta es una de ellas. Un reciente estudio señala que si se extendiera el patrón de uso de la bicicleta en los Países Bajos (2,6 km de recorrido por habitante de media al día) al resto del planeta, se ahorraría la misión a nuestra atmósfera de 686 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono cada año.

La desertificación del sur del continente y la cada vez mayor escasez de agua son problemas que van a ir en aumento y no debemos limitarnos a dejar en manos de nuestros gobiernos la búsqueda de soluciones. Hay mucho que podemos hacer cada uno de nosotros para que este proceso no sea irreversible.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *