Las fórmulas químicas, las integrales o cualquier signo científico ya no serán un problema para los estudiantes ciegos. A partir del próximo mes de septiembre, podrán disponer de Edico, un editor científico capaz de convertir en soporte braille, y en tiempo real, el lenguaje matemático, físico o químico.
Esta es una de las últimas aportaciones del Centro de Investigación, Desarrollo y Aplicación Tiflotécnica (CIDAT) de la ONCE. La nueva herramienta, única en el mundo, ha sido desarrollada en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Su lanzamiento va a suponer un gran paso para todas aquellas personas ciegas o con discapacidad visual grave que cursen cualquier grado de la rama de ciencias.
Detrás de avances tan espectaculares como este hay muchas horas de trabajo y una dedicación exclusiva por parte de los técnicos del CIDAT. Aplicar la tecnología digital al bienestar e inclusión social de los ciegos es una de las grandes apuestas del centro, considerado como el mayor referente internacional en investigación tiflotécnica.
APPS para ciegos
Al CIDAT se deben distintas aplicaciones para móviles que están llamadas a revolucionar tanto las comunicaciones entre los ciegos como su relación con el resto de la sociedad.
Una de las apps pioneras ha sido el Gestor ONCE de Libros Digitales (GOLD), que posibilita la descarga y gestión accesible de libros digitales en formato Daisy. Este sistema permite desplazarse dentro del contenido por capítulos, subcapítulos, páginas o incluso buscar palabras concretas. O sea, que va mucho más allá del tradicional audiolibro.
Pero también pueden ‘ver’ cine gracias a las apps AudescMobile y Audiodescripción de Películas On Line de la ONCE (APOLO), con acceso a todas las películas audiodescritas con que cuenta la videoteca de la organización. Hay que hacer la prueba: si podéis, escuchad el audio de una de las escenas más famosas de ‘Jurassic Park’ y comprenderéis el incalculable valor de este trabajo.
¿Más ‘tifloaplicaciones’? Hay una de vital importancia: Medicamento Accesible Plus, que permite la consulta detallada de cualquier fármaco gracias a la captura del código de barras del empaquetado.
Y hay una app que facilita enormemente la comunicación de las personas sordociegas con distintos grados de pérdida auditiva y visual: el Comunicador Táctil ONCE (CTO). Esta aplicación les facilita emitir mensajes de manera presencial usando el sistema dactilológico, e incluso disponer de frases ya hechas para distintas situaciones cotidianas.
EL BRAILLE DE LA VIDA
Otro gran servicio del CIDAT se basa en las impresoras 3D, gracias a las cuales miles de ciegos pueden tener acceso, por ejemplo, a mapas en relieve de su país, de su autonomía, de su ciudad, o incluso de su barrio. Y hasta edificios concretos que quieran ‘ver’ con sus propias manos. Algo así como un braille de la vida. “Hacemos cosas específicas que puedan necesitar los afiliados para su vida cotidiana o profesional”, asegura Eugenio Pérez, responsable del Departamento de I+D de CIDAT.
Las impresoras 3D del CIDAT crean cosas tan prácticas como plantillas con los signos “+” y “–“ en relieve que se puedan acoplar a las cocinas de vitrocerámica o inducción. También se usan en el ámbito médico: “Para los estudiantes de fisioterapia, de la que hay una escuela universitaria de la ONCE, hemos fabricado, por ejemplo, un corte transversal de una médula espinal. Así pueden conocer, tocándola, hasta sus más mínimos detalles”.
TODO PASA POR SUS MANOS
Al CIDAT llegan a diario aparatos fabricados por empresas de todo el mundo que son testados por los expertos del centro, en su mayoría ciegos. “Nosotros no prescribimos nada, pero sí que analizamos las prestaciones de la mayoría de los productos que se fabrican para ciegos, de cara a saber si son realmente accesibles y viables”, añade Eugenio Pérez. Y pone el ejemplo de los bastones: “Hay empresas que ya los han dotado con infrarrojos, o con ultrasonidos, capaces de detectar obstáculos en altura, como puede ser la barra de un toldo callejero. La idea es buena, pero depende de muchos factores que sea útil”. Lo resume con una máxima: “La información es buena, hasta que empieza a saturar”.
A mediados del año pasado se presentó en el mercado un dispositivo para gafas que permite leer en tiempo real a las personas ciegas. “Es un avance, pero aún le encontramos fallos, aparte de su elevado precio. También hemos analizado otras gafas que leen los carteles con los nombres de las calles, pero no siempre se encuentran esos carteles”, añade el responsable del CIDAT.
En el centro disponen de un catálogo en el que ofertan numerosos productos ya testados y aprobados por ellos para su distribución entre afiliados a la ONCE. Los anotadores, las líneas braille –gracias a las cuales se puede interactuar desde un dispositivo electrónico en código braille- o las telelupas son algunos de los elementos de uso diario en los que cada vez hay más avances.
EL INTERNET DE LAS COSAS A CIEGAS
Y entre tanta tecnología, queda por saber en qué medida les puede o no beneficiar a los ciegos el internet de las cosas. “Por un lado, las aplicaciones domóticas gracias a las cuales puedes programar algunos electrodomésticos a través del teléfono nos han venido muy bien. Pero hay que concienciar a las marcas para que piensen más en los ciegos a la hora de fabricar los electrodomésticos”, señala Pérez. Y cita, como ejemplo, el de la lavadora tradicional con sus mandos manuales giratorios “a los que terminas pillándole las mañas para poner el programa y la temperatura, frente a las de última generación, con pantalla electrónica táctil, que nos obliga a tener que hacer plantillas en tres dimensiones para orientarnos”.
El futuro digital nos está llevando a una nueva forma de oralidad, tanto a los videntes como a los ciegos. Ellos ya tienen, desde hace ocho años, un robot de cocina que se maneja por voz. Es el presente, y esa será una pauta a seguir en tantos otros electrodomésticos pensados para ciegos.
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Imágenes | ONCE