Desde hace años, la comunidad científica estudia nuevas opciones de fabricación de baterías, más eficientes y respetuosas con el medioambiente. Sin embargo, los diseños propuestos nunca han sido lo suficientemente potentes, eran difíciles de producir y no estaba claro que fueran realmente biodegradables. Pues bien, investigadores de la Universidad de Binghamton, en EE.UU, han creado una nueva pila de papel que parece que da respuesta a estos problemas.
«Ha habido un aumento exponencial en los desechos electrónicos y esta puede ser una excelente manera de comenzar a paliar esta situación», ha explicado el profesor Seokheun Choi, responsable de esta investigación. «Nuestra pila de papel alimentada con microorganismos mostró una eficiencia mucho más alta que todas las baterías microbianas en papel diseñadas con anterioridad».
Según sus creadores, estas biobaterías de papel, que se activan en contacto con el agua o la saliva, tienen una vida útil de hasta 4 meses y luego se pueden desechar sin problema, ya que no tienen impacto sobre el medioambiente.
Los polímeros utilizados en su fabricación han sido claves para aportar a estas baterías las propiedades biodegradables que se buscaban. De hecho, se probaron en agua y se disolvieron sin llegar a tener que servirse de otro tipo de condiciones especiales o añadiendo otros elementos para desencadenar el proceso.
pilas de papel donde no hay enchufes
Estas pilas de papel pueden dar respuesta a las necesidades de energía de biosensores utilizados en aplicaciones médicas y también pueden ser utilizadas en zonas remotas o países en vías de desarrollo en los que un enchufe no es un elemento fácilmente accesible.
Su estructura hace que sean de bajo coste y flexibles, una característica que, según Choi, proporciona una ventaja adicional, ya que “se podría aumentar su potencia simplemente plegando o apilando diversas pilas”. Precisamente el asunto de la potencia requiere futuras investigaciones porque, de momento, el rendimiento de este dispositivo solo es capaz de alimentar un diodo de luz o una calculadora, quedando sus prestaciones muy por debajo de lo que necesitan la mayoría de las aplicaciones prácticas.