Los drones no solo sirven para jugar, también son una herramienta de trabajo en sectores como la agricultura, la industria o la seguridad. Sus aplicaciones se extienden y muchos opinan que el trabajo de piloto de dron profesional tiene un futuro prometedor.
De pequeño ya sentía pasión por todo lo que sobrevolaba el cielo y cuando cumplió 10 años se hizo piloto de radiocontrol, un hobby que siguió practicando. En la universidad, se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas y aunque durante una época se dedicó a ello, un día se hizo piloto de dron profesional. Él es Xavier Jardi: obtuvo su licencia hace dos años en Hemav, una empresa dedicada a la tecnología dron, donde también imparte formación teórica y práctica.
Jardi es uno de los más de 5.000 pilotos de drones que existen en España, según datos del Ministerio de Fomento. En este sentido, el perfil de piloto de dron profesional está considerado como uno de los trabajos destacados del futuro y la Unión Europea ha estimado que estos vehículos aéreos ayudarán a crear 150.000 empleos de aquí a 2050.
“Creemos que todo lo que es tecnología tendrá un lugar destacado en las nuevas profesiones que se preparan. Los vehículos autónomos serán cotidianos en menos tiempo del que pensamos y los cielos del mundo entero se van a llenar de drones”, afirma José Antonio Álvarez Lopez, secretario general de Droniberia, la patronal del sector. Por su parte, Julio Memba, piloto jefe en Alpha Unmanned Systems, opina que estamos ante un «sector que genera múltiples perfiles profesionales como mecánicos, consultores, analistas y, por supuesto, pilotos”.
DóNDE OBTENER EL TÍTULO DE PILOTO DE DRON profesional
Para conseguir esta licencia, se necesita una autorización que emite la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que exige aprobar el curso oficial de piloto en cualquiera de las entidades que existen para ello.
En estos instantes, el crecimiento del sector ha llevado a AESA a registrar unos 3.000 operadores y 74 escuelas autorizadas para impartir cursos de piloto de dron profesional. “La normativa es muy clara en cuanto a la formación de estos pilotos. Solo los centros de formación aeronáutica, conocidos como escuelas ATO, pueden impartir los cursos”, sentencia Memba. Mientras, las aeronaves habilitadas para el uso profesional de estos vehículos ascienden a más de 4.375 y se aconseja visitar la página web drones.enaire.es para saber dónde volar de forma segura.
Además de ser mayor de edad, la ley contempla un curso de formación teórica de 60 horas con 10 temas y un examen de 100 preguntas. Así, y durante el desarrollo de la prueba, los futuros pilotos son evaluados en temas de seguridad, meteorología, comunicaciones por radio… También hay que superar un curso de formación práctica que pone a prueba sus habilidades, y un reconocimiento médico que “incluye análisis de orina y sangre, revisión de vista, oído y un psicotécnico”, añade Jardi.
CÓMO FUNCIONA UNA ESCUELA DE PILOTO DE DRONES
Hemav, la compañía en la que se formó y da clases Xavier Jardi, es una de esas 74 empresas certificadas y homologadas por AESA en nuestro país. ¿Cómo funciona un sitio de estas características? ¿Y sus clases? Junto a la modalidad presencial, ofrece a las personas interesadas en lograr esta titulación dos modalidades más entre las que elegir: una de tipo online y otra híbrida que combina formación presencial y a distancia.
Las clases teóricas tienen capacidad para entre 15 y 20 personas, y se pueden recibir por la mañana o por la tarde según las necesidades de cada persona (la duración al día son de tres a cuatro horas). Asimismo, los futuros pilotos de dron completan esta formación con prácticas de unas dos horas que reciben de manera individual.
En estas clases prácticas, que se desarrollan en lugares donde no se invade el espacio aéreo, se utilizan drones con doble emisora y radiocontrol. Además, y antes de que el dron despegue, hay que realizar una serie de comprobaciones previas como que “la batería esté cargada, que los motores giren libremente y ofrezcan la misma resistencia o que las hélices no tengan fisuras”, comenta Jardi.
Hemav trabaja con drones multirrotor de hasta 25 kilogramos de peso, una cifra que varia en función del número de motores que incorporen estos vehículos; cuatro, seis u ocho. Ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Tenerife, Bilbao o Pamplona son algunas de las ubicaciones donde se encuentra disponible la compañía. En lo referente al tema de los precios de los cursos, desde 799 euros es posible obtener la titulación de piloto de dron profesional de hasta 25 kilogramos.
SECTORES QUE SE BENEFICIAN
Aplicaciones audiovisuales, geomáticas, industriales, de topografía o ingeniería civil (relacionadas con la inspección de puentes y carreteras) son algunos de los campos profesionales donde se demanda el perfil de piloto de dron profesional. “Vigilancia de playas, de fronteras y carreteras, o supervisión de todo tipo de instalaciones de alta tensión donde sustituyen a personas que corren un enorme riesgo son otros ejemplos”, señala Álvarez López.
Agricultura es otro de los ámbitos destacados, pues la tendencia son drones con una cámara de cinco objetivos que hace que cada uno de ellos capte y registre una determinada información a priori imperceptible para el ojo humano. Luego estos datos son volcados a un mapa de colores que permite hacer un análisis del terreno que incluye, entre otras variables, el nivel de abono de la tierra o la cantidad de agua en el suelo.
Cabe recordar, por otro lado, que la nueva normativa de drones aprobada en España ha ayudado a ampliar su uso en espacios como las ciudades, antes prohibidas. Por ejemplo, en arquitectura se podrán llevar a cabo análisis de edificios. Mientras, en eventos, los drones se pueden utilizar para realizar fotografías aéreas, promocionar sitios turísticos o tomar varias secuencias para el rodaje de una película. En el ámbito de la seguridad urbana, los controles de acceso garantizarán una vigilancia más efectiva.
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Imágenes: Pixabay