Es sábado por la noche y la verdad es que, después de la juerga del viernes, lo único que te apetece es una pizza enorme y una buena película. Eso sí, no te puede dar más pereza tener que acercarte hasta la pizzería para cumplir tus deseos. Son apenas unos minutos pero oye, nos hemos hecho un poco vagos y no nos importa reconocerlo.
En estos casos, estamos acostumbrados a que un amable repartidor nos acerque el pedido hasta la puerta de casa, con la comodidad que esto implica. Pero lo que pocos esperan es que, de repente, un vehículo autónomo se plante en tu portal con el delicioso manjar en su interior. Quizá esta extraña imagen no tarde en realizarse gracias a la nueva asociación de Domino’s Pizza con Nuro, una empresa de creación reciente de Silicon Valley que fabrica vehículos de reparto no tripulados.
Una pizza muy autónoma
El funcionamiento de este nuevo método de reparto será muy sencillo. Los clientes realizarán sus pedidos en línea y, una vez que Domino’s envíe sus pizzas, tendrán la oportunidad de rastrear el vehículo, bautizado como Starship, a través de una aplicación. Si finalmente quieren disfrutar de esa maravillosa y calentita cena que les espera dentro de este vehículo autónomo, tendrán que introducir un código PIN que se les proporcionará con anterioridad y que desbloqueará automáticamente el compartimento que guarda el tesoro.
Este proyecto nos induce a pensar que, si al vehículo le apetece, podría llevarse nuestra pizza hasta el lugar que eligiese, quedándonos compuestos y sin novio. Pero que nadie se preocupe porque estos coches robot poseen una tecnología conocida como geofencing que establece límites virtuales y los confina a un área limitada alrededor de la tienda. Lo peor que puede pasar es que nos toque buscar la pizza por nuestro vecindario.
Las pruebas del proyecto comenzarán en septiembre u octubre, concretamente en la zona de Houston pero Domino’s Pizza tiene la intención de exportar esta tecnológica forma de reparto a locales de otros lugares.
a la carrera por el robot pizzero
Esta no es la primera vez que Domino’s Pizza trastea con esto del reparto autónomo. Hace dos años, y en colaboración con la empresa Ford Motor Co. ya realizó numerosas pruebas pero, por aquel entonces los vehículos llevaban un conductor de respaldo, más que nada por seguridad.
La intención que la multinacional de pizzas tiene en esta ocasión es alcanzar la autonomía total de estos robots pizzeros para que no sea necesario que una especie de detective humano certifique que los pedidos llegan correctamente a su destino.
Robot carteros
El de la pizza no es el único sector en el que se ha planteado la idea de los robots repartidores. De hecho, la compañía de la industria automotriz Continental Corporation presentó en el CES 2019 (Consumer Electronics Show), celebrado en Las Vegas, una propuesta de perros robot que harían las veces de mensajeros.
Un vehículo, también autónomo, los recogería y los dejaría en determinados puntos de la ciudad. La idea es que los perros robot no tuvieran que andar más de un kilómetro y medio. Por eso, el Continental Urban Mobility Experience (CUbE), así se llama este vehículo, los soltaría en grupo en determinadas zonas de reparto asignadas.
Los vehículos sin conductor se convertirán en un elemento muy importante en las ciudades inteligentes del futuro. Son muchos los que creen que serán el elemento clave de los nuevos conceptos de movilidad. Un vehículo sin conductor puede estar en uso, prácticamente, 24 horas al día, 7 días a la semana. La combinación de este servicio con el de mensajería permitiría que, en los momentos de menor demanda, los robots aprovechasen para hacer las correspondientes entregas.
¿Invasión laboral de los robots?
La robotización masiva de puestos de trabajo está transformando el mercado laboral, tanto en términos de cualificación como de cuantificación de los empleos. Algo que asusta sobre la irrupción de los robots en nuestras vidas y, en concreto, en nuestra economía, es la destrucción de empleo que pueden provocar y eso que, por ahora, asistimos más bien a una ”destrucción creativa”.
Una investigación del Foro Económico Mundial aporta cierto optimismo en lo referente a la robotización del mundo laboral. Según los investigadores, si bien es cierto que, para 2025, más de la mitad de todas las tareas actuales en el lugar de trabajo serán realizadas por máquinas, en comparación con el 29% actual, se espera que se creen 133 millones de nuevos puestos de trabajo para 2022, en contraste con los 75 millones que serán desplazados.
De esta forma, si por un lado se destruyen puestos laborales, por otro se crean otros diferentes, y durante unos años parece que ambas tendencias irán de la mano. La robotización abre grandes oportunidades a empresas y trabajadores pero es necesario afrontar el reto que esta nueva revolución nos plantea.