Los hábitos alimenticios de los europeos serían muy diferentes si Cristóbal Colón no hubiera decidido navegar hacia el oeste en busca de una ruta más rápida hacia las «Islas de las especias» encontrándose con «nuevo continente» y, allí, con las plantas de América.
A su regreso, Colón y su tripulación trajeron de los nuevos territorios una selección de especias y plantas de América desconocidas hasta entonces. La recepción de estos alimentos en Europa fue muy variada. Mientras que unos, como el maíz y la batata, fueron aceptados desde el inicio y reconocidos por los primeros exploradores como alimentos apropiados para llevar en sus largos viajes, otros fueron recibidos con reticencias y hubo que esperar bastante tiempo para que finalmente fuesen cultivados y consumidos en el viejo continente.
patatas y tomates tóxicos
Es el caso de las patatas o los tomates, pero inicialmente fueron consideradas plantas tóxicas, por lo que crecían exclusivamente en jardines como plantas ornamentales. No fue hasta finales del siglo XVII cuando los tomates fueron incluidos en la dieta del sur de Europa y hasta finales del siglo XVIII cuando las patatas fueron ampliamente aceptadas.
Otras plantas de América, como la yuca y la papaya, no llegaron a cultivarse en Europa, pero se llevaron a otros continentes, donde actualmente son parte fundamental de la dieta de sus habitantes.
La larga lista de alimentos que llegaron de las Américas incluye tomates, pimientos, patatas, cacao, maíz, vainilla, piña, chirimoyas o cacahuetes, entre muchos otros. Con el paso del tiempo, los beneficios y usos potenciales de estos alimentos fueron finalmente reconocidos y todos ellos, en mayor o menor medida, produjeron un profundo cambio en la dieta de los europeos y del resto del mundo.
el cacao «Asqueroso»
Las propiedades del cacao fueron descubiertas por los pueblos indígenas de Centro y Sudamérica, quienes lo cultivaban hace más de 2000 años. Considerado como un árbol de origen divino, desempeñó un papel importante en la vida material y espiritual de estos pueblos, utilizándose las semillas como moneda y tributo. Las bebidas de chocolate eran preparadas de distintas maneras, normalmente aromatizadas con vainilla, maíz, chile y achiote y su uso estaba restringido a los miembros más destacados de la sociedad.
El cacao tampoco generó mucho entusiasmo. En su obra Historia natural y moral de las Indias, de 1590, el jesuita antropólogo José Acosta se refería al chocolate como un brebaje que producía asco, y que sin embargo era muy apreciado en su lugar de origen.
Los primeros europeos en beber chocolate fueron los españoles, quienes aprendieron de los aztecas la técnica de hacer xocoatl en el siglo XVI. Agregaron después azúcar, clavo y canela, creando una bebida inicialmente reservada a la nobleza y la corte real. Con el tiempo su consumo se fue extendiendo en Europa y posteriormente en el resto del mundo.
MAÍZ, EL CEREAL DE MAYOR PRODUCCIÓN
El maíz es una gramínea anual de la familia de las poáceas, perteneciente al género Zea, que incluye 7 especies nativas de México y Centroamérica. El maíz entró en la dieta humana hace 10000 años y fue domesticado en México a partir de una planta silvestre llamada teosinte. A la llegada de los europeos más de 300 variedades eran cultivadas en el continente americano. Fue un alimento fácilmente asimilado por los primeros colonos, llegando a Europa en el siglo XVI desde donde se extendió al resto del mundo.
Actualmente es el cereal de mayor producción a nivel mundial, siendo uno de los alimentos básico en muchas partes del planeta. Se consume fresco o seco en harinas o copos, de la semilla se extrae un aceite utilizado culinariamente y de algunas variedades moradas se produce una bebida conocida como ‘chicha’. Entre sus usos más populares se encuentran los cornflakes, las palomitas de maíz, la polenta o la maicena. Es un ingrediente común en la alimentación animal y tiene múltiples usos industriales, como la fabricación de plásticos biodegradables, biocombustibles y en la artesanía. El jarabe de maíz es un edulcorante obtenido a partir del almidón, ampliamente utilizado en alimentos procesados y bebidas por su bajo costo.
UNA DIETA EUROPEA INIMAGINABLE SIN AMÉRICA
Se hace difícil imaginar cómo sería la dieta europea sin la influencia de todos estos alimentos foráneos llegados gracias a los viajes y empresas coloniales. Sin embargo no debemos olvidar que el acceso a estos nuevos alimentos se consiguió con un enorme coste humano. La dieta europea actual revela que la colonización, especialmente en sentido culinario, también tuvo un impacto perdurable en los colonizadores.
La muestra virtual Las plantas comestibles que vinieron de América, comisariada por el Real Jardín Botánico (RJB) del CSIC, explora cómo los nuevos vegetales que acababan de ser descubiertos no solo enriquecieron las cocinas de Europa, Asia y África, si no que tuvieron un enorme impacto en la cultura, economía y política a nivel mundial.
La exposición viene acompañada de una selección de grabados botánicos, muchos de ellos iluminados, procedentes de la Colección de libros raros y especiales de la Biblioteca del RJB-CSIC. Las estampas están dibujadas por los ilustradores botánicos de mayor talento y ejecutadas con gran maestría por reputados grabadores europeos de diferentes épocas.