La fiebre por los Pokémon no sólo ha regresado, sino que se ha manifestado de manera inequívoca tomado las calles de aquellos países que se suman al fenómeno “Pokémon GO”. ¿La razón? Una elaborada mezcla entre elementos de nostalgia, un uso muy interesante y divertido de la tecnología, el inevitable factor de coleccionismo y, sobre todo, el incuestionable carisma de Pikachu y compañía.
Sin embargo, este fenómeno social no comenzó el día en que a millones de usuarios de todo el mundo les dió por bajarse la app de moda en su smartphone. Tenemos que remontarnos a la segunda mitad de la década de los 90 para hacernos la gran pregunta: ¿cómo es posible que dos décadas después Pokémon esté en lo más alto una vez más?
Es muy temprano para determinar si Pokémon GO es una moda pasajera o ha llegado para quedarse, ya que hace apenas dos semanas que fue lanzado en Estados Unidos y en España no lleva ni una. Sin embargo, Nintendo, la compañía matriz de The Pokémon Company, ha duplicado su valor en Bolsa y ya está firmando contratos millonarios con multinacionales. El juego ha puesto patas arriba la sociedad y eso es un hecho.
Partamos de la base: Pokémon… ¿Eso qué es?
La manera más pragmática de definir Pokémon es calificarlo como una licencia basada en el coleccionismo y la mejora de unas curiosas criaturas que habitan a lo largo y ancho del mundo, y que ha roto todas las previsiones de ventas de Nintendo desde su debut en las Game Boy japonesas en 1996.
No obstante, sería injusto quedarnos en ese punto. Pokémon cuenta con 19 películas, muy pronto su serie de televisión llegará a las 20 temporadas en antena, y su merchandising es tan variado y colorido como los propios monstruos de bolsillo. De hecho, incluso hasta las primeras ediciones de los juegos originales siguen inspirando a personas de todas las edades, clases sociales y creencias: desde los últimos coletazos de la llamada Generación X hasta los propios millennials.
Precisamente, y a finales de este mismo año, llegará la séptima generación de juegos a la actual portatil de Nintendo con las ediciones de Pokémon Sol y Pokémon Luna, lo que supone nuevos territorios que explorar, nuevas mecánicas que descubrir y nuevos Pokémon que capturar.
Paradójicamente, la serie de juegos de Pokémon no está orientada a una franja de edad concreta, a pesar de que tradicionalmente se ha asociado a un público juvenil. De hecho, las generaciones persistentes de jugadores han continuado jugando con el paso de los años mientras que nuevas remesas de usuarios se han ido sumando con su primera consola portátil. ¿Quién no reconoce a estas alturas de la partida a Pikachu?
El incombustible Pikachu 20, años después
La salida de Pokémon GO en 2016 no es producto de la casualidad. La marca Pokémon celebra este mismo año su 20º aniversario, partiendo de que las primeras ediciones de los juegos originales salieron comercialmente al mercado japonés en febrero de 1996, aunque tardamos tres años y algunos meses más en poder jugar a Pokémon en las Game Boy españolas.
Con motivo de la celebración, Nintendo tiene una hoja de ruta con todo tipo de lanzamientos relacionados con la licencia, incluyendo nuevas producciones animadas, reediciones especiales del juego de cartas, eventos por todo el mundo y una enorme remesa de juegos para todos sus sistemas. No conviene olvidar que Nintendo ha dado recientemente el salto a los móviles.
Los anuncios y la presencia mediática de Pokémon ha sido especialmente intensa durante este año y Pokémon GO no solo ha sabido canalizar el factor nostálgico de todos aquellos que alguna vez han jugado, sino que ha conseguido ofrecerles una oportunidad única: convertirse en Entrenadores de Pokémon en la realidad, o más bien gracias a la tecnología de Realidad Aumentada. Eso sí, para lograrlo, Nintendo ha tenido que dar un paso de gigante a nivel interno.
Un proyecto cocinado desde Google y la Nostalgia
Todo empezó con un tira y afloja entre los accionistas de Nintendo y los máximos responsables de la compañía tras los resultados comerciales de las últimas consolas de la compañía japonesa. Finalmente, en marzo de 2015, el rumoreado salto de La Gran N a los móviles sería una realidad, y con él la llegada de manera oficial de sus célebres personajes a los dispositivos más usados y extendidos del mundo.
La cúpula de Nintendo resistió todo lo que pudo a lanzar sus licencias en dispositivos que no estuvieran elaborados por ellos mismos. Sin embargo, aquello era toda una oportunidad de promoción que no podía evitarse durante más tiempo. De hecho, junto con el anuncio de la llegada de La Gran N a los móviles, se anunció que se continuarán desarrollando consolas y, de hecho, ya estaban diseñando su siguiente sistema de juegos.
Pero antes de que se anunciara esta nueva dirección de la legendaria compañía, la propia Google hizo una broma que se convertiría en la idea del millón de dólares. De hecho, puede que la idea de los mil millones, aunque sea temprano para hacer cuentas.
El 1 de abril de 2014 la compañía asentada en Mountain View lanza su tradicional inocentada del April’s Fools aprovechando el tirón de sus portales Google Maps y YouTube y el gancho de los monstruos de bolsillo de Nintendo. De esta manera, se presentaba una supuesta nueva actualización para el servicio de geolocalización de Google, Pokémon Challenge, que permitiría descubrir a los Pokémon en el mundo real. Y la broma gustó muchisimo. Tanto que finalmente se hizo realidad.
¿Cómo funciona Pokémon Go y cómo se ha transformado en un éxito?
En el plano de lo técnico, Pokémon Go es la suma de varias tecnologías que han estado perfeccionando durante la última década y que se han popularizado enormemente gracias a la revolución de los móviles.
Por un lado, el elemento clave de cara a las mecánicas está basado en la geolocalización, o dicho de otra manera, en que nuestro terminal sepa en todo momento dónde estamos. Precisamente, es imposible jugar a Pokémon GO sin ofrecer unas coordenadas geográficas de manera constante. Al contrario que otros juegos o aplicaciones, Pokémon GO no cuenta nuestros pasos, sino que lee en todo momento nuestras coordenadas.
El mérito de haber elaborado la infraestructura necesaria para que tanto la geolocalización como la ubicación de los puntos clave de cada uno de los elementos del juego se lo debemos a Ingress, el anterior juego de la desarrolladora principal de Pokémon Go, Niantic. Precisamente el reparto de Gimnasios, Poké Paradas y varios de los elementos in-game se han generado gracias a los datos recogidos por Ingress.
Sin embargo, Ingress no cosechó ni de lejos el éxito de Pokémon GO porque la ecuación necesita un gancho para resultar atractivo, y vistos los resultados del juego es imposible negar el rol de los monstruos de bolsillo de Nintendo para que la experiencia se haya convertido en un fenómeno. Y es que esta idea perfeccionada del Pokémon Challenge de Google es mucho más que un juego social, es materializar una idea que ha tenido en mayor o menor medida todo el que alguna vez ha probado los juegos.
El resto de la magia se la debemos a la realidad aumentada, o dicho de otra manera, a la tecnología que permite coexistir a las imágenes digitales y las reflejadas a través de una lente o cámara en un mismo dispositivo. De este modo, y gracias a la enorme base de datos de Google Maps, no sólo podemos encontrar zonas donde hay Pokémon, sino además vivir la experiencia de atraparlos y hacerlos combatir como en los juegos o en la serie de televisión, y hacerlo de una manera divertida y sorprendente.
El sueño de la infancia de la mayoría de los incalculables poseedores de terminales de telefonía que le sacan el mayor partido a sus terminales es una realidad: los pokémon existen, habitan entre nosotros y puedes coleccionarlos y hacerlos combatir.
¿Y qué será lo siguiente?
El éxito de Pokémon GO no ha pasado desapercibido para el resto de desarrolladores y muchos ya admiten haber empezado a trabajar en sus propios experimentos con la geolocalización y la realidad aumentada. Sin embargo, Nintendo todavía no ha desplegado todas las posibilidades que ofrece la idea, aunque muchas de ellas ya las ha ido anunciando.
Y es que, a pesar de que Pokémon GO sólo está disponible en una veintena de países, la popularidad del juego ha excedido las expectativas de la propia Nintendo y goza de una presencia mediática envidiable. De hecho, en China, donde posiblemente más vaya a tardar en aparecer el juego, se ha encontrado un modelo de negocio que consiste en ofrecer IDs australianas e incluso mapas jugables basados en otras ciudades, teniendo un especial éxito el de la ciudad californiana de San Francisco.
Pero no hay que irse tan lejos para encontrar ejemplos, en España el juego salió apenas una semana después de su lanzamiento en Estados Unidos, lo que no impidió que miles de usuarios no esperarán al lanzamiento oficial para dedicarse a buscar a sus Pokémon favoritos con un poco de ingenio y un par de búsquedas en Google de cómo hacerlo.
El modelo de negocio de Pokémon Go se basa en el free-to-play, lo que significa que la descarga es gratuita pero hay micropagos de por medio para obtener items extra, en cualquier caso de manera opcional. Si queremos aumentar nuestras probabilidades de éxito, igual nos interesa invertir una pequeña cantidad de dinero en un momento puntual. Sin embargo, poquito a poquito Pokémon GO ya ha conseguido 3.000 millones de dólares (y subiendo) sólo a través de la store de Apple. Nintendo podría haber dado con un nuevo y suculento filón gracias a la geolocalización.
Recientemente, la filial japonesa de McDonald’s hacía oficial un acuerdo con La Gran N en el que, sin dar demasiados detalles económicos, Nintendo pondría un Gimnasio Pokémon en 3.000 de los restaurantes de la popular cadena de restauración a lo largo del país del sol naciente. ¿El motivo? Los jugadores de Pokémon GO se dirigen con asiduidad a estos emplazamientos virtuales y suelen permanecer un periodo de tiempo interesante en ellos. ¿Qué precio tiene llevar a los incontables fans de Pokémon a tu comercio frente a las opciones de la competencia? De hecho, no es descabellado pensar que la idea se extendería más allá de Japón y ya se está hablando de nuevos acuerdos con otras empresas.
Lo cierto es que Pokémon GO es todo un fenómeno que sólo acaba de arrancar y los futuros planes incluyen el intercambio de Pokémon, eventos que posibilitan hacerse con criaturas legendarias y quién sabe si veremos nuevos monstruos de bolsillo de cara al año que viene.
No se puede negar que la sensación del verano abre toda una serie de nuevas e interesantes posibilidades comerciales, de entretenimiento y tecnológicas, pero lo más asombroso es ver cómo un juego que nunca ha pasado de moda ha conseguido conectar y hacer que, en un mundo cada vez más sedentario, millones de jugadores tomen las calles, socialicen y vivan la experiencia conjunta. Pokémon GO no es un juego destinado a entretener a los niños, es la respuesta a una idea latente pero no manifiesta de generaciones de fans que sólo acaba de comenzar.
Imágenes / Nintendo